En la película titulada originalmente Dalton Trumbo’s Johnny Got His Gun se puede observar aspectos muy interesantes para analizar: la labor que desarrollaba la enfermera en aquella época (primera guerra mundial) en especial la relación enfermera-paciente, las etapas del proceso del duelo ante la muerte, la reflexión sobre principios bioéticos que se ponen en cuestión durante la película y el planteamiento de la discapacidad y pérdida de autonomía.
La película —de nacionalidad norteamericana— fue dirigida en 1971 por Daltom Trumbo, que la adaptó al cine de su propia novela. Está catalogada como de género dramático y antibélica. Los actores principales fueron: Timothy Bottoms (el paciente), Jason Robards, Donald Sutherland, Marsha Hunt, Diane Varsi, Kathy Fields, Charles McGraw.
Sinopsis. Un soldado combatiente de la 1ª guerra mundial está ingresado en un hospital herido por una bomba. Las secuelas de las lesiones le impiden hablar, ver y oír; tiene los brazos y las piernas amputadas.
Un tema a destacar, dentro de la relación enfermera-paciente, es el aprendizaje de la comunicación que se establece entre ambos —quizá el eje central de la película—. La enfermera lo cuida: aplica técnicas y procedimientos de manera personalizada.
Crítica. Se puede considerar a Dalton Trumbo’s Johnny Got His Gun como una película que trata sobre una tremenda apología de la eutanasia. Sin embargo esto depende mucho de cómo se quiera «ver» la película, es decir, de qué queremos extraer de ella. A priori, los cuidados que le realiza la enfermera están por encima de todo dilema alternativo. Al final de la película, el director y autor del libro, opta por la vía fácil y lleva al espectador (y lector) “al precipicio por delante, y a los lobos por la espalda” (estribillo de la canción “Salvavidas” del Álbum “Palosanto” de Bunbury). Lo fácil es cerrar los ojos, lo fácil es no verla o decidir que esta película no existe. Es necesario enfrentarse a estas situaciones, para que dado un caso real, saber cómo actual.
Durante mi labor asistencial tuve un paciente ingresado en la UCI dónde trabajaba, con una situación clínica muy parecida. El paciente tenía amputados brazos y piernas tras ser atacado por dos perros. En todo momento mi voluntad y deseo era salvar la vida de aquel chico, nunca se me paso por la cabeza otra cosa. Le realicé cuidados (intervenciones) de enfermería derivadas de mi valoración previa, junto con las intervenciones derivadas del tratamiento médico. En pocos días, falleció a causa de la sepsis generalizada derivada de las mordeduras de los perros. Hicimos todo lo posible por salvarle la vida, todo lo que estaba en nuestras manos.
Realmente, este tipo de películas te hace tener una perspectiva muchísimo más amplia de la enfermería y sus amplias aplicaciones. En muchas ocasiones, te hace plantearte situaciones inimaginables y, reflexionas sobre cómo desarrollar todos tus conocimientos para mejorar la calidad de vida de un paciente en su aspecto más extenso. Ahora que hemos comenzado las prácticas hospitalarias, te das cuenta que la realidad supera en muchas ocasiones a la ficción, con lo que si ya te has imaginado en situaciones duras visionando películas como esta, te hace reaccionar con más rapidez ante la necesidad de un paciente. De hecho, cada día valoro más los conocimientos psicológicos en nuestra profesión para llegar de la mejor manera, de la forma más adecuada, más apropiada a los pacientes.