Tres vidas en busca del conocimiento. El origen de la anatomía patológica.

TRES VIDAS EN BUSCA DEL CONOCIMIENTO. EL ORIGEN DE LA ANATOMÍA PATOLÓGICA.

Este artículo es parte de una serie de escritos que se generaron como material didáctico para mis estudiantes de la facultad de salud.  Ahora salta fuera de la universidad, con el mismo deseo con que nació: compartir y disfrutar del conocimiento.

Estimado estudiante,

Espero que este escrito sea el primero de una serie de publicaciones, que sirva de material de soporte para ayudarte con la asignatura, así como para impulsar la discusión y el aprendizaje científico.

En este primer escrito, como introducción al curso de Anatomía patológica (AP), quiero compartir un trozo de historia, destacando algunas de las personas que, a mi juicio, contribuyeron al nacimiento y crecimiento de la AP.

Y lo hago porque creo que todas las vidas tienden a atravesar lugares comunes. Aunque todos creemos que nuestras vidas son únicas (y lo son), su valor no significa que seamos los únicos que se han enfrentado a la duda, a lo desconocido, al amor o al dolor. Por lo tanto, creer que se repiten aciertos, errores, patrones o conductas frente a fenómenos similares, no es descabellado. Por eso, aunque el camino lo recorremos y lo vivimos solos, estudiar y conocer otras vidas nos permite (con suerte) reconocer los errores y aciertos de quién nos precedieron y actuar en consecuencia.

Galeno de Pérgamo

Comenzaré presentando a Galeno de Pérgamo (Pérgamo, 129-Roma, c. 201/216). Entre todos los nombres, incluyendo aquellos que le precedieron, pocos tuvieron tanta repercusión en la anatomía de su época y siglos posteriores.

La historia dice que su padre impulsó a Galeno a estudiar Medicina tras recibir la visita del dios latino de la medicina, Esculapio. Ya fuera una buena técnica de motivación o una fuerte fe devota, el caso es que funcionó.

Galeno es uno de los médicos más famosos de la historia de la medicina, su nombre está ligado a esta profesión. Pertenece a ese tipo de persona que proporciona un avance relevante en el conocimiento humano. Su vida estuvo guiada por un especial instinto de superación y un férreo deseo de convertirse en el mejor médico de su tiempo, un destino sellado con talento y una capacidad de trabajo asombrosa.

Sus primeros estudios se enfocaron al estudio de la anatomía y la fisiología en diferentes centros académicos de alto nivel. Estudiar anatomía y fisiología es una selección razonable en nuestros días, pero en la época de Galeno la medicina se dividía en distintas “escuelas de pensamiento”, más cercanas a la filosofía que a los enfoques actuales experimentales. Por lo tanto, desde el principio Galeno mostró diferencias con sus contemporáneos y un claro interés por el conocimiento científico.

Mientras escribo y leo sobre la vida de Galeno me surgen algunas ideas relacionadas con aprender y formarse, que me gustaría compartir contigo

Primeros pensamientos:

  • Pregúntate cómo funciona la vida, como se estropea, se rompe y se arregla.
  • Responde a tus preguntas mediante la observación y la formación.

Tras este momento de inspiración volvamos con Galeno, vivió una vida interesante, impulsada por un carácter fuerte y obsesivo, no fácilmente amigable; si nos fijamos (y fiamos) en las referencias históricas, parece que para él solo importaba una cosa: convertirse en el médico más grande.

Además, fue un autor prolífico. Fusionó autores clásicos, como Aristóteles e Hipócrates, con sus propias ideas y observaciones, produciendo una impresionante y variada cantidad de escritos médicos. Fue un firme defensor del conocimiento a través de la observación y la experimentación. Aportó la primera descripción completamente anatómica del cuerpo humano. Como curiosidad, acuñó el término autopsia, aunque parece que no realizó ninguna en humanos. Lo cual genera la siguiente pregunta: ¿Cómo le fue posible describir la anatomía humana sin disección corporal?

  • Respuesta propuesta: por observación de lesiones en humanos y disecciones de animales. Durante su vida profesional, tuvo muchas oportunidades de realizar ambas. Por ejemplo, fue médico de gladiadores, un puesto privilegiado para aprender anatomía, dado que los secretos anatómicos se desvelaban tras las heridas propias y comunes de los guerreros. En cuanto a sus disecciones de animales fueron abundantes y de gran calidad. Entre las cuales, es especialmente famosa su descripción de los nervios del cuello del cerdo, cuyo corte evita el grito, pero no la respiración, los nervios seccionados por Galeno son conocidos actualmente como nervios laríngeos recurrentes o de forma más coloquial como nervios de Galeno.
Galen of Pergamon. Robert Alan Thom. American Gallery.

Finalmente, hay que destacar que Galeno cambió la visión de la medicina. En su época, la profesión de médico era considerada como una profesión menor por los romanos, algo que hacían los extranjeros (griegos y egipcios principalmente) y/o esclavos, solo un poco mejor considerados que los cirujanos-barberos. Con el tiempo fue cambiando esta visión y el Imperio Romano reconoció la práctica de la medicina como un trabajo no exclusivo de la baja sociedad. Galeno fue clave en este cambio social, vistió la medicina de orgullo y sabiduría.

Andrés Vesalio

Después de los griegos y los romanos, Europa se adentró en una época de estancamiento. La visión clásica del cuerpo humano se mantuvo durante siglos, con sus errores y limitaciones, sin discusión, ni duda, solamente pura autoridad. Aristóteles, Hipócrates y especialmente Galeno fueron las referencias inamovibles. No se lograron evoluciones o cambios significativos en muchos campos científicos (incluso artísticos) hasta el renacimiento.

Retrato de Andreas Vesalius, o Andrés Vesalio, por Jan Stephan van Calcar, c. 1535-1545 Fine Art Images/Heritage Images/Getty Images

El renacimiento fue una época de cambio y florecimiento de las artes y las ciencias, siendo la referencia de hombre del renacimiento Leonardo da Vinci. Artista, biólogo, ingeniero, humanista, en la máxima acepción de la palabra humanista. Uno de sus varios intereses fue la anatomía y la fisiología, aunque su contribución en este campo no fue tan sobresaliente como en otros.

A nivel anatómico, el hombre del renacimiento fue Andrés Vesalio (Bruselas, 1514 – Zante, actual Grecia, 1564). Vesalio aportó uno de los mejores trabajos anatómicos de la época: De humani corporis fabrica. Y, como Galeno, fue un revolucionario.

Imagén de una versión de De humani corporis fabrica

¿Por qué fue un revolucionario?

Porque se enfrentó a las reglas y formas académicas de su tiempo. Porque defendía que la anatomía se aprende haciendo disecciones, no solo aceptando lo que te dicen o te muestran los demás (en su mayoría generados a partir de otras fuentes)

Con su obra descubrió los errores de las referencias clásicas y demostró que ninguna autoridad tiene que ser aceptada como una verdad inmutable. Construyó un nuevo bloque de conocimiento anatómico sobre el conocimiento clásico.

También se interesó por la fisiología, pero aceptó las limitaciones técnicas de su época, aceptando que la anatomía no era suficiente para desentrañar los mecanismos detrás de algunos sistemas u órganos, tales como el sistema nervioso en su conjunto o el cerebro en particular.

Siguiendo una fuerte pasión por el conocimiento y en función de las circunstancias de su época, se trasladó de Lovaina a París, luego a Padua (la joya del renacimiento), y finalmente a Madrid. El estudio de su vida muestra que en los ambientes más abiertos produjo sus principales aportes científicos. Su obra actualizó la anatomía y marco el camino a seguir, a través de la experimentación y el pensamiento crítico.

Segundos pensamientos:

  • No hay conocimiento estático, todo puede ser reconsiderado, reconstruido y mejorado.
  • No te dejes impresionar fácilmente, desarrolla tu propia opinión de forma crítica.  
  • Hay límites técnicos (y de tiempo), pero no límites de imaginación y de trabajo.

Giovanni Battista Morgagni

Tal como hemos visto, el Renacimiento representa un momento especial de la historia humana. Fue una época de nuevos descubrimientos y creaciones, tanto científicas como artísticas, que proporcionaron las semillas para el nacimiento de una nueva era. En el campo de la anatomía, grandes anatomistas siguieron a Vesalio, proporcionando nuevos conocimientos sobre la anatomía, incluso corrigiendo los trabajos de Vesalio. Impulsado por estas obras, surgió el comienzo de una nueva ciencia, la histología (Marcello Malpighi). En el futuro, la fusión de la anatomía y la fisiología formaron la piedra angular de la anatomía patológica.

Hablar del renacimiento es hablar de una selección de ciudades, es hablar de entornos creativos asentados en la Italia actual, donde el arte y la ciencia resurgieron y se expandieron. En las ciudades renacentistas, los artistas y científicos encontraron el ambiente propicio para cultivar sus ideas, y allí, en esa tierra fértil, nació Giovanni Battista Morgagni (25 de febrero de 1682 – 6 de diciembre de 1771).

Morgagni se dio a conocer pronto como un joven brillante, con un fuerte carácter crítico. Estudió en Bolonia, guiado por un gran anatomista, Antonio Valsalva, que fue alumno de Malpighi, ejemplo de la magnífica cadena académica de aquellos tiempos. Terminó el doctorado antes de cumplir los 20 años, impactó al tribunal de su tesis por su talento. Comenzó a trabajar con uno de sus profesores, ayudándolo en trabajos técnicos y académicos. Fue partidario del avance de la ciencia mediante el trabajo constante y la revisión de los conocimientos actuales y clásicos, prueba de ello fue la publicación de Adversaria anatómica (escritos anatómicos) una fantástica obra anatómica que le dio fama y reconocimiento, y le ayudó a lograr la silla anatómica de Padua, un lugar de prestigio. Cuando alcanzó el prestigio y la estabilidad en la universidad, (y a diferencia de Galeno y Vesalio), Morgagni se encontraba casado, con una buena posición social y padre de una numerosa familia (tuvo doce hijos) y, a partir de ese momento, permaneció el resto de su vida en Padua. Sus obligaciones académicas y familiares, su estabilidad profesional y su edad, probablemente podrían explicar que su ritmo de producción científica se ralentizará, pero, aunque no publicará nuevas obras nunca dejó de trabajar y lo mejor estaba por llegar.

Giovanni Battista Morgagni And Pathologic Anatomy. Robert Alan Thom. American Gallery.

Durante su vida profesional, Morgagni realizó y registró cientos de descripciones anatómicas, recopilando datos que lo llevarían a su publicación más importante. Con casi 80 años, publicó De sedibus et causis morborum per anatomen indigatis (Lugares y causas de las enfermedades, investigadas por la anatomía)

Imagén de una versión de De Sedibus, et Causis Morborum per Anatomen Indagatis

Aquí podemos marcar el comienzo de la patología anatómica. Esta tardía obra (al menos respecto a la vida del autor) reflejaba una vida de trabajo, que comenzó a escribirse muchos años antes de su publicación. Porque desde el inicio de su formación como médico, cuando paseaba con su profesor, y a lo largo de su carrera posterior, como profesor y médico, tomó notas de todas sus experiencias, por ejemplo, procedentes de las autopsias, de los comentarios de los pacientes o colegas, de las historias clínicas; y nunca dejó de hacerlo (constancia). Todos estos datos e información, recopilados a lo largo de su vida, se fusionaron y cristalizaron en este último trabajo, donde vinculó la enfermedad, la descripción anatómica y la clínica.

La repercusión de este trabajo cambió la forma de afrontar la enfermedad. Porque la visión clásica imaginaba la causa de la enfermedad como un desequilibrio de los humores corporales. Morgagni ofrece otra visión, ilustrada en la siguiente frase:

“La enfermedad es el grito de los órganos que sufren”

Postuló que la enfermedad se debe a fallos específicos del organismo y que los síntomas son las alteraciones o daños generadas por esos mismos fallos. Morgagni imaginó los órganos como parte de un todo; el fracaso de uno tiene consecuencias en los demás, incluso la muerte.

Para Morgagni la función de la medicina iba más allá de tratar los síntomas, para él la medicina debía, también, averiguar de dónde, y por qué, emergía el “grito” (los síntomas). Por lo tanto, la medicina debe basarse en la experimentación, la observación de la historia clínica y la observación biológica pre y post mortem. Así, Morgagni sembró el germen de la anatomía patológica, al cultivar la idea de que, además, de reconocer y detener el dolor, las ciencias de la salud, apoyándose en los últimos avances científicos, deben intentar comprender la enfermedad.   

Reconocer, comprender y describir la enfermedad es el objetivo de la patología anatómica.

Pensamientos finales:

• Mantén una mente abierta y humilde, pero valiente y segura, para crear y fusionar especialidades científicas.

• Compartir, recopilar y analizar datos veraces para transformarlos en nuevas ideas es la base de la ciencia

• Nunca te rindas, sigue aprendiendo y trabajando, porque nunca es tarde

“El genio vive, todo lo demás es mortal”

Epitafio grabado en la figura esquelética de luto de la Fabrica:

«Vivitur ingenio, caetera mortis erunt». Andrea Vesalio.

Agradeceré cualquier comentario sobre el texto, incluida la presentación del texto o problemas de contenido, discusión o propuestas de mejora, incluidos dibujos o ilustraciones sobre el tema. Estamos aprendiendo juntos, y seguimos aprendiendo.

Referencias:

  • Capítulos de: Historia del cerebro, Guadalmazán, Colección divulgación científica, J.R. Alonso.
  • Galeno (Enciclopedia de Filosofía de Stanford)
  • Vesalio (archive-it.org)
  • medlibhistj00020-0033.pdf (nih.gov)

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