A menudo pensamos que todo lo referente a la sostenibilidad y a “salvar el planeta” son cuestiones de gran importancia, pero que se escapan a nuestro control individual. Sin embargo, lo cierto es que existen muchas pequeñas acciones que podemos llevar a cabo en nuestro día a día y con las que estaremos favoreciendo un estilo de vida respetuoso con el medio ambiente. Muchos de estos hábitos están relacionados con los 17 Objetivos de la ONU.
El compromiso con el nuestro entorno es común y nos incumbe a todos. A continuación te hablamos de cinco consejos para que puedas llevar un estilo de vida sostenible. Quizá muchos de ellos ya los cumples. Y si no es así, te animamos a pensar que son más sencillos de lo que te imaginas y, al mismo tiempo, pueden causar un gran impacto positivo.
1. Ahorra energía
La energía es el principal factor que contribuye al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Las grandes corporaciones de la industria tendrán que acometer un proceso de reflexión para que sus procesos cumplan los principios de la sostenibilidad. Pero tú también puedes incorporar algunos hábitos a tus rutinas que ayudarán al ahorro de energía.
Acciones tan sencillas como apagar las luces cuando salgas de la habitación, mantener el aire acondicionado a una temperatura razonable en casa, lavar en frío, utilizar bombillas de bajo consumo, fomentar el uso de energías renovables…. ayudan en gran medida al ahorro energético.
Tú también puedes poner tu granito de arena para conseguir las metas establecidas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 de la ONU: Energía asequible y no contaminante.
2. No malgastes agua
La escasez de agua afecta a más del 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente con el paso de los años. El ser humano está contaminando el agua más rápido de lo que la naturaleza puede reciclar y purificar, ¿no crees que es un buen momento para pasar a la acción?
Ducharse en lugar de bañarse, no alargar la ducha más de lo necesario (cinco minutos dicen que es una duración adecuada), cerrar el grifo mientras te enjabonas o te cepillas los dientes, utilizar cisternas de doble descarga, llenar el lavavajillas antes de ponerlo en funcionamiento… son gestos al alcance de tu mano que pueden ayudar a no desperdiciar agua.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 es garantizar la disponibilidad de agua , su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Así que, entre otras cosas, de aquí a 2030 tendremos que aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos para hacer frente a la escasez de agua.
3. Practica un consumo sostenible
La producción mundial y el consumo dependen de los recursos del medio ambiente y a menudo se recurre a ellos de forma destructiva para el planeta. Para ayudar a paliar esta situación puedes llevar a cabo una máxima sencilla: compra tan solo aquello que necesites.
Las marcas están cada vez más concienciadas en cuidar sus procesos de producción y sus envases (utilizando menos plástico, por ejemplo). Pero también los consumidores hemos de dar un paso al frente y cambiar algunas de nuestras pautas habituales de compra. Para que puedas hacerte una idea: cada año, un tercio de la comida producida termina pudriéndose en cubos de basura.
Algunos sectores como el de la moda han encabezado un proceso de transformación y muchos diseñadores están apostando ahora por un tipo de moda conocido como “slow fashion”. En este nuevo paradigma, prevalecen las prendas atemporales y de mayor calidad frente a la tendencia anterior (“fast fashion”) en la que la renovación semanal de escaparates y productos llegados a las tiendas favorecía un consumo más frecuente y cada vez más alejado de nuestras necesidades reales.
Algo sencillo como adquirir productos a granel en lugar de envasados, recurrir a la compra local o de cercanía para evitar la contaminación que supone el transporte de productos y mercancías, son gestos al alcance de tu mano y con los que estarás ayudando a cuidar de nuestro planeta.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12: “Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles” está relacionado con este consumo responsable al que te animamos.
4. Gestiona bien tus residuos
Si tienes dudas sobre tu comportamiento frente a los residuos que generas, puedes comprobar si estás cumpliendo la “regla de las tres erres”: reducir, reutilizar y reciclar.
- Reduce la cantidad de basura que produces.
- Reutiliza todo lo que puedas: envases de vidrio, bolsas de plástico…
- Recicla aquello que no se pueda reutilizar.
Separando la basura por tipos de residuo, utilizando bolsas reutilizables, dandole uso a las de plástico tantas veces como puedas… Estarás ayudando a promocionar un estilo de vida sostenible.
Una de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 11: “Lograr que las ciudades y los os asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles” está relacionada con reducir el impacto negativo per capita de las ciudades prestando atención a la gestión de los desechos municipales.
5. Utiliza el transporte público
También el ODS 11 tiene entre sus metas: “proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos”. Y es que el transporte genera una gran cantidad de emisiones que, en algunos casos, quizá nos podemos ahorrar.
Si quieres llevar un estilo de vida sostenible, quizá puedas echar mano del transporte público más a menudo. De esta forma, reservas el coche para trayectos en los que no hay posibilidad de utilizar otros tipos de transporte. Llegar caminando a los sitios o utilizar la bicicleta también son alternativas sostenibles. Además de ayudar al medio ambiente, estarás ahorrando combustible y quizá mejoras tu calidad de vida evitando atascos largos y tediosos.
Para cuando creas que el uso del coche es inevitable, intenta compartir trayecto con otras personas. Así habrá menos coches en circulación y, por tanto, menos emisiones.
Como has podido comprobar, todos los consejos para llevar un estilo de vida sostenible son fáciles de aplicar, están alineados con la política establecida por la ONU y, sobre todo, permiten satisfacer nuestras necesidades sin comprometer las de las generaciones futuras. Dejar un mundo mejor o, al menos, no más deteriorado, es quizá uno de los mejores regalos que podemos legar.