Hace cuatro años, nuestra estudiante Taylor tomó una decisión que cambiaría su vida. Decidió hacer caso a su corazón. Y por ello, dejó los Estados Unidos para estudiar Medicine con nosotros. Un lugar donde estudiar lo que le apasiona en un entorno más cercano y real. Un lugar donde puede disfrutar ayudando a otras personas. Algo que es un claro reflejo de su personalidad. Una personalidad hermosa y llena de determinación.
Seguro que te han hecho esta pregunta ya varias veces, ¿por qué Valencia y no Estados Unidos?
En realidad, mi primera intención fue estudiar Medicina en mi país, en los Estados Unidos. Sin embargo, todo cambió durante el año que siguió a mi graduación, que pasé formándome y trabajando en hospitales de las Islas Canarias. ¡Disfruté tanto de esa experiencia! Además, siempre me he sentido atraída por España y su cultura. De hecho, ya había estudiado español, así que decidí combinar todos aquellos elementos que me apasionaban… ¡y acabé aquí!
Y, ¿cómo te sientes viviendo y estudiando en nuestra ciudad?
¡Me encanta! Estudiar Medicina me encanta y honestamente siento que estoy aprendiendo mucho más que amigos míos que están estudiando lo mismo en EEUU. También soy consciente de que muchas personas todavía no entienden por qué estoy en España. En cualquier caso, adoro la cultura y el estilo de vida español. Es algo más lento, así que puedes tomar el tiempo para estudiar y aprender lo que realmente te apasiona; en EEUU, a veces parece que lo importante sea conseguir un empleo y ganar mucho dinero. Sé que quizás no sea una opinión compartida por todo el mundo, pero es lo que yo siento. En los Estados Unidos no hay respiro, no puedes disfrutar; parece que seas una máquina en vez de una persona. Me gusta mucho el sentido de la empatía que se tiene aquí.
«Aunque estudiar Medicina resulte difícil, saber que estoy ayudando o al menos proporcionando cierto bienestar a quien lo necesita hace que todo valga la pena»
¿Es quizás la interacción con las personas lo que más te gusta de la Medicina?
Ante todo, me gusta ayudar a las personas y conocer a los pacientes. Estando en los quirófanos me he dado cuenta de lo mucho que me gusta la cirugía, pero al mismo tiempo echo de menos una conexión más humana con el paciente. Esto es quizás lo que más me gusta de la oncología.
A pesar de que estudiar Medicina pueda resultar difícil, saber que estoy ayudando o al menos proporcionando cierto bienestar a alguien que lo necesita hace que todo valga la pena.
¿Qué cualidades crees que debe tener un médico?
Compasión, bondad e inteligencia. Evidentemente, un médico ha de poseer grandes conocimientos, pero lo más importante es su capacidad para confortar al paciente y conectar con él, hacerle sentir cómodo. Además, creo que es esencial explicarle al paciente de una forma clara y asequible qué le ocurre.
¿Existen antecedentes en tu familia?, ¿has tenido algún modelo a seguir?
De hecho, soy la primera persona en mi familia que estudia Medicina. Mis padres siempre han sido mis modelos, pero por su ética profesional. Mi madre estudió Ingeniería Biomédica, y siempre me ha gustado compartir experiencias con ella. Puede sonar un poco infantil, pero mi madre siempre ha sido mi mayor fan y es un sentimiento totalmente recíproco.
Tengo a mis profesores favoritos, pero no soy la típica persona a la que le guste copiar a nadie, ¡me gustan los retos! Cuando estaba en el instituto, tuve a un profesor que siempre dudó de mis aptitudes para estudiar Medicina. Y aquí estoy, y además lo hago en un idioma que no es el mío.
¿Cuáles crees que son los grandes retos de la Medicina en la actualidad?
Me preocupa especialmente la situación del sistema sanitario en los Estados Unidos. No me parece correcto que no todo el mundo tenga acceso a un sistema de salud y, lo peor de todo, no sabría cómo solucionarlo. Lo único de lo que estoy segura es de que la única forma de mejorar nuestro sistema es proporcionando un buen servicio a un coste razonable.
«Técnicamente no es rentable desde un punto de vista económico, pero no creo que la rentabilidad sea lo más importante cuando se trata de mejorar la vida de los demás»
Desafortunadamente, entiendo que el sistema público de salud requiere de mucha inversión y el resultado final no siempre es positivo. Técnicamente no es rentable desde un punto de vista económico, pero no creo que la rentabilidad sea lo más importante cuando se trata de mejorar la vida de los demás.
¿Has realizado ya algún tipo de trabajo voluntario?
En mi país siempre he estado muy comprometida con una organización llamada Delta Cotton Belles, que es una organización caritativa que ayuda a los pacientes de cáncer de pecho. En EEUU no tenemos un sistema universal de salud, así que hay muchas mujeres que no poseen un seguro privado y que, por tanto, no pueden permitirse una exploración mamaria.
Por ejemplo, en Greenville el número de afectadas por cáncer de mama es extremadamente alto, y no existe una explicación clara. El año pasado fuimos con un grupo de españoles a mi ciudad y, durante algunas semanas, hicimos estudios y exploraciones clínicas. Fue una experiencia muy bonita.
Por otro lado, la población de origen hispano ha crecido mucho en los últimos años y hay mujeres que no hablan inglés. Como te comentaba, para mí es esencial poder explicar al paciente su estado y el proceso que va a seguir con el tratamiento. Por eso fue tan bonito, ya que estas mujeres pudieron recibir ayuda y pudimos darles información en su propio idioma.
Dinos, ¿qué tienes pensado hacer tras acabar tus estudios? ¿Vas a volver a los Estados Unidos?
Todavía no sé en qué área quiero especializarme. Cuando empecé a estudiar Medicina pensé que me dedicaría a algo relacionado con el corazón. Sin embargo, en el último año he estudiado muchas cosas relacionadas con la cardiología y la neurología, así que he cambiado de opinión. Lo que más me atrae ahora mismo es la oncología. Hice una rotación en ese área y me encantó la experiencia. Acabé agotada después de una semana pero fue algo muy enriquecedor.
No estoy todavía segura de si volveré a los Estados Unidos. Definitivamente, es algo que dependerá de cómo evolucione mi vida aquí. En cualquier caso, me quedan todavía dos años por delante para decidir.
Si te concedieran un deseo para hacer de este mundo un lugar mejor…
Mejoraría el sistema sanitario en mi país o en cualquier otro lugar del mundo. Es esencial que todos tengamos acceso a la salud. Es algo que parece evidente, lo de tener derecho a vivir y a estar sano. Por otro lado, me gustaría que todos fuésemos más tolerantes con los demás. Al final, todos queremos vivir y eso no es un crimen.