Ciudadanía

De forma breve, la ciudadanía consiste en un reconocimiento social, jurídico y político por el que una persona adquiere ciertos derechos y deberes que le caracterizan como miembro activo y de pleno derecho de la comunidad.Si bien la noción de ciudadanía tiene una larga historia, que se remonta a los reformadores políticos y autores clásicos de Grecia y Roma y está presente en autores y corrientes clave del pensamiento político occidental, durante el siglo XX había estado fuera del foco de la teoría política. Baste señalar que, p. e., no merecía un capítulo propio en el manual de teoría política de G. Sartori: Elementos de teoría política (Madrid, 1992 [ed. it. 1987]); que su voz estaba ausente de las sucesivas ediciones del Diccionario de Política de N. Bobbio et al. (Méjico, ed. esp. 1998), tratándose de una obra en 2 volúmenes, con entradas para todos los conceptos relevantes de política; o que tampoco merecía uno propio entre los 28 encabezamientos del compendio de R. E. Goodin y P. Petit (eds.): A Companion to Contemporary Political Philosophy (Londres, 1993).

En la última década y media del siglo XX se produce un cambio en la atención hacia el concepto y la realidad de la ciudadanía y a mediados de los años noventa ya aparecen los primeros artículos de revisión bibliográfica que evidencia el cambio, como el de W. Kymlicka y W. Norman: “Return of the Citizen: A Survey of Recent Work on Citizenship Theory” (Ethics, 1993). Un interés que no habría dejado de crecer desde entonces, como se ve tanto por la gran producción bibliográfica dedicada a esta cuestión como por el hecho de constituir un horizonte prioritario de los Programas de acción política de la Unión Europea (como, p. e., Europa con los ciudadanos 2007-2013 y 2014-2020).

Este renacer de la ciudadanía parece responder a unos cambios que plantean retos fundamentales. Por un parte, la pérdida de efectividad de algunas de sus atribuciones normativas, jurídicas y políticas tradicionales en un mundo complejo y globalizado. Por otra, la aparición de entornos y prácticas socioculturales nuevos que requieren una noción más amplia de ciudadanía.

Como en el caso de la democracia, se plantea aquí igualmente la necesidad de enfrentar una serie de retos para mantener vivo el sentido y la realidad de la ciudadanía, ajustando así este concepto político clásico al mundo de hoy. 

Esquema de temas:

Volver a Presentación