Hugo Aznar, nuevo miembro de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la FAPE

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Hugo Aznar

Hugo Aznar, IP de nuestra Línea ha sido elegido para formar parte del órgano autorregulador de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE)Este nombramiento, aprobado por unanimidad por el Patronato de la Fundación, supone un reconocimiento a su larga trayectoria dedicada a la ética y la deontología de la comunicación, así como a la autorregulación.

En este sentido, sus artículos y libros especializados en ética y deontología de la profesión periodística son un referente en la materia y se encuentran entre los más citados en castellano sobre deontología y autorregulación periodística (Google Schoolar). Recientemente  ha dirigido la tesis de Juan Serrano, titulada “La autorregulación deontológica de los medios a través del Consejo de Prensa. Análisis de las 100 primeras resoluciones de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo (2004-2015)”, y centrada en el análisis de la labor de la Comisión. La tesis ya ha sido empleada por el  Centre for Media Pluralism and Media Freedom del Centro Robert Schuman de Estudios Avanzados sobre la UE, perteneciente al Instituto Universitario Europeo (EUI) de Florencia, para la elaboración de la edición de 2016 del Media Pluralism Monitor, que analiza la situación del pluralismo mediático en 30 países de la Unión Europea.

A partir de ahora, Hugo Aznar forma pues parte de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo, presidida por Rafael de Mendizábal, y cuya misión es velar por el cumplimiento del Código Deontológico de la FAPE. La Comisión representa un ejemplo de un mecanismos de autorregulación ya que recibe las quejas de los afectados por una supuesta actuación informativa incorrecta de los medios de comunicación, analiza si dicha queja  viola o no alguno de los preceptos del Código de la profesión periodística y emite una Resolución condenatoria o no, sin otra capacidad sancionadora que su peso moral y su difusión pública.

La autorregulación supone una contribución esencial para la configuración de una democracia deliberativa, ya que los agentes de la sociedad civil pueden contribuir mediante ella a la gobernanza de sociedades cada vez más complejas, temas centrales de nuestra línea de investigación y que han de configurar el núcleo de nuestro próximo Proyecto nacional.

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