Hola soy Lucia, estudiante de Medicina, y me gustaría contaros un poco sobre mi erasmus. He hecho mi estancia en Plzen, una ciudad de la República Checa que se encuentra muy cerca de Praga. Elegí Plzen porque prefería vivir en una ciudad relativamente pequeña en la que poder moverme fácilmente cada día pero que estuviera cerca de grandes ciudades y con buenas conexiones para así poder aprovechar los fines de semana y visitar el mayor número posible de sitios. En este sentido, para mi elegir Plzen fue todo un acierto.
En mi caso, tuve claro desde el principio que quería que las clases en mi destino Erasmus se impartieran en Inglés para perfeccionar mi nivel y aprender vocabulario específicamente médico, y esta era otra de las ventajas de elegir Plzen.
En la ciudad se encuentra una facultad de medicina de la famosa universidad Charles de Praga y además ofertan el grado de medicina en Inglés.
Las clases en la Universidad se impartían en grupos muy pequeños (menos de 10 alumnos por clase) y en el propio hospital por lo que todos los días teníamos parte práctica con pacientes. El idioma no fue un problema en ningún momento ya que los tutores y compañeros usaban el inglés como primer idioma siempre y los tutores hacían de interpretes con los pacientes.
No solo el sistema de clases era diferente, también el de evaluación. Lo mas diferente era que los exámenes finales tenían una parte escrita y una parte oral; al principio el tener que hacer exámenes orales asustaba un poco, pero estudiando la materia y prestando atención en las prácticas se superaban sin problema.
Lo mejor del erasmus sin duda fue las personas con la que lo compartí. Todos estábamos en la misma situación y con ganas de conocer gente y el país que nos acogía. Al ser tantos siempre había algo que hacer y alguien que compartía tus intereses.
Durante mis nueve meses de erasmus compartí muchos cafés, risas, horas de biblioteca, cenas, horas de tren y viaje con muchísimas personas diferentes y aprendí mucho de ellos, de mí y de sus formas de ver la vida.
Necesitaría horas para contar todas las cosas increíbles que viví durante el curso 2018/2019 pero algunas de las que recuerdo con mas cariño fueron todas las horas patinando sobre hielo, los cafés de horas en cafeterías viendo nevar por la ventana, visitar el Parque nacional de La Suiza Bohemia en varias estaciones, las cenas de cumpleaños semanales, ir a hacer snowboard, descubrir rincones de Praga …
Llegar a Praga suponía un viaje en tren de menos de una hora y gracias a los descuentos universitarios el billete costaba aproximadamente 1€. Poder ir a Praga tan rápido y tan frecuentemente fue todo un lujo y me permitió descubrir muchos rincones y locales muy interesantes de la ciudad que, normalmente, no se pueden disfrutar si vas de turismo unos pocos días. Praga es una ciudad increíble con muchos lugares y locales muy interesantes.
Una de las épocas mas especiales fue sin duda la Navidad. Poder disfrutar del encendido del alumbrado navideño de la ciudad y de los mercadillos navideños del país no tiene precio pero además disfrutar de todo esto con la pequeña familia que se crea durante el erasmus lo hizo aun más especial.
Celebramos cenas navideñas, intercambio de regalos, tardes de mercadillos navideños y muchos paseos por la ciudad…
Podría contaros mil anécdotas y ventajas más de hacer un erasmus pero mi consejo es que si pensáis que esta experiencia es para vosotros no lo dudéis y solicitéis la beca erasmus. Mucha gente dice que el erasmus te cambia la vida y no se si es un cliché pero sin duda lo que si es verdad es que aprendes muchas cosas durante la estancia.