Uno podría pensar a priori que Medicina es una de esas carreras que necesitan ser presenciales al 100%. Sin embargo, la globalización demanda cada vez más nuevas formas de trabajo y de estudio telemático. De hecho, la evolución tecnológica ha hecho ya posible la incorporación de equipos y espacios para la simulación clínica que permiten adquirir habilidades procedimentales sin riesgo para el paciente.
El profesor Chirag C. Sheth imparte clases en Odontología y Medicina, y es uno de los impulsores de los módulos COIL en el área de Ciencias de la Salud. Una nueva metodología de enseñanza totalmente en línea que conecta a estudiantes de diferentes universidades del mundo para resolver un caso o proyecto.
Chirag, ¿tele-aprender en Medicina es posible?
Nuestro mundo es cada vez más abierto y estamos progresivamente más en contacto con personas de diferentes marcos sociales y culturales. Por lo tanto, el desarrollo de habilidades que faciliten la colaboración e interacción intercultural es clave, y lo será más aún en el futuro. He desarrollado este proyecto para empezar a romper las barreras de los alumnos de 2º de Medicina y sensibilizarles a diferentes formas de practicar la profesión a través de la colaboración internacional.
Visto que ya se pueden estudiar ciertas materias de forma telemática a través de iniciativas como COIL, ¿crees que el ejercicio de la profesión médica también va a ser más tele en el futuro?
Desde su introducción a principios del siglo XX, la telemedicina ha evolucionado de tal manera que ya casi es irreconocible en su forma inicial. La telemedicina empezó en Holanda como una sencilla forma para intercambiar electrocardiogramas a larga distancia. Sucesivamente la técnica ha ido ganando territorio hasta que, en la actualidad, ya podemos hablar de telediagnóstico, teletratamiento, teleradiología, o incluso de tele-educación. Todos forman ya parte de la órbita de la telemedicina moderna. La acelerada velocidad de la vida cotidiana, las repercusiones negativas por las horas (incluso días) de trabajo perdidas por las visitas médicas y las largas colas de espera en muchos servicios sanitarios, junto con el aumento en la digitalización de nuestras sociedades han impulsado de forma radical la adopción de la telemedicina en nuestras vidas. Las disciplinas médicas indudablemente son y van ser cada vez más tele.
Además de introducir a los estudiantes en la telemedicina, en la asignatura «Praxis y Metodología de la Investigación» también buscáis desarrollar competencias transversales como la comunicación o el pensamiento crítico: ¿en qué medida la metodología COIL puede ayudar a los estudiantes a adquirir estas competencias?
Las competencias interculturales que pretendo desarrollar con este proyecto son fundamentales para nuestros jóvenes médicos en formación. El trabajo en equipos multidisciplinares y multiculturales se ha convertido en una norma en nuestro día a día. El proyecto COIL que he diseñado obliga a la interacción entre alumnos de países y culturas distintas para llevar a cabo un análisis de similitudes y diferencias. Este análisis requiere que los alumnos se reúnan, hablen, compartan experiencias, opiniones e ideas para finalmente preparar un informe resumen común. Todas las acciones conllevan y necesitan el desarrollo de esas competencias transversales.
Un análisis contrastivo entre España y Brasil
¿En qué consiste exactamente el módulo COIL que has implementado en Medicina?
Los estudiantes reciben un caso clínico que podría perfectamente representar a un paciente típico en España o en Brasil. Posteriormente se reparten en grupos de trabajo internacionales equilibrados y, mediante la discusión y la investigación, preparan un informe sobre diferentes aspectos del caso propuesto. Siempre comparando entre España y Brasil. Los temas que tienen que investigar incluyen conceptos de epidemiología, sistemas de salud, tratamiento, seguimiento, factores de riesgo y aspectos socioculturales. Al final, los alumnos entregan un dossier de información relativa a su área temática y realizan una presentación oral conjunta con sus colegas brasileños.
Y es que esto lo tienen que hacer, mano a mano, con estudiantes brasileños de la Universidad Estadual Paulista, ¿por qué habéis elegido a esta institución como partner?
Yo entré en contacto con esta institución a través de un centro de colaboración donde profesores y universidades con interés en este tipo de proyectos se presentan y comparten ideas y objetivos. El resultado profesional de esta experiencia ha sido altamente satisfactorio, con la apertura de nuevos proyectos de cooperación, otras ideas de colaboración y estrechamiento de los vínculos entre las dos instituciones. Es sólo cuestión de tiempo que firmemos un acuerdo de cooperación entre las dos universidades.
¿Qué habéis descubierto los profesores y los alumnos implicados de la otra parte? ¿Hay algo que Brasil nos haya enseñado a nosotros, o algo que desde España haya sorprendido a los colegas brasileños?
Las discusiones y presentaciones han sido muy interesantes y reveladoras para ambos grupos de estudiantes. La idea era buscar similitudes y diferencias y las hay en ambas partes. Los brasileños tienen niveles más elevados en ciertos factores de riesgo de enfermedad, mientras que en España tenemos un perfil de riesgo diferente. La dieta, el estilo de vida y los sistemas nacionales de salud también han sido fuentes de información y debate. Se puede destacar que el consumo de sal en la dieta es más elevado en Brasil, mientras que en España hay un mayor consumo de alcohol.
Este mismo journey of discovery seguramente lo vivas cada día en clase, donde coexisten estudiantes de tantas nacionalidades diferentes. ¿Qué aprendes tú, como profesor, de este intercambio de conocimientos con estudiantes de Suecia, Reino Unido, Alemania o Taiwán?
La verdad es que esto es lo que hace el día a día de mi trabajo como profesor más interesante y rico. La mezcla de ideas, opiniones y experiencias personales vividas desde la perspectiva de culturas no españolas enriquece los debates y aporta conceptos que no veríamos o veríamos con más dificultad en grupos homogéneos.
En mi asignatura tratamos muchas veces de conceptos argumentativos en los que no hay una respuesta definida. Cada conjunto de alumnos es único y una representación de las experiencias combinadas de los que lo componen. No hay una clase igual que otra, ¡claro que aprendo de ellos…y mucho!
Y volviendo al módulo COIL de Medicina, ¿cómo han vivido los estudiantes la experiencia, han respondido satisfactoriamente?
Antes de la experiencia COIL, preparé a los alumnos y les ayudé a ver las posibles diferencias que podrían esperar entre los países. Preparamos y trabajamos nuestras habilidades de comunicación y colaboración antes de la primera sesión. La valoración final ha sido muy positiva. Juntamos a todos los alumnos en una sesión plenaria de feedback en la que podían comentar lo bueno y no tan bueno de la actividad. Todos destacaron el valor positivo de incluir este tipo de experiencias en su formación y expresaron interés en volver a repetirla si se diese la oportunidad. Muchos comentaron que los pasos iniciales de contacto fueron algo tímidos y cautelosos pero, una vez pasada esa fase, disfrutaron mucho del proyecto.
«El trabajo en equipos multiculturales es la norma en nuestro día a día»
Desde tu experiencia como docente, ¿has alcanzado con este módulo COIL los objetivos que perseguías?
Sin duda, con este proyecto he logrado los objetivos que me había planteado al inicio. Hemos conseguido que dos grupos de alumnos en países muy lejanos el uno del otro y con culturas, sociedades y estilos de vida muy diferentes se contacten, comuniquen, interactúen y realicen un proyecto en común. El proyecto se ha desarrollado en un contexto social muy particular con la pandemia COVID-19. No obstante, no se ha visto afectado por las circunstancias, y la modalidad online del módulo ha sido esencial en su éxito.
Este proyecto es la primera piedra de una colaboración profunda, duradera y fructífera entre la CEU UCH y la Universidad Estadual Paulista: ¡habrá COILs en esta asignatura por muchos años!
