Síndrome de Down… llamado así por John Langdon Down, quien describió por primera vez esta alteración del cromosoma 21. Pero no voy a hablaros de genética, ni de historia de la ciencia, sino que voy a hablaros de Vicente.
Hace unos días, mi amigo Carlos, me pasó un link de su último “corto”, donde los protagonistas eran su hermano y su sobrino.
2.25 minutos de vida real, de momentos ordinarios en personas extraordinarias.
Y este post es para homenajearlos, a Vicente, y a tantas otras personas; y a sus familias. En el 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down.
Me cuenta mi amigo, que Vicente, su hermano mayor, es bastante independiente, pero necesita tener a alguien cerca para su cuidado. Y como enfermera, le pregunto por ese cuidado… Me habla de la importancia de explicarle las cosas, pero de forma sencilla; de ayudarle en la toma de medicación, o en algo tan cotidiano como qué ropa ponerse ya que a veces no percibe bien los cambios de temperatura. Pregunto más, y se confirma lo que suponía: que “es un regalo poder cuidarle, tanto para él como para toda su familia”.
Así que, como enfermeras, recordemos que nuestra razón de ser es el cuidado, pero recordemos también que hay personas que necesitan ser cuidadas de una forma especial.
Y dejo aquí un GRACIAS a esas enfermeras que perciben y hacen la diferencia, y sobre todo GRACIAS a esas personas especiales, y a sus familias. Porque como dice mi amigo:“Sin duda, mi vida no sería la que es si no estuviese él”.
