La Profesora Dra. Susana Sanz Caballero participa en un podcast de divulgación científica titulado «Las Mil Caras del Populismo», en el que responde a la pregunta de si el órgano judicial es capaz de frenar al populismo.
Susana Sanz ha sido invitada por la Dra. Paulina Astroza Suárez, Profesora de la Universidad de Concepción (Chile) y fundadora del Programa de Estudios Europeos de dicha universidad, a participar en un podcast de divulgación científica que se enmarca en la producción académica del proyecto Jean Monnet de la UE que dirige la Dra. Astroza y que lleva por título: «Impacto, riesgos y oportunidades del populismo en América Latina y Europa».
Ha liderado esta iniciativa la Dra. Astroza junto a la Universidad de Concepción, además, ha contado con la participación del Albert Hirschman Democracy Centre, Graduate Institute con sede en Ginebra, Suiza.
El podcast, que integra un total de 6 episodios en el que distintos expertos académicos debaten y responden preguntas e incógnitas sobre el populismo, algo sobre lo que, como el propio programa de podcasts afirma «tanto se habla y tan poco se entiende», está disponible de forma gratuita a través de las aplicaciones de Spotify, App Store o Amazon Music, entre otras.
La Dra. Sanz ha participado en el cuarto episodio titulado «¿Puede la justicia parar al populismo?» y el mismo se centra en el gran adversario de los gobiernos populistas: el poder judicial. En él, la Profesora analiza cuestiones relacionadas con el discurso populista y las instituciones de check and balances como representantes del status quo resolviendo el gran enigma de si efectivamente la justicia puede frenar el populismo o si, por el contrario, los jueces pueden actuar también como populistas. En definitiva, ¿Es realmente el órgano judicial parte del problema o de la solución?
Susana Sanz responde a esta y otras preguntas relacionadas con la influencia que, para el concepto mismo de Estado de Derecho supone la presencia del populismo en el poder político, cuál es el rol que cumple la Unión Europea en la salvaguardia del Estado de Derecho, así como cuáles son los mecanismos con los que cuenta la UE para frenar el declive democrático y si éstos son lo bastante eficientes.
A continuación, algunos fragmentos relevantes de la entrevista en los que la Dra. Sanz responde a estas incógnitas.
P: ¿Qué significa para el Estado de Derecho la presencia del populismo en el sistema político? ¿Qué pasa cuando dicho movimiento llega al poder?
R: Para ellos lo único que importa es la aplicación de la regla de la mayoría. Ellos son los que defienden al pueblo, ellos son los únicos legitimados para defender al pueblo; acaban destruyendo todos los sistemas de contrapoderes y de check and balances que nos dan seguridad jurídica e importan en el Estado de Derecho; entre ellos: una prensa libre, las instituciones nacionales de derechos humanos, etc. Además, acosan a las ONGS, a los medios de comunicación… cualquier organismo o entidad que haga sombra a lo que ellos creen que defienden, en este caso, al pueblo, a través de su opinión claramente equivocada.
En este sentido, la Dra. Sanz afirma que las declaraciones de Viktor Orbán, Primer Ministro de Hungría, son un claro ejemplo de lo que suponen la activación de los discursos populistas en la UE; no sólo se activan, sino que además logran hacerlo con éxito. La Profesora afirma, «Queremos seguir profundizando sobre los frenos institucionales que eventualmente se le pueden aplicar al populismo. Concretamente, la UE ha recurrido a mecanismos para intentar contener e incluso penalizar las tendencias autoritarias en países como Hungría o Polonia: la sujeción de la liberación de fondos europeos al cumplimiento de la cláusula que exige al país beneficiario el cumplimiento de ciertos estándares del Estado de Derecho, es un ejemplo de las medidas que se han puesto en marcha para contener la crisis de valores y la amenaza al Estado de Derecho que actualmente enfrenta la UE.»
P: ¿Cuál es el rol que cumple la UE o intenta cumplir?
R: Tenemos un mecanismo político que conduce a la absoluta melancolía, que es el artículo 7 del TUE de sanción, ya que exige la aplicación de la unanimidad para sancionar a un Estado Miembro. Existe una falsa solidaridad entre Polonia y Hungría que hace que cada uno de ellos vete la aplicación de sanciones contra el otro. Quien está dando el «do de pecho» en este momento es una institución europea que es el TJUE en los casos que le llegan; ya sean cuestiones prejudiciales, recursos de incumplimiento e incluso recursos de anulación. Está sancionando judicialmente los incumplimientos al Estado de Derecho, explicando y aclarando qué es el Estado de Derecho y qué es lo que se exige de los Estados Miembros de la UE. En este sentido, el sistema de justicia de la UE está haciendo una labor encomiable. Con el problema de que un Tribunal sólo puede tener una función reactiva, es decir, no puede actuar de una manera preventiva o generalizada o a través de un mecanismo. Lo que hace simplemente es contestar a las demandas que se le presentan.
Otra vía que se está utilizando desde hace ahora ya cuatro años es un mecanismo preventivo que ha puesto en marcha la Comisión Europea que es el informe del Estado de Derecho, en el que cada año retrata la situación del Estado de Derecho en los diferentes países miembros de la Unión, analizando uno a uno qué incumplimientos hay del Estado de Derecho.
En este momento, la UE se está absteniendo de conceder fondos europeos que merecen algunos Estados Miembros por sus incumplimientos de las reglas del Estado de Derecho así como de los valores del artículo 2 TUE.
P: ¿Son estos mecanismos con los que cuenta la UE suficientes?
R: Hay algunos mecanismos que son más eficientes que otros. El más ineficiente es sin duda el mecanismo político del artículo 7 del TUE, que está haciendo imposible que se pueda sancionar al Estado Miembro incumplidor, ya que hace falta unanimidad para activarlo. Sólo una futurible reforma de los Tratados en el que se pudiera cambiar esto y se exigiera algún tipo de mayoría para sancionar a un Estado serviría, pero en este momento no hay consenso para un cambio así en los Tratados.
El mecanismo que está siendo más efectivo en este momento es el mecanismo de condicionalidad, el transvase de fondos europeos a los Estados al hecho de que cumplan las normas del Estado de Derecho, es decir, castigar económicamente a los países incumplidores del Estado de Derecho. Pero no me parece que sea a largo plazo la mejor solución, ya que condena a la falta de desarrollo de algunos Estados Miembros, lo que puede llevar a sublevar los ánimos de la población y la ciudadanía.
P: ¿Y qué hay sobre los mecanismos no institucionales que activan los grupos parlamentarios?
R: Hay otros mecanismos de menor relevancia que se están implementando y están teniendo sus efectos, como por ejemplo, expulsar del Parlamento Europeo a los partidos políticos populistas que están atacando cuando llegan al Gobierno los principios del Estado de Derecho. Incluso creo que se debería ir más allá y no permitir adscribirse a estos partidos a ningún grupo político de manera que pierdan todo tipo de capacidad de subvención o de acción, incluso de turno de palabra en el Parlamento Europeo.
Finalmente, la Prof. Sanz responde a la gran incógnita de si la justicia es realmente capaz de parar al populismo.
La Profesora responde esta pregunta a dos niveles: a nivel de la justicia nacional y la justicia europea. Susana Sanz opina que, mientras los jueces mantengan su independencia y mientras los populistas no hayan tocado a los jueces, los mismos tendrán capacidad para reaccionar. «El problema es, -afirma la Dra. Sanz- que los populistas saben que la principal «bestia negra» a la que tienen que hacer frente cuando llegan al poder es al órgano judicial, a los jueces. Una vez los tienen domesticados, ya puede hacer lo que quieran con el resto de organismos y con el resto de instituciones de check and balances.»
Respondiendo a esta pregunta desde el punto de vista de la justicia europea, la Profesora reitera que tanto el Tribunal de Justicia de la UE como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos están haciendo una labor increíble, aunque de un modo reactivo.
Sobre lo que significa que ambos Tribunales estén realizando un papel «reactivo», la Dra. Sanz explica que «En los casos que le llegan, se están pronunciando y condenando a los Estados que incumplen el Estado de Derecho. Están dándonos una lección incluso pedagógica de qué es el Estado de Derecho.«