Aftas o «llagas» bucales ¿Qué son, por qué tengo y qué hago?

En numerosas ocasiones tenemos pequeñas lesiones en mucosa oral que pueden producir molestias e, incluso, con frecuencia, un dolor intenso. Solemos llamarlas llagas aunque pueden ser pequeñas heridas o aftas.

Las aftas o llagas bucales nos dificultan hablar, masticar e incluso tragar saliva. El simple hecho de mover la legua o sonreír hace que las lesiones de la mucosa rocen con los dientes y, entonces, nos duele. Lo primero que tenemos que tener claro es qué ha causado esa úlcera o afta, ya que el origen va a condicionar el tiempo en que va a curar y el tipo de tratamiento que será necesario.

¿QUÉ SON LAS LESIONES DE LA MUCOSA ORAL?

Existe muchos tipos de lesiones mucosas pero las más habituales son las siguientes:

  • Úlceras traumáticas. Estas pueden producirse si tenemos el hábito de mordisquear la parte interior de la mejilla o los labios cuando estamos nerviosos o concentrados o por un mordisco casual mientras comemos. También pueden originarse por el roce producido por los brackets de una ortodoncia o por un diente que ha roto quedando una zona punzante. En ocasiones, es una prótesis que no está bien ajustada y presiona en exceso o se mueve porque después de un tiempo de uso, necesita rellenarse. Entre muchos otros, la rozadura de un piercing podría originar una herida de la mucosa. Por otro lado, emplear palillos para limpiar los restos alimenticios entre los dientes puede producir heridas, o cepillarnos golpeando las encías.
  • Lesiones por agentes químicos: Estas pueden aparecer al utilizar productos con alto contenido en alcohol a modo de enjuagues, o dejar un comprimido de un analgésico sobre la mucosa cerca de una diente que nos duele por una caries profunda o una muela que está erupcionando. La infiltración de anestesia tras un tratamiento odontológico también podría producir una lesión en la zona en que se ha aplicado
  • Aftas: Son conocidas de manera coloquial como «llagas o llaguitas». Son erosiones en la mucosa, que aparecen de manera repentina, sin que podamos identificar una causa física como las citadas antes. Aunque suelen curarse alrededor de 7 días tras su aparición, las personas que son propensas a padecer aftas, las tienen de manera regular y les causan un dolor intenso. Se ha estudiado que hasta un 60% de la población padece aftas en alguna de sus manifestaciones. 
  • La estomatitis aftosa recidivante es una patología crónica que afecta entre un 5 y un 25% de la población. Estos pacientes tienes brotes de aftas con cierta frecuencia. Pueden manifestarse clínicamente de distintas maneras. En la mayoría de los casos son aftas pequeñas, blanquecidas y redondeadas con un borde rojizo que van cicatrizando desde la zona exterior hacia el centro. Suelen aparecer una o dos y curan totalmente en unos 7-10 días. Por otro lado, podemos encontrar otros pacientes con aftas mayores que suelen superar un centímetro de diámetro, ligeramente amarillentas. Esto las hace más dolorosas y retrasa el proceso de curación.  

¿Por qué aparecen las aftas o llagas bucales?

La Aftas pueden estar relacionadas con enfermedades sistémicas. En estos casos aparecen unidas a otras lesiones en ojos, genitales o a problemas reumáticos.

El Ilustre colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia nos habla de las causas de aparición de las llagas. Se ha comprobado que existen factores predisponentes o desencadenantes que facilitan la aparición de brotes:

  • El estrés, que se considera uno de los principales responsables de la aparición de aftas. Tanto el de naturaleza física pero más aún el de carácter psicológico.
  • La alimentación puede también desencadenar la aparición de erosiones mucosas. Alimentos comunes como el tomate, el melón, los quesos curados, el chocolate o las nueces, entre otros, pueden desencadenar un brote en determinados pacientes.
  • La anemia, o algunos déficits como los niveles bajos de vitamina B o de Zinc
  • Los brotes están  relacionadas con los ciclos hormonales tanto de estrógenos como de progesterona, por lo que en muchas ocasiones aparecen cíclicamente en las mujeres jóvenes relacionadas con la menstruación y la ovulación.
  • Algunos fármacos o productos sanitarios también pueden desencadenar brotes
  • La inmunidad del paciente y la genética son dos de los condicionantes principales en el desarrollo de los brotes de aftas. Tiene un fuerte carácter hereditario.

Como hemos visto, el desarrollo de aftas o llagas bucales es más habitual en unas personas que en otras. Por lo tanto, un pequeño traumatismos en la mucosa como por ejemplo un cepillado intenso puede condicionar la aparición un afta, cuando en otro paciente no predispuesto a estas lesiones apenas se generaría una pequeña herida de rápida resolución. Puede parecer que los pacientes fumadores tienen menos aftas, pero al dejar de fumar, si tienen predisposición, vuelven a aparecer las lesiones. Esto es debido a que el tabaco produce una queratinización de la mucosa. Al dejar de fumar, este efecto desaparece y los brotes se reactivan.

Las personas mayores presentan ciertas características fisiológicas como mucosas mucho más finas y un metabolismo lento en el recambio celular que afecta la resolución de las úlceras traumáticas. Los pacientes que tienen poca producción salival, asociada al consumo de fármacos, también tienen una mayor predisposición y un mayor tiempo de curación de las aftas o llagas bucales.   

¿Qué debo hacer para que mis aftas o llagas bucales mejoren?

Ahora que sabemos qué son y como se originan las aftas, debemos actuar para solucionarlas. Vamos a darte 4 tips

  1. Si se trata de un hábito personal (mordisquear la mejilla o los labios, cepillarnos golpeando la encía o hurgar en la encía con mondadientes de madera, etc.) debemos evitarlo. Está en tus manos.
  2. Si tenemos un diente roto, o una prótesis dental que nos produce lesiones en la mucosa, debemos acudir a nuestro odontólogo de confianza. Nos ayudará a resolver la causa de la manera más adecuada
  3. En las farmacias, pueden asesorarnos, al igual que en la clínica dental, sobre los productos que pueden mejorar la evolución de las aftas o llaguitas bucales. Los antisépticos y sustancias reepitelizantes como la clohexidina o el ácido hialúronico, son muy útiles. Aunque en ocasiones no son suficientes. Si el dolor es muy intenso debido al tamaño y la localización de la lesión, el odontólogo decidirá prescribirnos colutorios con anestésicos o fórmulas magistrales con corticoides
  4. Si tenemos aftas de manera regular en importante acudir a la clínica dental para que nos ayuden a encontrar el origen de las mismas y a si poder actuar sobre el mismo, en la medida de lo posible. Si una lesión no remite en 7-10 días, es imprescindible consultar al dentista para poder descartar otro tipos de lesiones mucosas más complejas

El la clínica odontológica de la Universidad CEU UCH encontrarás profesionales cercanos y con experiencia en la salud de la mucosa oral que te ayudarán con tus dudas sobre aftas o llagas bucales

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Sonrisa sana (Foto de Amir Esrafili en Unsplash)

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