Este año se ha inaugurado en el distrito de Binhai en Tianjin, ciudad costera a las afueras de Beijing, China, la biblioteca pública de Tianjin Binhai, un centro cultural de 33.700 m2 que dará servicio a toda la metrópolis.
Este innovador edificio se compone de un gran auditorio esférico ubicado justo en su centro y que da la apariencia del iris de un ojo. Alrededor del mismo se dispone el conjunto de estanterías que recogen la colección bibliográfica. Estas estanterías están distribuidas formando ondas a lo largo de las paredes y tienen dos funciones: en primer lugar, repartir los diferentes ejemplares a lo largo de los espacios y en segundo lugar, pero no menos importante, enmarcar el espacio y crear escaleras y asientos, conformando espacios de gran versatilidad. Las estanterías se encuentran iluminadas estéticamente y continúan a lo largo de las dos fachadas de vidrio que conectan la biblioteca con el parque exterior, generando así un espacio abierto y luminoso. Los bordes interiores de las propias estanterías conforman ángulos, curvas y rincones que se convierten en magníficos espacios para caminar, leer, reunirse, conversar…
La biblioteca cuenta con 200.000 libros y espera alcanzar una colección de 1,2 millones de libros que se dispondrán a lo largo de sus 5 niveles de altura. En cada uno de estos niveles se distribuyen amplias instalaciones educativas situadas en los espacios que conforman los bordes interiores de las propias estanterías. Desde la planta baja se accede a las áreas de lectura para niños y ancianos, al auditorio y a las terrazas del piso superior. Los pisos primero y segundo se destinan fundamentalmente a salas de lecturas y salas de estar, mientras que los pisos superiores incluyen salas de reuniones, oficinas, salas de ordenadores
y desde ellos se puede acceder a las dos terrazas de la azotea. El edificio se completa con las instalaciones del sótano entre las que encontramos los depósitos bibliográficos y un gran archivo.
En una población volcada en la lectura mediante dispositivos electrónicos (móviles, tabletas, etc), la exposición mediática de la biblioteca provocó un aumento del número de lectores en papel y los préstamos diarios de libros se multiplicaron por cuatro desde su inauguración.