Yo controlo… Y te controlo

LOS 40 PRINCIPALES
El control en las parejas a través de los dispositivos móviles es una práctica común y habitual.

A pesar de la abundante información de la que disponen las personas jóvenes de hoy relativa a la violencia de género, los resultados que aportan diversos estudios apuntan que la idea de control está presente en las parejas de adolescentes, ya que son más tolerantes con las conductas de violencia de control. De hecho, el 33% de las jóvenes considera aceptable que su pareja la controle, según el estudio “Percepción social de la violencia de género en la adolescencia y la juventud”.

“¿Te amenaza con mensajes en el móvil o Internet?”, “¿Ha difundido mensajes, insultos o imágenes tuyas por Internet o móvil sin tu permiso?”, “¿Te ha grabado sin que tú lo supieras?”, “¿Intenta saber quién te llama y escribe al móvil y tus contactos en las redes sociales?”.

Si eres una chica y las respuestas a estas preguntas respecto a tu pareja son, todas o en su mayoría, afirmativas, es que, seguramente, te encuentres en una relación de control, de dominio y de chantaje emocional. ¿Es esto lo que quieres para ti? Seguramente, no. Anotemos, pues, algunos indicadores de lo que debe ser una relación positiva y de respeto:

  • “Es tener confianza mutua y no comprobar si lo que hace o dice tu pareja es verdad”.
  • “Es compartir experiencias y momentos juntos, sin dejar de disfrutar de tiempo y espacio para ti misma, para estar con tus amigas, familia o realizar tu hobby favorito sin que te moleste que tu pareja también lo haga”.
  • “Es aceptar y respetar las opiniones, gustos, actividades y amistades de la otra persona”.

Estas preguntas e indicadores anteriores, y muchos más, podemos encontrarlos en diferentes páginas Web, luego os facilitamos algunas, cuyo público objetivo son, principalmente, chicas que sufren o pueden estar sufriendo violencia de género por parte de sus parejas. Pero si hemos destacado esas preguntas es porque las nuevas tecnologías, la telefonía móvil y, sobre todo, las redes sociales permiten ejercer nuevas formas de violencia de género entre las y los adolescentes, conocidos como los nativos digitales.

Algunos datos

Según el informe Jóvenes y Género. El estado de la cuestión, publicado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud el pasado mes de febrero y realizado a una muestra de 8.125 estudiantes de Educación Secundaria y Formación Profesional de 12 a 24 años en 2013, el 93,7% de la chicas encuestadas considera que “grabarla en móvil o en vídeo, o hacerle fotos sin que ella lo sepa” es maltrato; por su parte, en 9 puntos menos se sitúan los chicos, quienes el 84,7% considera que esta misma afirmación es maltrato.

Asustar, ofender y amenazar a través de mensajes enviados por la Red o por los móviles es maltrato para el 95,5% de las jóvenes y para el 85,9% de los jóvenes. Asimismo, y siempre la puntuación de las chicas mayor que la de los chicos, el 94,2% de las adolescentes creen que “difundir mensajes, insultos o imágenes suyas sin que ella hubiera dado permiso” es maltrato, frente al 85,7% de los adolescentes que así lo considera.

Más datos del mismo informe, también de chicas y chicos, también de las nuevas tecnologías:

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Elaboración propia a partir de los datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género (2013).

A estos, añadimos unos cuantos datos más, solo para dar cuenta de la (preocupante) situación actual en referencia a la violencia de género entre las y los jóvenes.

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Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE).

De la interpretación de estas cifras podemos afirmar que la violencia de género entre los más jóvenes ha aumentado de un año para otro. En concreto, las víctimas menores de edad de esta lacra social y a las que un juez otorgó orden de protección o medidas cautelares aumentó un 15,4% en 2014, respecto al año anterior, y un 6,4% fue el aumento de víctimas en las jóvenes de 18 y 19 años.

Uno de cada tres jóvenes ve aceptable controlar a la pareja

Seguimos con datos. El estudio Percepción de la violencia de gé­nero en la adolescencia y la juventud, promovido desde la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y cuyos resultados se han obtenido tras entrevistar a 2.457 jóvenes de 15 a 29 años, de ambos sexos y residentes en España, expone en el apartado “Violencia de control” que:

  • el 95-96% de las y los encuestados no acepta que pueda ejercerse control sobre las relaciones que la pareja tenga con sus amistades y familiares;
  • el 85-86% tampoco acepta que se pueda ejercer control sobre lo que puede hacer o no la pareja;
  • el 73% no acepta que se controle los horarios de la pareja;
  • pero el 33% ─uno de cada tres─ sí acepta “de alguna manera que pueda existir alguno de los tipos de control anteriores”.

Evidencia de que en las relaciones de pareja entre jóvenes y adolescentes están presenten diferentes actos de control ─relacionados con las nuevas tecnologías─, también son mostrados por otro informe del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, ¿Fuerte como papá? ¿Sensible como mamá? Identidades de género en la adolescencia , publicado en septiembre de 2015. El estudio, en el que se han encuestado a 2.514 jóvenes escolarizados de entre 14 y 19 años, muestra que ellas revisan más el móvil de sus novios; sin embargo, ellos difunden más mensajes e imágenes sin consentimiento de la pareja, envían más mensajes asustando u ofendiendo y graban o hacen más fotos sin permiso de la novia. Además, el 16,3% de las y los entrevistados está ‘bastante de acuerdo’ y ‘muy de acuerdo’ en considerar normal mirar el móvil de la pareja si piensa que le está siendo infiel. Este porcentaje es mayor en las chicas, las cuales creen que es lo normal en un 19,1% frente al 13,1% de los chicos.

INFOGRAFÍA VIOLENCIA ENTRE GÉNEROS
Fuente: Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud – FAD.

Maldito doble check azul

Me ha leído y no me contesta. Le ha llegado el WhatsApp porque está el doble check y sigue sin contestarme. ¡Ha leído mi WhatsApp porque aparece el doble check en azul y no me ha contestado! ¡¡Pero es que está en línea y no me dice nada!! Muchos son los chistes que circulan por las redes sociales respecto a parejas que han roto debido a este doble check azul. Es muy probable. Pero aún lo es más las broncas de pareja que ha generado el famoso doble check.

Informadoble-check-azul-whatsappciones como la última hora de conexión, estar en línea o el doble check que ofrece la aplicación para móviles WhatsApp facilitan el control en la parejas, sobre todo de adolescentes, quienes están pendientes de las redes sociales y del teléfono móvil 24 horas al día, quienes establecen y construyen sus relaciones sociales con iguales a través de las redes, quienes la comunicación la entienden con Internet de por medio y para quienes Facebook, Tuenti o Twitter son sus espacios de discusión y debate, donde se sienten cómodos y pueden ser las personas que desean ser.

redes sociales
Redes sociales, nuevos espacios de encuentro y socialización para las y los jóvenes.

Ianire Estébanez, psicóloga y creadora del Blog Mi novio me controla…lo normal, afirmaba en una entrevista radiofónica para el programa Tolerancia cero de Radio 5 que la capacidad de estar permanentemente conectado está generando nuevos conflictos en las parejas de jóvenes relacionados con celos, inseguridades y chantajes. Para Estébanez, las y los adolescentes, y sobre todo ellas, confunden interés con control, y celos con amor. Ellas creen que cuanto más les llame el novio, más mensajes les mande o más les controle a través de las redes sociales, más les ama. Lo que provoca una justificación y normalización del control, pues en ningún momento ellas se sienten víctimas de una potencial relación que culmine con malos tratos físicos.

En este mismo sentido se expresaba Ana Bella, presidenta de la Fundación que lleva su nombre y que atiende a supervivientes de violencia de género, en el reportaje “Sexismo a golpe de WhatsApp” publicado por EL PAÍS (20 de noviembre de 2013): “los adolescentes no perciben las señales de alarma que muestran esas relaciones abusivas y ese patrón termina alimentándose”. Y es que las redes sociales y el móvil facilitan las situaciones de control ya que las parejas de adolescentes trasladan su relación afectiva a la Red.

“Se está llevando a lo virtual la mala idea del amor romántico: parece que debemos estar presentes en las redes sociales para demostrar [publicar] constantemente lo que quieres a tu pareja”, afirma Estébanez, quien cree que este control virtual pasa, en cuestión de más o menos tiempo, a la vida real, cotidiana, a la vida off line, pues considera que aquel que controla en las redes también lo hace fuera de ellas.

En esta misma línea, la página Web Pantallas Amigas, fundada y dirigida por Jorge Flores ─licenciado en Informática y autor de publicaciones sobre el uso seguro de las nuevas tecnologías─, considera en relación a los nuevos contextos y formas de violencia de género que permite Internet que “la victimización de las mujeres on line cobra especial relevancia impulsada por dos características adicionales que presenta la Red:

  • La facilidad para hacer daño, ayudada por un alto grado de impunidad y las dificultades para mantener la privacidad.
  • El contacto permanente con la víctima, en forma de control, que el agresor puede mantener de manera especial con la popularización de smartphones, redes sociales y Apps de mensajería instantánea”.
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Internet, nuevo espacio donde ejercer la violencia de género.

Nuevos cibertérminos relacionados con la violencia de género

Cibervenganza. Para Ianire Estébanez este concepto se pone en marcha, en la mayoría de los casos, cuando la relación se ha dejado. Y consiste en intimidar, amenazar, chantajear y humillar a la víctima empleando como escenario la Red y como objeto, fotos y vídeos de la víctima que envió en la más estricta intimidad a su ex pareja cuando la relación estaba en pie. En esta situación de cibervenganza Estébanez afirma que la mayoría de las víctimas son ellas, las chicas, las cuales son tildadas de ‘guarras’ y ellos son considerados los ‘machotes’.

Este concepto de cibervenganza conecta, de lleno, con el fenómeno del sexting. Veamos qué es según Pantallas Amigas: VÍDEO

La falta de cultura de privacidad e intimidad, la poco consciencia de los riesgos del uso de Internet, el exceso de confianza y el despertar sexual precoz de las y los adolescentes son el mix perfecto para no poner barreras al sexting que, según Pantalla Amigas, “consiste en la difusión o publicación de contenidos ─principalmente fotografías o vídeos─ de tipo sexual, producidos por el propio remitente, utilizando para ello el teléfono móvil u otro dispositivo tecnológico”. Una de las características principales es la voluntariedad con la que el protagonista se hace, o deja hacerse, una foto o vídeo para enviar ese material a la pareja, a algún amigo o a aquella persona con la que se quiere flirtear. Pero el problema (y grave) surge cuando ese material escapa al control del protagonista para difundirse en las redes sociales y en diferentes dispositivos móviles: una vez la foto o el vídeo se ha enviado, reenviado y difundido, ya no hay marcha atrás.

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Sexting y sextorsión.

Sextorsión

¿Cuántas chicas se hacen fotos comprometidas y las envían a sus novios bien porque quieren o porque se sienten inducidas a ello? ¿Cuántos novios, después de que las chicas hayan puesto fin a la relación, emplean esas fotos para chantajearlas y/o vengarse de ellas y las reenvían a sus contactos, a sus grupos de WhatsApp o, simplemente, las cuelgan en Internet para humillarlas? Son muchas y muchos. Y este ciberchantaje también tiene nombre, sextorsión, que, tal y como apunta el profesor de la Universidad CEU-Cardenal Herrera, Juan Pardo Albiach en el libro La Violencia de Género en la Adolescencia, “Las fotografías o vídeos de contenido sexual, en manos de la persona inadecuada, puede constituir un elemento para extorsionar o chantajear al protagonista de las imágenes. Se llama «sextorsión» al chantaje en el que alguien (menor o mayor de edad) utiliza estos contenidos para obtener algo de la víctima, amenazando con su publicación”.

En definitiva, hablamos de un nuevo contexto donde ejercer violencia contra las mujeres. Una violencia que ha encontrado nuevas formas de expresarse y realizarse a través de la Red. Nuevas formas que son, si cabe, más difíciles de atajar. En definitiva, hablamos de la ciberviolencia de género.

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Cartel de la campaña ‘Cuéntalo. Hay salida a la violencia de género’.

Hay salida

Seguimos con la idea del control a través de la redes en los adolescentes. Pero, esta vez, en clave positiva. ‘Cuéntalo. Hay salida a la violencia de género’ es el lema de la última campaña de sensibilización lanzada por el Ministerio de Sanidad, Servicio Sociales e Igualdad contra la violencia de género. Dos chicas jóvenes, muy jóvenes, protagonizan el vídeo. Una de ellas ya ha pasado, y superado, una situación de control obsesivo por parte de su ex pareja (de hecho es la protagonista del vídeo de la anterior campaña), la otra lo está viviendo en sus carnes: un mensaje de móvil, otro y seguidamente, otro más. La que ya lo ha pasado, le aconseja, le anima a llamar al 016 y seguir con su vida. Un claro mensaje positivo que, como bien versa su lema, ‘hay salida’ a la violencia de género, y cuanto antes se denuncie, mejor. Pues como apunta Estébanez en la entrevista radiofónica, a las primeras señales de limitación de la libertad personal por parte de la pareja hay que denunciar. “Es más fácil atajar el problema cuando está surgiendo”, afirma.

Veamos la campaña en su formato audiovisual.

Sin embargo, este vídeo no deja de ser una puesta en escena (pura y cruda, eso sí) de la realidad. Cuando alguien, una adolescente en este caso, conoce de primera mano el testimonio de otra que ha pasado y superado lo mismo que ella está sufriendo, concede mayor credibilidad a los consejos, pues no es lo mismo que te lo cuente una igual que una famosa actriz vía televisiva. Escuchemos ahora la historia de Ana:

Tolerancia cero
Jueves, de 19:05 a 19:30h.

Ana es una joven de 25 años, 23 cuando contó su historia, también en el programa de radio Tolerancia cero de Radio 5, en el año 2013. Pero su historia, su terrible historia, comienza cuando ella tenía 18. Conoce a un chico de su barrio. Al principio, todo muy bien, claro. Luego el chico empieza a enfadarse por tonterías, a responsabilizar a Ana de esas tonterías, a manipularla, a controlarla a través de programas espías ─software que permite recopilar información, como llamadas, contraseñas, conversaciones vía WhatsApp, etc. de los dispositivos de la persona a la que se quiere controlar, vigilar o espiar─… Ana acude a una psicóloga que, por irresponsabilidad, escasa formación profesional y/o falta de sensibilidad, le dice que el maltrato que ha sufrido es por su culpa, porque tiene el síndrome de Teresa de Calcula ─aplicar el lema ‘ayudar al prójimo’ de manera desmesurada, olvidándose de uno mismo─. Ana ya no quiere más ayuda, y se pregunta “¿cómo va a ser culpa mía que mi ex pareja me haya maltratado?”. Afortunadamente, y a pesar de sus reticencias, acude a Fundación Luz Casanova, entidad sin ánimo de lucro dedicada, entre otras tareas, a la atención integral de mujeres y menores víctimas de violencia de género, donde por fin encuentra salida a su infierno.

Quizá la historia de Ana conecte mejor con las jóvenes que pueden estar sufriendo control y abuso por parte de sus parejas, quizá se decidan a pedir ayuda. Porque Ana es una joven como ellas.

Tecnologías, ni buenas ni malas

Las aplicaciones para dispositivos móviles, las redes sociales y, en definitiva, las nuevas tecnologías no son ni buenas ni malas en sí mismas. Como casi todo en esta vida, depende del uso que el ser humano haga de ellas. Y es en este punto cuando también, gracias al enorme potencial y la infinidad de posibilidades que estas tecnologías nos proporcionan, podemos emplearlas y ponerlas al servicio de la lucha contra la violencia de género.

Desde la prevención más incipiente hasta la denuncia desesperada existen diferentes servicios on line que víctimas y familiares pueden consultar. Veámoslos.

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Programa de atención para adolescentes víctimas de violencia de género, Comunidad de Madrid.

Un primer nivel básico donde las adolescentes pueden encontrar información sobre lo que es una relación sana y positiva o, por el contrario, una relación abusiva y de control son páginas Web como Adolescentes sin violencia de género, también presente en las diferentes redes sociales; Vida sin violencia, en su apartado dedicado a jóvenes; Fundación ANAR, programa NO TE CORTES de la Comunidad de Madrid; Enrédate sin machismos, del Cabildo de Tenerife; No más violencia de género o el ya mencionado Blog Mi novio me controla…lo normal. Además de esta información básica para detectar si una joven se encuentra en una relación de control y qué debe hacer ante ella, algunas de estas páginas Web ofrecen recursos didácticos al profesorado para que este pueda aplicarlo en sus clases y contribuir, de esta formar, a la erradicación de la violencia de género desde las aulas escolares.

Sin embargo, al fin y al cabo, este servicio de información no deja de ser un mero traslado de contenido del papel a la pantalla. Por ello, lo que de verdad resulta atractivo –y eficaz, que es lo que se pretende en última instancia─ es que a través de estas páginas Web permiten a las y los jóvenes conocer y descargarse aplicaciones para el móvil.

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App ‘enREDatesinmachismo’, del Cabildo de Tenerife.
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App ‘Libres’.

De carácter interactivo, entretenido y lúdico, los diferentes gobiernos autonómicos han creado, para acompañar a las tradicionales campañas de sensibilización, Apps dirigidas al público más joven, quien está permanentemente conectado a la Red a través de sus dispositivos móviles. En este sentido, aplicaciones como Relación sana  (Región de Murcia), Detecta amor (Andalucía), SMS Amor 3.0 ¡Actualízate! (Canarias) o Enrédate sin machismo (Tenerife) ofrecen cuestionarios, tan bien recibidos por las y los adolescentes, para que chequeen su relación mediante una serie de preguntas, reflexionen y tomen sus decisiones. También existen otras, como Libres, ya presentada en el 2013 y cuya característica principal es la confidencialidad, ya que es una aplicación que permanece oculta en el menú del teléfono móvil para que la víctima se sienta más segura, o Ana Bella, App que lleva el mismo nombre de la Fundación y que permite a las mujeres que sufren malos tratos estar acompañadas de mujeres supervivientes que han pasado y superado el mismo calvario.

No todo es negro

Alarmantes. Así podríamos definir los datos arrojados al inicio de este reportaje. Pero no todo es negro. No todos las y los adolescentes son inconscientes ante el riesgo de la violencia de género. Las y los hay sensibilizados, concienciados y dispuestos a ponerle freno a tal lacra social.

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El cartel ‘Eres mi amor’, tercer premio en el I Concurso Nacional por la Igualdad y Contra la Violencia de Género.

Este es el caso de cuatro estudiantes de Audiovisuales del Instituto Mendizabala de Vitoria. En dos minutos, estos jóvenes han plasmado el problema de la violencia contra las mujeres con gran sutiliza y delicadeza, sin recurrir a tópicos e imágenes impactantes. Abre los ojos es el título de su trabajo, un corto galardonado con el primer premio en el I Concurso Nacional por la Igualdad y Contra la Violencia de Género, convocado por la Fundación Mutua Madrileña, y que muestra una misma relación de pareja desde dos prismas: una buena y una mala relación.

Amar é sinónimo de respectar (Amar es sinónimo de respetar). Es el título de otro vídeo galardonado. En este caso, un grupo de alumnos de 3º de la E.S.O del instituto Xulián Magariños, en Negreira (Coruña) ha obtenido el segundo premio del Parlamento de Galicia por su trabajo audiovisual, en el que reflexionan sobre las relaciones de pareja en los adolescentes y se posicionan en contra de la violencia de género.

Con ellas y ellos, con estos adolescentes concienciados, dispuestos a combatir la violencia de género desde el esfuerzo y el tesón, vemos que sí hay salida. Pero es trabajo de todos, comunidad educativa y familia en especial, que las y los jóvenes hagan un uso seguro, concienciado y responsable de las redes sociales y Apps de mensajería instantánea para evitar los ciberfenómenos que anotábamos más arriba: sexting, sextorsión, cibervenganza y ciberviolencia de género.

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