La Atención Farmacéutica ha marcado un antes y un después en la forma de trabajar de muchos farmacéuticos. Hasta ese momento estábamos acostumbrados la gran mayoría de nosotros a ser simples vendedores de medicamentos, pero con la aparición de la AF dimos un paso adelante involucrándonos con el paciente con el fin de mejorar su calidad de vida: preguntamos si sus valores de glucemia son correctos, si su presión arterial está controlada, si sabe usar los inhaladores, qué síntomas tiene por si el antigripal que nos está solicitando es el más adecuado o consideramos que hay otro más indicado para su problema de salud… Aunque queda camino por hacer, hemos de reconocer que en poco tiempo hemos avanzado mucho. Pero tras cinco situaciones similares con pacientes que me solicitaron el mismo producto y a los que realicé las mismas preguntas llegando a las mismas conclusiones, me planteo ¿tal vez deberíamos de dar otro paso más adelante?
Hace un par de meses una paciente me pidió una caja de Aero Red (medicamento para el tratamiento de los gases). Desde que me enteré que normalmente la aparición gases se deben a comer rápido y tragar aire (aerofagia), siempre que dispenso una caja de Aero Red pregunto: comes rápido, ¿verdad? Y siempre los pacientes me han reconocido que sí.
Dispensaba el medicamento acompañado de unas pautas para comer más lento. Pero esta vez fui un poco más allá. Una persona puede ir un día con prisas y comer rápido, pero los usuarios de estos productos normalmente suelen comer rápido todos los días. El siguiente paso fue: ¿cómo es que comes rápido? ¿eres una persona nerviosa? ¿tienes ansiedad o estrés? Tras una breve charla, la paciente me reconoció que entre los dos niños pequeños que tiene y su situación laboral estaba pasando una época de bastante estrés.
También me comentó que tenía problemas para dormir y que cuando dormía no descansaba. Intenté hablarle del insomnio y del estrés (Documento de Consenso de SEFAC de Estrés e Insomnio ) y le proporcioné unas pautas para ayudarle con el insomnio (Protocolos de Indicación Farmacéutica y Criterios de Derivación al Médico en Síntomas Menores ) La paciente vino con la intención de comprar un producto y marcharse, pero se le proporcionó mucha más información: le hicimos ser consciente que tal vez la aparición de gases se debiera a comer rápido, le explicamos unas técnicas para comer más despacio y así hacer mejor la digestión, le hicimos ver que también hay un problema de estrés/insomnio detrás y le facilitamos una pautas para mejorar esta situación.
Desde que hablé con esta paciente, cada vez que me han pedido una caja para tratar los gases siempre he preguntado si comían rápido, si estaban con ansiedad o tenían problemas de insomnio. Y todos los pacientes (cinco en total) me han respondido que sí que comían rápido y que estaban pasando por una época de estrés o padecían de insomnio. No hemos realizado ningún estudio donde podamos concluir nada, pero es curioso estar detectando casos de insomnio/estrés cuando nos piden un producto para los gases
Es importante estar muy formados en farmacología, anatomía, indicación, dispensación, interacción de medicamentos… pero una parte muy importante que se nos escapa es escuchar a los pacientes y saber llegar a ellos. ¿Deberíamos dar este siguiente paso?
