El Estado de Derecho: Una visión desde Latinoamérica

Paulina Astroza, Catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad de Concepción de Chile y titular de la Cátedra Jean Monnet de dicho centro universitario, ha impartido una conferencia sobre los retos del Estado de Derecho en Latinoamérica.

La Dra. Paulina Astroza, en el marco de nuestro proyecto de investigación, ha dado una conferencia en la Universidad CEU Cardenal Herrera acerca de la situación actual y los retos del Estado de Derecho en Latinoamérica. El objetivo de esta ponencia ha sido la comparación de la situación de Europa y Latinoamérica en aquellos ámbitos considerados importantes para garantizar una buena calidad democrática.

Una visión desde Latinoamérica

En primer lugar, la ponente ha resaltado la importancia y el actual debilitamiento del Estado de Derecho, destacando que constituye el principio fundamental de un Estado democrático en el que se respetan los derechos sociales, políticos, económicos y la separación de poderes, es decir, es «la base de una sociedad en la que podamos vivir en libertad, sin abuso de poder.»

A continuación, ha puesto de manifiesto qué dos elementos tienen en común Europa y Latinoamérica: la incertidumbre y el miedo de la gente. En este sentido, ha alertado del peligro que tiene usar ese miedo como instrumento político.

«Cuando ese miedo se utiliza políticamente en la toma de decisiones, se CONVIERTE EN un riesgo para la democracia»

Paulina Astroza

A pesar de estas similitudes, Paulina Astroza ha mencionado aquellos aspectos que les diferencian:

1. Instituciones Fuertes

A diferencia de Europa, Latinoamérica carece de instituciones fuertes. No obstante, Chile sí que cuenta con ellas y ello quedó demostrado después del estallido social, la pandemia del Covid-19 y cada vez que hay una catástrofe (Chile está dentro del Top 10 de países en riesgo climático).

2. Integración

En Latinoamérica no hay un proyecto de integración único, hay proyectos de integración más o menos fallidos y que se superponen unos a otros. «No hay una América Latina, sino que dentro de ella hay varias Américas Latinas. En cambio, la Unión Europea es un bloque y habla con una sola voz.» Además, otro problema que existe y que dificulta esa integración es la discrepancia en intereses entre los países latinoamericanos.

Aula Magna llena de estudiantes de 1º de Derecho

¿Cuáles son los desafíos de Europa?

Por último, nuestra invitada ha hecho referencia a las principales amenazas a las que Europa debe hacer frente en la actualidad. Para ello, se ha remitido al pasado recordando que la integración europea nace de una crisis, concretamente de las guerras mundiales y sobre todo de la segunda. No obstante, ha destacado que la Unión Europea se ha caracterizado por vivir muchas crisis y de cada una de estas crisis los europeos han sabido salir tarde o temprano.

Según Paulina Astroza, lo que ha pasado recientemente es que ha habido en el mundo en general, pero en Europa en particular, una concentración de crisis que ha generado mayor tensión tanto en la integración europea como dentro de los propios estados. Ejemplo de ello lo podemos encontrar en la crisis financiera de 2008 de la que EEUU salió más rápido que Europa; en la crisis de refugiados del 2015; o en la crisis identitaria y de representación en las elecciones europarlamentarias.

En relación con esta última crisis, «cada vez va votando menos gente, ha sido en las últimas elecciones donde el voto ha repuntado un poco más por el miedo a los populismos, pero la gente no va a votar, los europeos no van a votar por sus autoridades. Además, sus autoridades cuando se presentan en las elecciones europarlamentarias hablan de política nacional ni siquiera hablan de Europa. Eso también hace que la gente se sienta distanciado de sus propias instituciones

La clave de esta crisis está en la crisis de representación a nivel nacional que al final se acaba reflejando en la representación a nivel europeo. De acuerdo con la ponente, «lo que estamos viviendo ahora último en el mundo es justamente un problema de crisis institucional y de representación.» Consecuencia de ello son los populismos, cuyos discursos plantean soluciones fáciles y ponen el acento en ciertos temas que mueven masivamente a la población, por ejemplo, el Brexit utilizó la inmigración y echó la culpa a la Unión Europa para salirse de la organización.

La ponente ha añadido que, actualmente, hay mucho negacionismo del cambio climático, de que la libertad de expresión tiene límites… «Hay todo un revisionismo que también juega en contra y eso hace que algunos partidos y algunos movimientos hayan ido aumentando sus votos.»

Susana Sanz y Paulina Astroza

«la gente tiene miedo, y creo que sobre todo en Europa muchos tienen miedo a entregarle a sus hijos y sus nietos una Europa en peor situación de la que recibieron de sus padres por este tipo de cosas»

Los desafíos de Europa son el tema energético, la integración europea y velar por el respeto al Estado de Derecho. Respecto a este último, Astroza ha recordado que la Unión Europea tiene prevista una sanción para aquellos que violen el artículo 2 del Tratado de la Unión Europea. En relación con los países que no respetan este principio fundamental de toda democracia, la ponente ha utilizado la expresión de la «zanahoria y el garrote» utilizada en las relaciones internacionales: «quiere portarse bien tiene zanahoria, quiere portarse mal tiene garrote.»

Relaciones entre Europa y Latinoamérica

«La UE durante un tiempo olvidó a América Latina. Nunca hemos sido prioridad para Europa y por ello las relaciones se han ido debilitando durante demasiado tiempo y esto ha permitido a China generar una enorme influencia.» Paulina Astroza ha resaltado la importancia que tiene este 2023 en las relaciones entre la Unión Europea, América latina y el Caribe, socios que la Unión Europea necesita recuperar para lograr la transición ecológica dado que países como Argentina, Bolivia y Chile tienen una enorme concentración de litio. También ha puesto de manifiesto la relevancia que tiene la presidencia de España en el Consejo Europeo durante el segundo semestre del año para efectivamente realizar ese acercamiento con Latinoamérica.

Paulina Astroza con miembros de nuestro equipo de investigación.

Paulina Astroza de cerca

Durante su paso por la Universidad CEU Cardenal Herrera, hemos tenido la oportunidad de conocer el lado más personal de Paulina Astroza. A continuación, su entrevista.

Paulina Astroza

P: Cuentas con una amplia trayectoria internacional, realizaste tus estudios de Doctorado en la Universidad de Lovaina en Bélgica, una de las universidades mejor clasificadas y reconocidas de Europa, con una larga tradición de investigación pionera. Además, has sido parte de la delegación chilena en el Tribunal de la Haya, ¿Qué destacarías sobre estas y otras experiencias internacionales?

R: Llevo 23 años en la Academia desde que entré a la Universidad y la verdad es que he logrado y, es lo que me tiene muy contenta, desarrollar muchos proyectos más allá que solo dictar clase. Dar la misma clase durante 23 años me habría sido muy monótono y eso que yo trato de adaptarlo a la actualidad, tomar los casos que están ocurriendo en el momento.

Si yo no hubiese desarrollado todo un área con proyectos internacionales, tal vez, hace tiempo que yo habría dejado de motivarme por la Academia y, en ese sentido, por un lado tengo todo lo que significan los proyectos que me he ganado en Jean Monnet, yo me he ganado 5 proyectos, un módulo, 2 proyectos y 2 cátedras Jean Monnet, una que es la que actualmente tengo y que estoy en el primer año. Todos los proyectos han sido súper satisfactorios porque he podido formar equipos con colegas de distintas facultades de la Universidad y con colegas de otros países de origen, de países de América latina y de Europa.

Siempre voy formando equipos distintos y eso nos ha permitido ir creciendo, los amo, yo soy una de las fundadoras del Programa de Estudios Europeos que lo creamos hace 20 años y que, hoy día, somos Centro de Estudios Europeos entonces gracias al financiamiento de estos proyectos hemos financiado este programa y cada vez hemos ido creciendo más.

Al final todos estos proyectos me han permitido generar redes y también que a partir de esas redes a mí me inviten a otros proyectos. Así va creciendo esta bola de nieve que también ha ido favoreciendo a colegas y ha ido favoreciendo sobre todo estudiantes que han estado becados en otras partes. Para mí es súper satisfactorio la difusión de Europa, la creación de equipos, y que no solo yo me vea beneficiada, o sea que compartamos los beneficios un grupo de colegas de América latina, de Europa, de mi propia Universidad y, sobre todo, estudiantes.

Fui parte del Consejo Asesor del Ministerio de Relaciones Exteriores con las demandas de Bolivia contra de Chile ante la Corte Internacional de Justicia. Fue una experiencia también súper enriquecedora porque una cosa es enseñar Derecho Internacional Público desde el aula, yo decir cómo es la Corte, que está conformada por 15 jueces, las etapas de un juicio… Pero distinto es estar en la Corte, es ver cómo los equipos jurídicos arman su estrategia o el momento en que se lee la sentencia, eso también me permite cuando yo llego a clases explicar la experiencia y que los alumnos se interesen más porque les estoy contando algo súper práctico.

P: Vivimos en un mundo multicultural en el que conviven personas de distintas nacionalidades con diferentes idiomas, costumbres, religiones y creencias, ¿Siempre has tenido tan clara tu vocación por el mundo intercultural?

R: Siempre digo que cuando era chica, yo no le tenía miedo al Cuco como le decimos en Chile o al hombre del saco o a los fantasmas o a la bruja, yo le tenía miedo a la bomba nuclear. Siempre me he preguntado por qué, de alguna manera yo era como Mafalda el personaje de Quino, ¿de dónde me salió? No lo sé.

De ahí en adelante las cosas se fueron dando, yo nunca estudié Derecho para ser abogada de tribunal eso lo tuve claro siempre, yo quería estudiar Ciencia Política, me gustaba todo esto en el colegio, lo que era la teoría del Estado. Me iba muy bien en esas materias, la parte humanista, pero no existía Ciencia Política como pregrado en mi época, entonces yo sabía y siempre tuve claro que yo quería venirme a estudiar a Europa, aprender otro idioma y estudiar Ciencia Política y para eso necesitaba un título.

Empecé mi carrera académica como alumno ayudante, después pasé a ser colaboradora, me vine a Europa la primera vez entre 1998 y el 2000, en el 2001 volví a Chile y me contrataron de planta y ahí ya empecé a ser profesora. Más tarde mi marido me animó a hacer el doctorado y estuvimos 4 años en Bélgica, en la facultad Ciencias Políticas de la Universidad de Lovaina. Elegí el área de Relaciones Internacionales y finalmente me quedé en lo internacional y, sobre todo, en lo europeo, pero fue un camino que yo tenía medianamente claro. En parte estaba pensado, en parte me dejé llevar y en parte fue bastante suerte.

Estuve en el momento y se me fueron abriendo caminos, fui conociendo gente, lo he ido reforzando y eso ha hecho que tenga ya 23 años trabajando en esto. Todos los países que he viajado, todo lo que he logrado hacer, dar clases en otros países, que estudiantes que han pasado por mis aulas que sean becados en otros países… Es súper satisfactorio.

P: Eres natural de Chillán, ciudad situada en la zona central de Chile, ¿Cómo fue la experiencia de vivir en Europa, concretamente, en Bélgica? ¿Apreciaste diferencias y similitudes entre ambas culturas?

R: Chillán es una ciudad que está en la zona centro sur de Chile y que, hoy en día, lamentablemente está afectada por los incendios forestales. Es una ciudad agraria que está cerca de la cordillera, a hora y media nos encontramos centro de esquí. Es de tamaño medio que siempre tuvo a Concepción como el hermano grande y Concepción es la segunda ciudad de Chile, después de Santiago.  

Cuando empecé la carrera me trasladé a Concepción y no volví a vivir más en Chillán. Mi primer viaje internacional lo hice en 1994, la primera vez que salí de Chile y fue a Nueva York. En 1997 con mi marido vinimos a recorrer Europa y pasamos a dormir a Lovaina donde estaba el amigo de un cuñado mío que nos alojó, él estaba estudiando en la Facultad de Ciencias políticas pero en el área de Administración Pública. Yo dije que iba a estudiar en Lovaina y eso hice.

Había cosas en común en muchos aspectos, en realidad somos del lado más occidental de vida, no es lo mismo ir a países musulmanes, digamos que estamos dentro de este mundo occidental, pero la diferencia era enorme ya sea de Concepción a Chillán porque en Chile solo se hablaba español.

Actualmente, sí se está viendo producto de las migraciones que te encuentres con latinoamericanos de otros países, pero en esa época nada y llegar a Bélgica y llegar a una ciudad universitaria como Lovaina que te encuentras gente de todo el mundo o sea tener compañeros de Irak, de Croacia, de Rusia, de China fue un impacto tremendo. Vivir en una ciudad universitaria fue súper bueno desde ese punto de vista, lo que sí me deprimió mucho y es una gran diferencia, es que oscurecía tan temprano y hacía un frío espantoso. Eso es lo único negativo, lo pasamos tan bien que eran detalles. Posteriormente, de 2011 a 2015 vivimos en Bruselas. Bélgica es fantástico.

Esta multiculturalidad como experiencia no la encontrabas en Chile, hoy en día, la globalización, las migraciones… Han hecho que Chile ya no sea tan homogéneo.

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