La investigadora de nuestro equipo Nuria Hernández ha participado en uno de los paneles de la Conferencia Anual SOS4Democracy organizada por la Universidad TRE Roma TRE. Los días 26, 27 y 28 de junio tuvo lugar en Roma la Conferencia titulada “Retroceso democrático en la era de las crisis permanentes”.
La profesora Hernández-García intervino en el panel 6 denominado “Derechos de las minorías, gobierno local y gobernanza migratoria” presentando una de sus líneas de investigación dentro del grupo que es Estado de derecho y derechos fundamentales. En este sentido su ponencia se centró en analizar el Nuevo Pacto de Asilo bajo la óptica seguida por otros autores como E. Tsourdi sobre cómo la legislación de asilo puede afectar al Estado de derecho. Aunque parezca no estar relacionado, no lo es en absoluto. Estado de derecho, derechos fundamentales y democracia forman una tríada interconectada e interdependiente cuando la erosión de uno de ellos afecta al resto.
Incluso si no existe el derecho de asilo, sí existe el derecho a solicitar asilo y a proteger a aquellos que entran dentro del alcance de la definición de la Convención de Ginebra. Los Estados miembros de la UE están obligados por el derecho internacional y el derecho europeo a hacerlo.
En su presentación, que pretende transformar en un análisis más profundo, compara el sistema de asilo anterior con el nuevo que comenzará a aplicarse íntegramente en 2026.
Si el sistema anterior limitaba el acceso al asilo mediante la externalización de las fronteras y ponía en peligro los derechos de los refugiados en el sistema de acogida debido a la saturación de algunos Estados miembros y la falta de solidaridad entre ellos, el nuevo es aún peor. Asume que no hay refugiados en aquellos flujos que llegan a suelo europeo a través de las fronteras terrestres mediterráneas o orientales y, en este sentido, promueve el retorno a terceros países “seguros” -sin necesidad de que sean firmantes de la Convención de Ginebra-, acelerando el proceso, ampliando las categorías en las que una solicitud de asilo puede ser retirada indirectamente sin el consentimiento del solicitante de asilo, fomentando las detenciones en la frontera y todo eso sin resolver el llamado mecanismo de solidaridad para responder a la saturación de los sistemas de algunos Estados miembros.
Ahora, nuestros Estados miembros podrán elegir de qué manera quieren ayudar a los Estados que están más saturados, siendo normalmente aquellos que comparten sus fronteras con las fronteras exteriores de la UE. Elegirán entre un fondo solidario de reasignaciones, aportaciones económicas u “otras de igual valor” por determinar… La profesora Nuria Hernández García defiende que este Nuevo Pacto lejos de solucionar los problemas surgidos en la crisis de refugiados de 2015, los agrava. La UE ha virado hacia un enfoque más seguro en materia de asilo, sin garantizar el derecho a solicitar asilo y afectando por tanto a esa tríada – Estado de derecho, derechos humanos y democracia – mencionada antes.