El verano ya está aquí, y con él, las ganas de zambullirse en la piscina o en el mar. Es la época perfecta para disfrutar del sol, la arena y, por supuesto, un buen chapuzón. Pero, no todo es diversión y juegos; también hay que tener cuidado.
Cada año, cuando llega el verano, aumentan los casos de ahogamientos, y eso es algo que podemos evitar. Así que, mientras planeamos nuestras aventuras acuáticas, recordemos también la importancia de la seguridad en el agua. Se estima que unas 236.000 personas se ahogan cada año, siendo una de las diez principales causas de muerte en niños entre los 5 y 14 años por lo que es considerado un grave problema de salud pública.
El ahogamiento se define como un proceso mediante el cual una persona afectada puede sufrir dificultades respiratorias, ocasionadas por sumersión o inmersión en un líquido. Este proceso puede ser fatal si no se interviene rápidamente con los primeros auxilios adecuados. El ahogamiento puede suceder por sumersión (cuando el cuerpo entero está bajo del agua) o por inmersión (cuando no todo el cuerpo está sumergido).
Medidas para prevención de los ahogamientos:
SUPERVISIÓN CONTÍNUA. Es la medida de prevención más importante. NUNCA dejar a los niños solos en lugares dónde hay agua (piscinas, playas, ríos, spa, bañera…). Ni siquiera un segundo. Tampoco dejarlos bajo supervisión de niños más mayores. Siempre que haya niños cerca o alrededor del agua, debe haber un adulto responsable de la supervisión quien debe tener una atención focalizada en el agua y no distraerse con otras actividades (como por ejemplo el móvil). Esta supervisión debe ser constante, estrecha y atenta.
PONER ELEMENTOS DE SEGURIDAD. Se ha demostrado que la medida más efectiva para prevenir el ahogamiento, especialmente en niños pequeños, es la instalación de una valla de 4 lados (122cm de altura) alrededor de la piscina. Con esta medida se evitan más del 50% de los ahogamientos en las piscinas.
APRENDER A NADAR. Es importantísimo saber que las clases de natación o las habilidades para nadar en sí solas no previenen el ahogamiento. Aprender a nadar forma parte de un conjunto de aprendizajes en el agua que los niños deberían tener pero que también engloba reconocer las situaciones de riesgo y las propias limitaciones, saber cómo ponerse un chaleco salvavidas, ser capaces de reconocer y atender a un nadador que está en peligro y pedir ayuda o saber iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Las clases de natación no son garantía de evitar un ahogamiento. Se recomienda que sobre la edad de 4 años los niños aprendan a nadar, de todas formas, cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo por lo tanto no todos los niños estarán preparados para aprender a nadar a la misma edad.
EDUCACIÓN. Debemos enseñar a los niños que no deben nunca ponerse en el agua si están solos o nadar si no hay un adulto cerca.
APRENDER PRIMEROS AUXILIOS. Es indispensable que padres, cuidadores, adolescentes, niños… TODOS aprendamos las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Los adultos también debemos ser responsables y realizar cursos de primeros auxilios regularmente. Os recuerdo que yo imparto estos cursos de forma
EN CASA. Aplicar medidas de prevención cómo por ejemplo:
- Nunca desatender a un niño mientras lo estás bañando
- Quitar el tapón de la bañera antes de sacar al bebé.
- No dejar a los niños solos en el baño.
MECANISMOS DE FLOTACIÓN. El mecanismo de flotación más recomendable son los chalecos, adaptados a su edad, talla y a sus características; y por supuesto siempre homologados. Los niños pequeños o que no saben nadar siempre deberían llevarlo si están alrededor o cerca del agua.
Los ahogamientos son una de las principales causas de muerte por accidente a nivel mundial, especialmente en países de ingresos bajos y medios, donde se concentra el 90% de las muertes por ahogamiento no intencional y suelen ocurrir en ríos, lagos, pozos, recipientes de almacenamiento de agua domésticos y piscinas. La celebración de este día también es útil para promover soluciones que salvan vidas y prevenir estos accidentes, así como la instalación de barreras para controlar el acceso a zonas de agua peligrosas, previsión comunitaria de niños en edad preescolar y la enseñanza de natación seguridad acuática y rescate seguro de niños en edad escolar.
El día mundial para la prevención de los ahogamientos se celebra cada 25 de julio y fue instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en abril del 2021, la celebración de este día tiene como objetivo crear conciencia en todo el Mundo del impacto trágico y dramático que tienen los ahogamientos en las familias y comunidades ya que suponen la causa de más de 2,5 millones de muertes durante la última década, considerando además que es un problema que se puede prevenir.