Nuria Hernández García organiza, en colaboración con el Instituto de Humanidades Ángel Ayala y el Departamento de Ciencias Políticas, Ética y Sociología de la Universidad CEU Cardenal Herrera, el primer seminario interdisciplinar para abordar la crisis de valores en la Unión Europea desde la perspectiva humanista cristiana del Instituto y desde la perspectiva jurídica, política y social del Departamento.
«Crisis de valores en la Unión Europea: ¿Fin de la herencia cristiana en Europa?» ha sido el nombre del seminario que tuvo lugar el pasado 22 de mayo y que nuestra compañera Nuria Hernández, Profesora Colaboradora y Doctora en Ciencias Políticas en la Universidad CEU Cardenal Herrera, quien además, es parte del proyecto de investigación sobre la crisis del Estado de Derecho en la UE que dirige la Prof. Susana Sanz Caballero, organizó con la colaboración de las antedichas entidades coorganizadoras.
El seminario empezó con la conferencia inaugural de Miguel Ángel Quintana Paz, Director académico y profesor del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), quien habló sobre el concepto de valores en la sociedad moderna, además de poner de manifiesto que vivimos en la época de la posverdad, en un mundo emotivo en el que surge la necesidad de volver a centrar la economía en lo necesario y objetivo.
Esta primera conceptualización que permitió centrar los orígenes de la actual crisis de valores en la UE dio paso a la primera mesa redonda, en la que Jaime Vilarroig Martín y Rafael Fayos Febrer, ambos profesores del Departamento de Humanidades de la UCH CEU, abordaron la cuestión desde una perspectiva sociológica y humanista-cristiana.
El Prof. Vilarroig analizó la necesidad de salvación en la sociedad contemporánea a través de cuatro grandes sociólogos y filósofos: el individualismo de Lipovetsky, la sociedad necesitada de solidez y definición de Bauman, la sociedad en riesgo de Beck y la sociedad cansada de Han.
Por su parte, el Prof. Fayos incidió en la figura de Romano Guardini, sacerdote y pensador católico alemán, así como en sus cuatro obras principales en las que habla de Europa desde una cosmovisión cristiana, y en las que afirma que : «Europa sólo puede ser Europa desde el cristianismo»; «Europa será cristiana o ya no será nada», incidiendo así en la gran tradición cristiana que siempre ha estado presente en Europa.
El broche final a esta primera mesa redonda corrió a cargo de Mateo Baeza Delgado, Profesor Colaborador del Departamento de Ciencias Políticas de la UCH CEU, quien enfocó la cuestión tomando como referencia la intromisión de la inteligencia artificial en la ciudadanía moderna y su incidencia en los valores identitarios de la Unión.
Tras la pausa café, empezó la segunda mesa redonda en la que se abordó la cuestión de la crisis de valores en la UE desde una perspectiva jurídica. Almudena Del Castillo, Doctoranda en Derecho Internacional Público de la UCH CEU y becaria del proyecto de investigación que lidera la Dra. Sanz, fue la primera en presentar los resultados preliminares de la línea de investigación de su tesis doctoral, la cual se centra en el análisis de la independencia judicial como reto del Estado de Derecho en la UE, partiendo de la jurisprudencia del TJUE y el TEDH, y en la que ambos tribunales han puesto de relieve una serie de principios jurídicos comunes a todos los Estados miembros de la Unión en relación con el Estado de Derecho, entre los que se encuentran, la prohibición de la arbitrariedad del poder ejecutivo y la necesidad de contar con un control jurisdiccional independiente y efectivo, entre otros.
A continuación, fue nuestro compañero Leopoldo García Ruiz quien presentó su trabajo sobre las limitaciones a la libertad de expresión y el pluralismo mediático en Europa, teniendo en cuenta además la incidencia de la pandemia de la COVID-19. Distinguió entre lo que definió como «iliberalismos abiertos», cuyo ejemplo paradigmático se encuentra en Polonia y Hungría, y los «iliberalismos tácitos» presentes en algunos países europeos en los que, aunque de forma más silenciosa y menos notoria, la apuesta por la seguridad se abre paso en detrimento de la libertad.
En referencia a la libertad de expresión y de medios, el Prof. García hizo alusión a las transversalidad ideológica y de regímenes así como a las sociedades utilitarias que, especialmente en el contexto de la pandemia, han manipulado la libertad de expresión, mientras que en las sociedades democráticas el problema no ha sido la «limitación» en sentido estricto, si no la desinformación: la ocultación y la manipulación malintencionada de la información para conseguir un fin determinado.
Para cerrar este ciclo de diálogos Enrique Lluch Frechina, profesor de la UCH CEU de Economía y Empresa, habló sobre la crisis de valores identitarios de la Unión desde una perspectiva económica, en concreto, sobre la necesidad de cambiar el paradigma económico y educar en valores económicos solidarios.
Finalmente, el Dr. Antonio Bar, coinvestigador principal junto a la Dra. Sanz en el proyecto financiado por el MICINN, tuvo la importante tarea de llevar a cabo la conferencia de clausura del acto, mediante una intervención en la que logró resumir los aspectos más relevantes que se habían tratado a lo largo de la jornada.
A la pregunta de si existe una herencia cristiana en Europa, el Dr. Bar respondió que tenía claro que sí, en tanto que buena medida de los valores de la UE son una declaración de la herencia cristiana. Definió el factor religioso como determinante del refuerzo o debilitamiento de las normas de carácter político y puso de manifiesto que, en la propia definición de los valores de la UE contenida en el artículo 2 de su Tratado Constitutivo («TUE») se incluye un concepto de raíz cristiana indudable sobre el que se asientan el resto de derechos humanos: la dignidad de la persona humana.
Asimismo, analizó las posibles soluciones que, la Unión Europea, en el marco de las constantes violaciones sistemáticas a los valores democráticos de la Unión y, en definitiva, al Estado de Derecho, podía adoptar. Entre ellas se encuentran soluciones de diversa índole e intensidad: desde la necesidad de definir con mayor precisión el contenido sustantivo de los valores en el TUE, hasta la existencia de una norma que permita expulsar a los Estados que, de manera persistente y grave, vulneran los valores de la Unión.
Y es que, debemos recordar, en palabras del Dr. Bar que «la UE no es sólo una unión económica si no, y principalmente, una unión de valores comunes a todos los Estados miembros.»
