Evaluación de la osteoporosis en la enfermedad renal crónica: Tanto la cantidad como la calidad del hueso importan

La osteoporosis es un estado de fragilidad ósea que implica una reducción de la resistencia a la fractura ósea tras un traumatismo. La resistencia ósea está determinada no sólo por la cantidad de hueso [densidad mineral ósea (DMO)] sino también por la calidad del hueso, incluida la composición de la matriz, la disposición de las fibras de colágeno, la microarquitectura, la geometría, la mineralización y el recambio óseo, entre otros. Estos aspectos influyen en la elasticidad, la capacidad de soporte de carga y de reparación del hueso y la propagación de microfisuras, por lo que son clave para evitar las fracturas.

Determinantes de la calidad ósea

En la osteoporosis asociada a enfermedad renal crónica suelen coexistir factores tradicionalmente asociados a una menor masa ósea (edad avanzada o hipogonadismo) con factores no tradicionales propios de la enfermedad renal crónica (toxinas urémicas u osteodistrofia renal, entre otros), que tendrán impacto en la calidad ósea. El gold standard para medir la DMO es la absorciometría de rayos X de energía dual o DEXA, que es ampliamente aceptada para la población general y también puede predecir el riesgo de fractura en pacientes con enfermedad renal crónica. Sin embargo, un número significativo de fracturas se produce en ausencia de los criterios densitométricos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la osteoporosis, lo que sugiere que se deben considerar métodos que también evalúen la calidad del hueso para lograr una evaluación integral del riesgo de fractura.

Ventajas y desventajas de la DEXA
Ventajas y desventajas de la DEXA


Las técnicas más específicas para medir la calidad ósea están limitadas por su alto coste o su carácter invasivo, lo que ha impedido su implementación en la práctica clínica. Una biopsia ósea, una tomografía computarizada cuantitativa periférica de alta resolución y una microindentación de impacto son algunos de los métodos establecidos para evaluar la calidad ósea.

Recientemente, un panel internacional de investigadores de Dinamarca, Bélgica, Italia, Suecia y España ha publicado un documento donde se revisa en profundidad la evidencia actual de la literatura para explorar los factores que afectan tanto la calidad como la cantidad de hueso en la enfermedad renal crónica, describiendo además, las técnicas actualmente disponibles para evaluar esta situación.

El trabajo, fue publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Investigation (https://doi.org/10.3390/jcm13041010), los autores concluyen que, la resistencia, especialmente en la enfermedad renal crónica, está determinada no sólo por la cantidad de hueso sino también por la calidad del hueso, que se ve afectada negativamente por la uremia, la osteodistrofia renal y la acidosis metabólica, entre otros factores. La alta incidencia de fracturas y su impacto sobre la morbilidad y la mortalidad debe ser un impulso para mejorar la evaluación del riesgo de fractura en pacientes con enfermedad renal crónica.
Finalmente, se pueden utilizar técnicas para la evaluación de la calidad ósea, como el score de hueso trabecular o trabecular bone score (TBS), la tomografía de alta resolución o high-resolution peripheral quantitative computed tomography (HR-pQCT) (microarquitectura trabecular, porosidad cortical y parámetros volumétricos de la masa ósea), la biopsia ósea (volumen, mineralización y recambio óseo) o el impact microindentation (IMI) (resistencia ósea). Estas técnicas, resultan complementarias a la evaluación de la DMO mediante DEXA para la evaluación del riesgo de fractura en pacientes con enfermedad renal crónica a nivel individual.

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