El consumo de queso y otros productos lácteos puede ayudar a proteger los dientes contra la caries. Así lo demuestran varios estudios realizados los últimos años y que han sido publicados en revistas prestigiosas.

En un estudio con 68 participantes entre 17 y 20 años (34 con caries y 34 sin caries) se puedo demostrar que el queso y el yogur ingerido sin añadirle productos cariogénicos como el azúcar aumenta la concentración de calcio y fósforo en la placa dental reduciendo de esta forma la incidencia de caries. Los autores de este estudio indican que los productos lácteos sin aditivos, especialmente azúcar pueden ser recomendados como postre en los comedores de los colegios (Ravishankar y cols. 2012).
Los resultados de otro estudio más reciente indican que el queso es el más anticariogénico entre todos los productos lácteos consumidos a diario, y la leche y el yogur pueden considerarse como productos que no producen caries (Telgi y cols. 2013). Según estos investigadores el queso estimula la producción de saliva que limpia los residuos producidos después de las comidas en la boca y amortigua los altos niveles de ácido. Los quesos también contienen pirofosfatos que pueden remineralizar los dientes cuando están rodeados de ácido.
Investigadores japoneses han descubierto que el alto consumo de queso por parte de la madre durante el embarazo puede reducir el riesgo de caries dental en los niños. El incremento de la ingesta de calcio durante el embarazo como el yogur y productos lácteos en general tiende a ser asociado con un menor riesgo de caries dental en los niños (Tanaka y cols. 2012).
Estos estudios y otros nos indican que la ingesta de queso y de otros productos lácteos por parte de la madre durante el embarazo y por parte de los niños en edad escolar reduce el riesgo de caries y que su inclusión en las dietas de los comedores infantiles como postre ayudara a prevenir la caries.