Prácticas Erasmus+: tú haces que cuente

Me llamo Zélie, soy estudiante de 4°del grado de Fisioterapia UCH-CEU y os voy a contar mis prácticas en Francia: Este curso 2018-2019, tuve la oportunidad de vivir plenamente la experiencia Erasmus en mi país de origen … Francia. Siempre quise viajar para estudiar en otro país, por eso vine a España; durante esos cuatro años estudiando en España aprendí mucho para ser fisioterapeuta, pero quería también enriquecer mi práctica viendo diferentes formas de trabajar.

Durante una de las sesiones con pacientes.

Mis prácticas duraron casi tres meses, del 24 septiembre hasta el 30 de diciembre 2018 y las realicé en el centro hospitalario de Laval, en Mayenne, al oeste de Francia.Tuve la suerte de trabajar en varios servicios, tal que neumología, reanimación, pediatría y cardiología para mi práctica de cardio-respiratorio, y en el servicio de neurología y medicina de readaptación física para mi práctica de neurología.

Trabajando con un equipo multidisciplinar, compuesto de médicos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, educadores de deporte adaptado, una psicomotricista, una neuropsicóloga y una asistente social, aprendí a conocer el conjunto de las profesiones de la salud, viendo como cada uno trabajaba para permitir una reeducación óptima para los pacientes.

«Los consejos de mis tutores me permitieron enfrentarme a la realidad del medio hospitalario asumiendo responsabilidades.»

Siendo francesa, no tuve dificultades con el idioma pero sí fue un poco más difícil adaptarse al ambiente laboral al principio. Con mi escasa experiencia, tenía miedo de hacer las cosas mal, pero con la ayuda de mis tutores, que me aportaron conocimientos y consejos, pude enfrentarme a las realidades del medio hospitalario dándome responsabilidades.

Cada día desde las 8:30h hasta la 16:30h practicaba y aprendía en el centro cada vez más. En readaptación cardiaca teníamos 10 pacientes, mujeres o hombres participando al programa, fueron dividido en dos grupos de cinco personas cada uno para personalizar un poco mejor las actividades.

Entrada principal del centro hospitalario.

El primer grupo venia una hora antes del segundo grupo, lo que le permitía empezar con el calentamiento y los estiramientos de preparación al esfuerzo. Luego se instalaban en los aparatos (bicicletas, tapis rodantes etc..) para hacer el reentrenamiento al esfuerzo durante al menos 40 minutos, dependiendo de la capacidad de cada uno. Una vez se acabó la actividad, el segundo ya había acabado el calentamiento y pasaba al reentrenamiento cuando el primer grupo empezaba la fase de reforzamiento muscular y la fase de enfriamiento para acabar la sesión.

«Esta experiencia demuestra que la vida está llena de oportunidades, solo hay que saberlas aprovechar.»

En la parte de respiratorio, estuve en los servicios de neumología y reanimación, las sesiones se hacían en las habitaciones de los pacientes donde eran acostados o sentados. Las actividades eran en mayoría ventilación dirigida para permitir al paciente de expectorar las secreciones que tenía bloqueadas en las vías aéreas.

En Neurología, cada sesión era única y propia a cada paciente, dependiendo de sus necesidades el día de la sesión, adaptándose a sus capacidades y sus niveles de fatiga. Con todos los pacientes, y antes de empezar el tratamiento, se llevaba a cabo una anamnesis del nuevo paciente para saber lo que le pasaba, preguntando sobre las circunstancias de lo que le ocurrió, donde le duele, cómo le duele. Seguido de un examen físico para conocer un poco más su estado y preparar un tratamiento adecuado para él.

Por ejemplo, una sesión con un paciente hemipléjico debido a un ictus empezaba con un pequeño calentamiento utilizando movilizaciones pasivas de los miembros afectados, estiramientos con las precauciones necesarias para tratar la espasticidad que suele encontrarse en esos tipos de pacientes. Luego se trataba de proponer diversos ejercicios para facilitar la reeducación de los miembros afectados.

Durante mi práctica en este centro, aprendí a conocer a los otros estudiantes franceses que venían de la escuela de fisioterapia de Laval, me llevaron a visitar la cuidad, yendo a pasear en las calles, de compras o a disfrutar de un café juntos después del trabajo .

Laval, también denominada «ciudad de Arte e Historia», es una pequeña cuidad de más o menos 49.000 habitantes que a primera vista parece poco atractiva, pero con su arquitectura contemporánea, sus calles ancianas y sus jardines botánicos, sí que tiene mucho encanto al final.

Luces que cuentan historias.

Tuve la suerte estar en Laval justo en el periodo de navidad y  allí los Lavallois (habitantes de Laval) tienen una tradición desde ya hace 24 años que se llama “Las iluminaciones de Laval”. Es una fiesta navideña clásica en el departamento de Mayenne. Muchas personas vienen de lejos para poder asistir a estas iluminaciones. El concepto es realmente agradable, todas las noches durante este periodo de celebración, la ciudad de Laval se ilumina a ambos lados del centro de la ciudad y nos deja a todos con ojos de soñadores frente a este espectáculo.

Cada año el tema de Iluminaciones cuenta una historia diferente. A lo largo del viaje por la ciudad, los cazadores de sueños iluminan el paseo. Iluminaciones, animaciones, mercados navideños … ¡Dejándonos llevar por la magia de la Navidad!

Honestamente, me encantó terminar este año 2018 lleno de sueños en este ambiente festivo que Laval me ha ofrecido. Y así termina el relato de mi experiencia de Erasmus en Francia, espero poder animaros a dar el paso. Pero hay que saber que la vida está llena de oportunidades, solo hay que saberlas aprovechar.

Y tenemos la suerte de tener una universidad que nos brinda todos los medios necesarios para convertirnos en lo que queremos ser.

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