La autorregulación mediática, a debate en el IV Congreso Internacional de Ética de la Comunicación

La autorregulación mediática, a debate en el IV Congreso Internacional de Ética de la Comunicación
Organizadores del congreso con Elena Real.

Ética y deontología del periodismo, independencia del periodista, autorregulación, corregulación y regulación, precarización laboral, nuevas tecnologías, accountability, responsabilidad social… Todos estos conceptos fueron los protagonistas de las múltiples conferencias y charlas que tuvieron lugar en el IV Congreso Internacional de Ética de la Comunicación, celebrado los días 23 y 24 de marzo en la Universidad de Sevilla y organizado por esta misma institución –con el profesor Juan Carlos Suárez al frente- junto con las universidades Autónoma de México –Luis Alfonso Guadarrama- y la Pompeu Fabra –Ruth Rodríguez y Marcel Mauri-.

La profesora Elena Real Rodríguez (Universidad Complutense de Madrid) fue la encargada de inaugurar el congreso con la conferencia “Autorregulación profesional y comunicativa frente a la regulación en el Periodismo español: sentido, justificación y complementariedad”. En la primera parte de su intervención, Real analizó la situación actual –y nada alentadora- del periodismo y los profesionales que lo ejercen. En este sentido, y de manera genérica, apeló a la ética y deontología como máxima que guíe en el ejercicio periodístico, para lo cual la profesión se debe de armar de herramientas que le permitan ejercer con responsabilidad su función de informar libremente. Asimismo, y de forma más concreta, lamentó la falta de autorregulación de la profesión, de unas reglas del juego compartidas y asumidas por todos los implicados. Algo que se ve todavía más perjudicado por la crisis económica –que conlleva una precariedad laboral- y por la irrupción de las nuevas tecnologías –que en vez de ayudar a los periodistas vienen a convertirlos en hombres orquesta-.

La autorregulación mediática, a debate en el IV Congreso Internacional de Ética de la Comunicación
De izda. a dcha.: J.C. Suárez, Elena Real y L.A. Guadarrama.

En la segunda parte de la conferencia la profesora de la Complutense se centró en la distinción entre la autorregulación del profesional, aquella que pertenece de manera exclusiva a los periodistas, y la autorregulación comunicativa, la relativa a las empresas mediáticas y, por extensión, a la ciudadanía. Para Real, la ecuación perfecta para un periodismo ético y veraz es la corregulación, donde el máximo protagonismo lo tenga la autorregulación del periodista y el mínimo lo ofrezca la regulación institucional –un marco jurídico-. Es decir, Real habla de un voluntarismo profesional que parta de un conocimiento previo de las reglas del juego, las cuales se encuentran, por ejemplo, en libros de estilo y códigos, y cuyo conocimiento depende tanto del medio –que ha de comunicárselo a sus profesionales- como del periodista –que debe preocuparse por conocer el contenido de dichos documentos-.

Con el tema de la colegiación –no ausente de polémica- finalizó su intervención. Real considera una gran desventaja que la colegiación de los periodistas sea voluntaria y no obligatoria ya que, en este sentido, se pregunta quién supervisa el ejercicio de la profesión, quién puede obligar a la formación continua de los profesionales o quién controla el cumplimiento o no de los códigos deontológicos.  Estas funciones deberían asumirlas, según la profesora, los colegios de profesionales, cuyo fundamento base es dotar de autonomía y responsabilidad a la profesión y no actuar de cortapisa. Ante este problema, Real propone que los diferentes consejos y asociaciones de periodistas –que funcionan con la autorregulación comunicativa y no con la profesional- dejen a los colegios el ejercicio exclusivo de la deontología y, por su parte, que estos sean capaces de crear una Comisión General de Colegios sin que ello signifique la desaparición de tales asociaciones, las cuales desempeñan otras muchas funciones.

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Sesión de conferencias sobre participación ciudadana en los medios.

Participación ciudadana y accountability

Estos términos fueron los conceptos clave en las siguientes sesiones de conferencias, donde, por un lado, destacó la comunicación de Mercedes Muñoz –la encargada de exponerla- y Ana Azurmendi (ambas de la Universidad de Navarra y miembros del Proyecto I+D+i Retos de la Televisión Autonómica) en la que analizaban la visibilidad y el funcionamiento de los mecanismos de los que dispone la ciudadanía para participar en el ente público RTVE y en las diferentes cadenas autonómicas, también públicas. Mecanismos que reciben diversos nombres según el medio –Consejo Asesor, Defensor de la Audiencia, Portal de Transparencia- pero que comparten un problema principal: el enorme desconocimiento, y por tanto nulo uso, por parte de la ciudadanía.

Por otro lado, la rendición de cuentas o accountability en las empresas mediáticas acaparó toda una sesión de conferencias en la que, por cercanía geográfica, destacamos la investigación que están llevando a cabo Amparo López (Universidad Jaime I), Marta Pérez (Universidad de Santiago de Compostela) y Adoración Merino (Universidad Internacional de La Rioja), en la que analizan cómo las televisiones autonómicas rinden cuentas de manera extra oficial a través de sus trabajadores. En concreto, analizan los casos de Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana, que mediante blogs no oficiales están desarrollando las funciones que les corresponderían a sus empresas en cuanto a accountability se refiere. En el caso de la desaparecida RTVV es el blog Mildenou (Plataforma d’afectats i afectades per l’ERO a RTVV) quien rinde cuentas a la ciudadanía sobre la actuación de la antigua Canal 9.

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Sesión de conferencias sobre accountability.

Ética… en todo

En el congreso se habló de la ética en la publicidad, en el periodismo económico, en la ficción televisiva, en su impartición –más bien falta de impartición- en la universidad, en el tratamiento de la inmigración y también de la violencia de género. Y en esta última vertiente participó nuestra compañera y miembro del Proyecto FFI2013-42443-R Aurora Edo, quien expuso su comunicación acerca del tratamiento informativo de las noticias sobre violencia contra las mujeres en la prensa junto con otras conferenciantes que hablaron sobre el sexismo en la comunicación, sobre el diferente tratamiento de hombres y mujeres en las revistas españolas o sobre la presencia de la violencia machista en los telediarios, entre otros temas relacionados con mujer y comunicación.

La autorregulación mediática, a debate en el IV Congreso Internacional de Ética de la Comunicación
Mesa redonda «Análisis de los instrumentos de rendición de cuentas desde la óptica de agentes profesionales».

Pero si algo resultó interesante, enriquecedor y, por qué no, polémico, fue el debate que surgió en la mesa redonda  “Análisis de los instrumentos de rendición de cuentas desde la óptica de agentes profesionales”, donde participaron representantes de los Consejos Audiovisuales -Carmen Fernández, consejera del CAA, Salvador Alsius, vicepresidente del CAC-, de la Asociación de la Prensa de Huelva, Rafael Terán, presidente, del Sindicato de Periodistas de Andalucía, Clara Aurrecoechea, secretaria de Tesorería, y de la FAPE, Elsa González, presidenta. En esta mesa se manifestaron los defensores de la regulación, que abogan por la aprobación de una ley estatal en comunicación con capacidad sancionadora –Fernández y Aurrecoechea-, frente a los que prefieren la autorregulación, como la presidenta de la FAPE, como único método –con sus diferentes mecanismos- para rendir cuentas. Otros, el caso de Terán, consideran que mecanismos ya existen los suficientes, pero que el problema viene determinado por los propios profesionales, quienes los desconocen  y tampoco hacen nada para reivindicar la profesionalización de su trabajo. Frente a esta responsabilidad del periodista, para Fernández y Aurrecoechea son las empresas mediáticas las culpables de la crisis de credibilidad en la que se encuentra sumido el periodismo.

Sin embargo, si hay algo en lo que los componentes de esta mesa y demás conferenciantes del congreso están de acuerdo es que el periodismo no está cumpliendo su función de servicio público, no está informado libre, veraz, ética e independientemente, que la ética periodística comienza en la ética personal de cada uno y que la democracia está en peligro si el periodismo no se ejerce con responsabilidad.

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