Por Carmen del Rocío Monedero
Del 15 al 17 de mayo se ha celebrado en la Universitat de Valencia el Congreso Medios y gobernanza en América Latina, España y Portugal: El reto de un periodismo de calidad en tiempos de precariedad y desorden informativo, en el que las profesoras del equipo de investigación María Teresa Mercado y Carmen del Rocío Monedero, por un lado, y Eva Jiménez y Juan Carlos Suárez, por el otro, presentaron dos comunicaciones enmarcadas en el proyecto de I+D+i financiado por el Ministerio de Ciencia sobre Ética y Autorregulación de la Comunicación Social: Análisis de los Códigos Éticos de Segunda Generación y elaboración de Protocolos y Guías para su implementación liderado por Hugo Aznar Gómez.
La primera de ellas, titulada “Seguimiento de las recomendaciones éticas para la cobertura del cambio climático en los informativos diarios de las cadenas nacionales de televisión en España”, analizaba el grado de cumplimiento de las recomendaciones deontológicas sobre el tratamiento mediático del cambio climático por parte de los informativos de segunda edición de las cadenas de televisión españolas de ámbito nacional en la cobertura de la Cumbre del Clima celebrada del 6 al 19 de noviembre de 2022 en Egipto (COP27). Entre sus conclusiones cabe destacar que, a excepción de la televisión pública, el nivel de seguimiento de estas guías es muy restringido por parte de las cadenas privadas y el tiempo dedicado a informar sobre la cumbre es muy escaso, limitándose al día de su inauguración y al de la clausura. Además, ningunas de las piezas analizadas, ni siquiera la de TVE-1 relacionan el cambio climático con los problemas de salud derivados de éste que afectan a la población.
La segunda comunicación presentada, “El tratamiento de la juventud en los medios de comunicación: análisis y valoración de los códigos deontológicos nacionales e internacionales en un contexto precario e incierto” recopila y examina los códigos deontológicos centrados en el tratamiento de los medios sobre la juventud para valorar su grado de relevancia y utilidad en un entorno precario e incierto como el actual, sacudido, en los últimos años, por sucesivas crisis de diversa índole. Concluyen los autores que se requieren nuevas formas de abordar las cuestiones deontológicas de la comunicación en las que los protagonistas de las noticias y los receptores de las mismas ejerzan un rol mucho más activo y participativo.