El pasado mes de enero nuestro Equipo coordinó una Mesa temática en el Congreso Internacional de la Asociación Española de Ética y Filosofía Política (AEEFP) XVIII Semana de Ética y Filosofía Política: Desafíos públicos, que tuvo lugar en la Universidad de Córdoba.
La Mesa fue coordinada conjuntamente por Hugo Aznar (IP de nuestro Proyecto) y Elena Cantarino (Profesora Titular de la Universidad de Valencia). La Mesa, que llevaba por título “Críticas y relecturas de la tradición liberal”, contó finalmente (después de alguna baja por motivos familiares y alguna ausencia de último momento) con 8 ponencias, 3 de ellas de nuestro Proyecto (Ignacio Blanco, Katia Esteve y Hugo Aznar) y 5 de otras tantas Universidades españolas.
La Mesa sirvió para exponer algunos avances de nuestro Proyecto y debatir con otros investigadores interesados en torno a las relecturas posibles o necesarias de la tradición liberal.
Ponentes de nuestro Proyecto FFI2013-42443-R
Abrió la Mesa Hugo Aznar (Universidad CEU Cardenal Herrera) con la ponencia “Lippmann y Ortega: Sobre mayorías, liberalismo y democracia”, en la que presentaba uno de los ejes de nuestra Investigación en torno a la relación entre liberalismo y democracia en la obra de los autores citados. Una relación que tendieron a ver de modo cada vez más conflictivo en el contexto de la sociedad de masas y ante la creciente ascendencia de populismos y radicalismos de uno y otro signo.
La comunicación incidía en la particular lectura que hizo Lippmann del Caso Scopes, conocido popularmente como el Juicio del mono, en el que se juzgó a mediados de los años 20 a un profesor
de Tennessee por enseñar la doctrina de Darwin en sus clases de biología. A diferencia de otros analistas, Lippmann examinó lo ocurrido en el juicio como ejemplo del absurdo que podían provocar las decisiones democráticas según el principio cuantitativo de decisión mayoritaria, como en este caso imponiendo un currículum educativo contrario a la evidencia científica.
Esta lógica ‘democrática’ llevada a su extremo –el de una democracia morbosa, como diría Ortega– podía suponer un problema para la tradición de derechos y libertades del liberalismo. En estos mismos años que Lippmann expresaba Ortega en nuestro país esta preocupación en textos de El Espectador, que todavía ganarían más fuerza en las páginas de La rebelión de las masas y llegaría a identificar una de las claves de su pensamiento político, junto con la necesidad de transformar el liberalismo para garantizar su supervivencia en un período singularmente conflictivo.
Siguió a esta ponencia la de Ignacio Blanco (Universidad CEU San Pablo), titulada “La crítica a la sociedad de masas y la función social del periodismo: José Ortega y Gasset y Walter Lippmann” y centrada también en los paralelismos entre ambos autores. Ambos atendían a la relación entre la nueva sociedad surgida del progreso de la Segunda Revolución Industrial y la influencia que en ella tenían los periódicos y sus profesionales. La sociedad de masas pasaba a caracterizarse a la vez por la cercanía individual provocada por el ‘hecho de las aglomeraciones’ (Ortega) y por la distancia física y temática de los asuntos a los que los individuos se veían confrontados e informados a través de los medios (Lippmann).
La ponencia recalcaba lalectura paralela de algunos conceptos clave de Ortega y Lippmann relativos a la sociedad de masas, como el de los expertos y la minoría selecta, o los del señorito satisfecho y el ciudadano omnicompetente. A través de Public Opinion y de Liberty and the News en el caso de Lippmann, y La rebelión de las masas, en el de Ortega, es posible encontrar en ambos posiciones semejantes sobre aspectos tan relevantes como la masa desinformada y la minoría selecta, o la política sometida al gobierno de la opinión pública y el hándicap de una democracia en que el poder de decisión depende de una masa que depende de la información proporcionada por los medios.
Por su parte, Katia Esteve (Universidad CEU Cardenal Herrera) abordaba en su comunicación, “El utopismo como respuesta al modelo sociopolítico liberal”, la relación entre el pensamiento utópico decimonónico y la sociedad liberal realmente existente. En este sentido el siglo diecinueve fue testigo de la aparición de dos terceras partes del total de obras utópicas que ha conocido la historia. Pensadores como Saint Simon, Fourier u Owen entendieron que si bien las luchas liberales habían resultado fundamentales para terminar con la categoría de súbdito y asentar lanueva condición de ciudadano, la realidad reflejaba un panorama muy alejado de esa supuesta igualdad ciudadana. Su ponencia repasaba en este sentido aquellos aspectos que según los utópicos hacían que la ciudad moderna resultase inapropiada para hacer efectivo este fin, planteando a su vez las líneas maestras para la construcción de una polis verdaderamente armónica e igualitaria.
Ponentes de otras Universidades
Por parte de otras Universidades la Mesa contó con la ponencia de Enrique Herreras (Universidad de Valencia), titulada “Liberalismo y Marxismo analítico”, y que relacionaba las relecturas del socialismo a principios del siglo XXI y las de la tradición liberal, un planteamiento que algunos han dado en llamar “hibridismo”. En este marco cobra resonancia el llamado Marxismo analítico y particularmente el trabajo de algunos miembros de esta corriente como J. Elster y G. Cohen, en gran medida bajo la influencia de J. Rawls y su reto de plantear una teoría de la justicia. Se replantearían así temas comunes como la justicia distributiva, la posibilidad de una democracia deliberativa o un sentido de la justicia que impregnase más la vida colectiva. Como la aportación de Cohen, para quien las exigencias de justicia no se agotan con la justicia de la “estructura básica”, preguntándose, en cambio, acerca de los requerimientos que la justicia proyecta sobre los individuos, dado que una sociedad justa requeriría de un cierto êthos, de que fueran justas también las elecciones personales de los individuos.
Le siguió la intervención de Delia Manzanero (Universidad Autónoma de Madrid), con la ponencia “La revisión de la tradición liberal en la Filosofía jurídica de Giner”. La profesora Manzanero hizo un repaso de la propuesta de mejora del liberalismo individualista clásico contenida en la filosofía jurídica de Francisco Giner de los Ríos, en cuya obra es una reconocida especialista. Ello de la mano de una concepción de Giner más amplia, positivista y solidarista del papel social transformador del derecho. Una revisión del liberalismo clásico y del papel del derecho orientada a plantear reformas positivas de asistencia social que completasen las libertades conquistadas, a llevar al espíritu civil, el espíritu de progreso que informa todas las esferas del estado ‘no oficial’, y a reconocer el derecho a la educación como uno de los instrumentos más eficaces para luchar contra la discriminación social; aspectos cruciales para garantizar la igualdad de oportunidades y la estabilidad .
El pensamiento de Giner se inscribiría de lleno en la corriente española de revisión del liberalismo individualista decimonónico, una tarea en la que se implicaron buen número de destacados autores de finales del siglo XIX y comienzos del XX, y sobre la que es necesario volver. Al hilo de esta revisión, que algunos articularon bajo el concepto de “superliberalismo”, y que coincide con otras iniciativas coetáneas en pro de un liberalismo más social, se apuntaría a un papel del derecho y la política más activos y promotores de la justicia y la igualdad de oportunidades, característicos del futuro Estado de bienestar.
Otra revisión necesaria de la tradición liberal sería la de la propia concepción de la libertad presente en algunos de sus autores contemporáneos, tema que ocupó la ponencia de Enrique Bocardo (Universidad de Sevilla) “Algunas dificultades en la definición del concepto de libertad política”, centrada en la aportación clásica al respecto de Isaiah Berlin en su ensayo “Two concepts of liberty”. En la ponencia se ponían de relieve algunas limitaciones del concepto de libertad política negativa de Berlin considerando, por ejemplo, el creciente papel que han ido adquiriendo las corporaciones en el control de los mecanismos de decisión política en las democracias occidentales –mediante su control de los medios, los lobbies y think tanks, etc.– y, de modo aún más amplio, el papel de la propaganda en el condicionamiento a menudo inconsciente de las preferencias y decisiones de los individuos.
El debate que siguió esta ponencia vino a complementar la presentación previa de las ideas de Lippmann, primer gran autor que puso sobre la mesa el papel de la propaganda en las sociedades contemporáneas. Algo que subraya la necesidad de contrastar las aportaciones de la filosofía política con otras disciplinas, particularmente en este caso el estudio de la comunicación social.
Por su parte, David García (Universidad Carlos III de Madrid) volvió en su ponencia “Una aproximación a la idea de vulnerabilidad humana como alternativa a la de beneficio mutuo en la fundamentación de la asociación política” sobre el tema de la justicia, esta vez a partir de la revisión crítica de Rawls hecha por Martha Nussbaum. Así, en su obra de 2006 Las fronteras de la justicia, Nussbaum destaca cómo la concepción contractual de la asociación política dejaría fuera cuestiones de justicia como el trato debido a las personas con discapacidad, la justicia más allá de las fronteras nacionales y el trato a los animales. David García incidía en la recuperación alternativa por parte de esta autora de una concepción aristotélica de la justicia que asumiría lo que parece una evidencia innegable, que los seres humanos tienen motivos para la cooperación social más allá del acuerdo contractual de justicia mínimo, entre ellos los que provienen del reconocimiento de la condición vulnerable del ser humano.
La Mesa contó también con la ponencia de Frédéric Mertens de Wilmars (Universidad de Valencia) “Las acciones y discriminaciones positivas a la luz del liberalismo jurídico”. En ella se abordaba el principio de igualdad como principio de no discriminación. La tensión entre la igualdad de derechos y la diversidad de la sociedad habría requerido nuevos planteamientos, como las acciones y discriminaciones positivas para adaptar así el marco clásico de la igualdad de derechos a un contexto humano más complejo. Por otra parte, también se habría producido la aparición y el aumento de nuevas desigualdades. El principio de igualdad estaría amenazado si la sociedad admite la agravación de estas desigualdades, que afectan al vínculo entre la sociedad misma y sus miembros. Si esos vínculos desparecen, la igualdad de derechos queda en una pura ilusión teórica. Por ello, la igualdad de oportunidades responde a la necesidad de promover una igualdad real y hace imprescindible implementarla a través del Estado de derecho.
La revisión del liberalismo
La Mesa temática reflejó la tarea siempre necesaria de revisar la tradición liberal y confrontarla con la propia evolución de la sociedad. Y esto, como quedó de manifiesto en las cuestiones comunes de la ponencias, en torno a tres grandes ejes: la adaptación de la concepción y los requisitos liberales de la libertad a un contexto de complejidad, la relación siempre tan tensa como viva entre el liberalismo de los derechos y la democracia de las mayorías, o la necesidad de confrontar el liberalismo con las exigencias sociales, políticas y jurídicas de un orden justo, algo que va muchísimo más allá de la caricatura del liberalismo a la que ha pretendido reducir esta tradición el neoliberalismo dominante en estas últimas décadas.
Presentación de nuestro libro La Generación del 14
El Congreso contó también con una Sesión dedicada a la presentación de libros. En la misma tuvimos ocasión de presentar de forma breve el libro del Equipo sobre la Generación del 14: Hugo Aznar, Elvira Alonso y Manuel Menéndez Alzamora (eds.): La Generación del 14. España ante su Modernidad inacabada (Madrid, Plaza y Valdés, 2016), resultado de nuestro Proyecto anterior FFI2010-17670 y que había visto la luz apenas unos días antes. Pudimos así aprovechar esta ocasión tan oportuna para difundir las realizaciones del Equipo.