Insomnio y Suicidio: ¿tienen relación?

Desde hace 19 años el 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, día patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, con el objetivo de concienciar a las personas sobre la realidad del suicidio y demostrar que se puede prevenir.

La OMS define el suicidio como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal.

El suicidio es una de las principales causas de muerte en el mundo. Según los datos que arroja el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta causa de muerte va en aumento.

Gráfico facilitado por el INE sin distinción de sexo ni edad

Transcribiendo la información que aporta la OMS, en el año 2019, los suicidios representaban más de una de cada 100 muertes y el 58% de ellos ocurrían antes de los 50 años de edad, siendo los factores de riesgo más frecuentes las enfermedades mentales. Diferentes estudios afirman que las enfermedades mentales más habituales en las que las personas terminan con su vida de forma intencionada, son la depresión y la ansiedad.

El lector se preguntará, ¿pero a dónde quiere llegar el autor de esta publicación?, de momento no tiene ninguna relación el título con lo escrito hasta ahora. ¿Qué tiene que ver el insomnio con el suicidio?

Imagen facilitada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio

Numerosos estudios han publicado que tanto los trastornos del sueño así como las enfermedades mentales producen efectos nocivos en las personas a nivel personal y a nivel social, por lo que es importante concienciar a los profesionales de la salud que hay que enfocar parte de los cuidados en fomentar la higiene del sueño y la salud mental para evitar, en la medida de lo posible, estos efectos adversos.

Los problemas para dormir y las enfermedades mentales están intrínsecamente relacionadas. Se supone que los trastornos mentales afectan a la calidad y cantidad del sueño, también se supone que los problemas del sueño favorecen la aparición y el empeoramiento de diferentes enfermedades mentales.

Se afirma que aquellas personas que sufren insomnio tienen más posibilidades de tener niveles clínicamente significativos de depresión y ansiedad.

Siendo ambos uno de los factores de riesgo más frecuentes de suicidio, desde mi humilde opinión, se deberían invertir esfuerzos en la formación a los profesionales de salud en la deteccion y prevencion en los trastornos del sueño.

Con esta formación se podrían prevenir situaciones en las que los pacientes debutasen con ansiedad o depresión, facilitando así la disminución de los números de casos de suicidio por esta causa.

Taylor DJ, Lichstein KL, Durrence HH, Reidel BW, Bush AJ. Epidemiología del insomnio, la depresión y la ansiedad. Sueño 2005;28(11):1457mi64.

Alexander j scotta,*, Thomas L. WebbC, Marrissa Martyn-St Jamesb, Georgina Rowsed, Scott Weich. Mejorar la calidad del sueño conduce a una mejor salud mental: un metanálisis de ensayos controlados aleatorios. Sleep Medicine Reviews, 2021;60(12):1-19.

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