Por María Millano y Mer Blanes
El pasado 27 de febrero tuvimos la visita en la universidad del catedrático de la Michigan State University, Manuel Chávez, quien colaborará con el equipo en el proyecto PID 2021-124969 NB-I00. Ofreció una charla a los estudiantes de 4º curso de Ciencias Políticas sobre las complejas dinámicas del nacionalismo en Estados Unidos, en particular en relación con la influencia de figuras como Donald Trump y los desafíos que plantea para la sociedad contemporánea.
Chávez comenzó su exposición destacando cómo Trump ha generado una base de seguidores fervientes que aceptan sin cuestionamientos sus afirmaciones, independientemente de su veracidad. Este fenómeno, señaló el catedrático, está intrínsecamente ligado al resurgimiento del nacionalismo en el país.
En un análisis sociológico, Chávez delineó cómo se manifiesta un racismo sutil pero persistente en la sociedad estadounidense, dirigido hacia diferentes grupos étnicos y raciales a lo largo de la historia. Desde los irlandeses hasta los hispanos, la discriminación ha sido una constante en la experiencia estadounidense.
También examinó cómo la llegada de migrantes ha exacerbado las tensiones sociales, especialmente en las zonas rurales donde la población blanca estadounidense se siente amenazada por los cambios demográficos y económicos. Esta percepción errónea de que los migrantes reciben ayuda del gobierno, subrayó Chávez, alimenta el temor y la xenofobia.
La resistencia a la globalización y el deseo de mantener un statu quo que beneficie a ciertos sectores de la población son elementos clave del nacionalismo estadounidense, explicó Chávez. Esta resistencia se ha traducido en un discurso político polarizado, alimentado por la propagación de información falsa y la demonización del «otro» político.
La conferencia también abordó las consecuencias del ataque al Capitolio y la retórica inflamatoria de Trump, que continúa socavando la democracia al sembrar dudas sobre la integridad del sistema electoral.
De este modo, el catedrático Manuel Chávez enfatizó la importancia de superar las divisiones políticas y abrazar la diversidad como un valor fundamental para el futuro de Estados Unidos. La conferencia proporcionó una perspectiva esclarecedora sobre los desafíos que enfrenta la sociedad estadounidense en la actualidad y la necesidad de un diálogo constructivo para avanzar hacia un futuro más inclusivo y justo.
Tras la conferencia, el catedrático nos ofreció algunos minutos para entrevistarle e indagar en la cuestión desde una perspectiva más enfocada a la comunicación política.
Teniendo en cuenta el asalto al Capitolio en EE. UU y la narrativa que se ha creado al respecto, ¿qué impacto cree que tiene en la opinión pública que la ciudadanía tiene sobre las instituciones democráticas?
Estoy convencido de que el ataque al Capitolio quedará registrado históricamente como el evento que marcó a Trump y no como presidente, sino como alguien que consideraba que a cualquier precio tenía que estar en el control político del país. Creo que mucha gente joven que lo vivió está de acuerdo en participar políticamente, pero no están de acuerdo con la violencia.
El ataque al Capitolio no fue solo algo simbólico, sino que fue violencia e insurrección, es sedición, lo que está en el Código Penal. Aquel día dejó en la sociedad americana una herida que sigue abierta, donde la gente no está de acuerdo, sabe que así no deben ser las cosas y que le traerá consecuencias a Trump. Quienes fueron testigos están ahora en contra de la violencia, que no puede ser tolerada en los Estados Unidos.
Desde España se percibe que fue un ataque a una institución prácticamente considerada sagrada.
Claro, incluso Trump pidió al grupo que lo estaba haciendo que presionaran al vicepresidente que estaba haciendo el cuenteo para que cambiase su voto. Y que si Mike Pence no cambiaba su voto era antipatriota. De modo que no es ataque solo a las instituciones, sino también a las figuras políticas más importantes de los Estados Unidos. A fin de cuentas, lo que está en medio de todo es la democracia, que es algo que debe ser sagrado para cualquier país.
Continuando con la figura de Trump, en clase ha comentado que pueden recaer sobre él sentencias muy graves. Sin embargo, le estamos viendo imparable en las primarias republicanas, ¿cómo cree que pueden afectar las sentencias su imagen?
Creo que esa va a ser una variable importante. Él tiene una base que no lo va a dejar, pero muchos republicanos no saben a quién votar porque no están de acuerdo con la violencia. No creo que haya un tercer candidato ya, pero los que no le apoyan o no votan o votan demócrata.
Si pensamos en las futuras elecciones, suponiendo que Trump ganara las primarias del partido republicano, ¿considera que acallaría o apartaría a las voces contrarias a él que han surgido en su propio partido?
Yo creo que sí, si consigue salir en las primarias tiene como prioridad ganarse a todos los votantes republicanos que están fuera de su control y con ellos necesitará una estrategia conciliadora. Si no lo hace se le va a hacer muy difícil, porque puede que no tenga todo el voto republicano. Pero también es una persona, desafortunadamente para él, vengativa, que puede llegar a amenazar e intimidar.
De hecho, hubo una entrevista en la que un periodista le preguntó que si fuera elegido qué haría con los políticos y periodistas que le han atacado, si los reprimiría. A lo que contestó en tono de broma: “solo el primer año”. Trata de intimidar y dejar el mensaje de que si no estás con él te va a reprimir. Es el abusón clásico y lo hace abiertamente.
Por el contrario, si las sentencias no le permiten presentarse a las elecciones, ¿cómo se actuaría a nivel de comunicación política en el partido republicano para no perder los seguidores que tenía Trump asegurados?
Gran pregunta, muy complicada hasta para los republicanos. Sus analistas y estrategas están ahora manejando todos los escenarios, cómo se va a controlar la base. El hecho de que se pueda presentar como candidato independiente no parece ya plausible, lo que puede hacer que reduzca el número de votos para los ganadores.
Pero claro, ¿quién va a representar a los republicanos? esa va a ser la película interesante. Ahí hay que ver esos republicanos que no son de su base por quién votarían, estoy seguro de que no por Trump, pero ¿por alguien que va a perder? Pues no sé.
Se ve por todos lados algo difícil, porque del lado demócrata no sabemos si Biden va a aceptar la nominación del partido, aunque ya la tenga asegurada. Son escenarios que estoy seguro de que los estrategas del partido republicano están tratando de encontrar los posibles escenarios.
Dentro del fenómeno Trump, queríamos comentar su uso de las redes sociales, aunque desde agosto no publica nada en Twitter. Aun así, ha hecho gran uso y promovido incluso su propia red social. Estas tendencias de nuevos tipos de comunicación crean echo chambers (medios de comunicación y redes sociales en el que los participantes tienden a encontrar ideas que amplifican y refuerzan sus propias creencias), ¿cree que se han fomentado ahora o vienen de antes?
Estas “cajas de eco” probablemente nacieron con Obama, él llegaba como alguien completamente nuevo, había derrotado a Hilary… lo que te demuestra que las convenciones en julio de los partidos son clave, ya que ella estaba segura de que iba a ganar la elección de 2008, pero cuando llegan a la nominación Obama consolida su apoyo. Aunque, desafortunadamente, considero que ese era el tiempo de una mujer.
Pero bueno, Obama compitió las elecciones contra Romney a quien ganó. Fue en la segunda elección cuando noté sociológicamente que la gente ya no esperaba que ganara Obama. Entonces empezó a surgir algo que siempre había estado latente: la discriminación. A partir de 2012 televisiones como FOX empiezan a hacerse más partidistas y al poco tiempo llega Trump, que desde candidato ataca a la prensa. Antes los presidentes atacaban a la prensa, pero un candidato no, porque sabía que la prensa lo tenía que cubrir, sin embargo, Trump es el primero que rompe esa regla. Además, él llega en un momento en que Twitter le permitía presentar lo que él quería sin intermediarios.
Se da cuenta de que FOX está con los republicanos y se acerca a ellos para que le apoyen, no sé si fue una decisión de Murdoch o del jefe de noticias, pero es en ese momento cuando se hacen más evidentes los echo chambers. Además, como contraposición NBC hace lo mismo, pero del lado demócrata. Entonces creo que su crecimiento viene desde 2015 y también es producto de la polarización.
Desde la prensa, ¿cree que hay alguna posibilidad de que reviertan y controlen estas cajas de eco?
Puede ser, porque los medios tradicionales siempre lo han criticado y han estado en el centro. Consideran que esto no puede ser y avisan a los votantes de que tengan cuidado, porque puede que vean noticias en algunas cadenas que realmente no son noticias, sino opinión. De hecho, FOX News ha tenido algunas demandas por dar información falsa. La forma en que han podido evitar la demanda es diciendo que no dan noticias, sino opinión. Cuando realmente su contenido se presenta como información. Entonces la gente no ha podido separar entre opinión y noticia y se han quedado con la misinformación.
Toda la misinformación por parte de ambos partidos, juega en contra de articular una opinión pública realmente informada. Entonces, ¿qué estrategias puede adoptar un ciudadano estadounidense para tratar de cuidar la higiene pública de su opinión?
Hay un término, news avoidance, que es cuando la gente ya no quiere ver noticias, ver la tele… porque están hartos de la negatividad y la polarización. Esto me asusta, aunque a veces sufrimos viendo cómo se cuentan ciertas cosas. Creo que el votante medio tiene un reto muy importante. Primero, es lo que se llama media literacy, que es educación mediática, conciencia, saber que no todo lo que viene de los medios es necesariamente cierto, que hay enfoques. Pero eso es algo que va a tardar generaciones.
También creo que debe haber una regulación. En los países nórdicos hay un modelo donde el sistema de responsabilidad social de los medios es fundamental. Se indica qué es opinión y qué son noticias, eso es lo que creo que se debe hacer.
Lo fundamental es la educación cívica, saber cómo es el proceso de elección de los candidatos… y el hecho de que la gente tiene que asumir estar informada para participar en la democracia. Esta no es una garantía, no tenemos garantizado cómo va a funcionar el aparato electoral y ahí todos debemos tener una participación seria. Si alguien me está dando información falsa hay que ser consciente de que no puede ser.
Ahora bien, no creo que sea posible. En términos de educación mediática nos va a llevar algunas generaciones lograrlo. Creo que es posible, pero es un gran reto, es lo que debemos hacer los académicos, dar difusión para tratar de mejorar la calidad de la democracia. Pero sin duda es una gran tarea.