También podríamos titular a esta película “Tratado del fingidor de locura”, “El antisocial” o “Cómo evitar la cárcel”, se me ocurren otros más. Lo cierto es que el título original, a priori, da pocas pistas del porque del mismo. Quizá más adelante lo explique.
One Flew Over the Cuckoo´Nesnt ─título original de la película─ fue dirigida por Milos Forman en 1975 con el guión de Bo Goldman, Lawrence Hauben, y basada en la novela de Ken Kesey.
Siempre que pienso en esta película se me aparece dos imágenes principalmente: la de Jack Nicholson ─como el “viva la vida”─ y la enfermera Louise Fletcher ─la fiel imagen de la severidad y la dureza, más que una obsidiana pura─.
Sin embargo, el cartel de actores es espectacular, no sólo por sus nombres sino por sus interpretaciones: Brad Dourif, William Redfield, Mews Small, Sydney Lassick, Will Sampson, Christopher Lloyd, Danny DeVito, Dean R. Brooks, William Duell, Scatman Crothers, Nathan George, Delos V. Smith y Vincent Schiavelli ─espero no dejarme ninguno─.
La película obtuvo 5 Oscars en 1975 ─esto es lo de menos─: película, director, actor ─Nicholson por supuesto─, Fletcher ─sin duda─ y guión adaptado. Otros premios como Globos de Oro, premios Bafta y de Críticos también les fueron concedidos.
Análisis Antropológico
¿Estaba “loco” Randle McMurphy?
El centro sanitario en el que están institucionalizados los pacientes es de una disciplina inflexible y cuando llega Randle McMurphy crea el caos, “un caos que en otro contexto es orden”. En otros términos es un “anarquista” que vive con sus convicciones. Sin embargo, en un lugar dónde se supone que reina el orden ─impuesto por rígidas normas─ es capaz de crear el desorden, pero es un desorden más fiel a la naturaleza humana: los pacientes tienen una dignidad humana que parece vulnerada en ese centro.
Es una película también cargada de simbolismos: recuerden la última escena en la que “El Gran Jefe” sale de la institución tras el boquete que crea él mismo en el muro. La vuelta a la naturaleza ─“El buen salvaje” referencias Rousseau─.
¿Es la imagen de la enfermera Louise Fletcher un ejemplo?
Ya digo que no. Pero sí que es cierto que es una manera de crítica al sistema sanitario psiquiátrico americano de aquellos años. Podría haber sido un médico el antagonista pero fue una enfermera. Mi análisis es el siguiente: se eligió a una enfermera dado que la imagen ofrecida por su papel crea aversión y si hubiese sino médico esta aversión se hubiese proyectado sobre esta disciplina. No se me ocurre pensar que se eligió a una enfermera para trasmitir la importancia de nuestra profesión, sobre todo en aquellos años ─ahora me he acordado del libro el Chivo Expiatorio de Rene Girard, se lo recomiendo─
¿Y el resto de pacientes… son enfermos o no?
Recuerdo la apuesta que se hicieron dos psiquiatras: el primero dijo que enviaría al segundo ─a su institución─ 100 pacientes para que este determinara quienes eran enfermos y quiénes no. Tras el proceder, el segundo psiquiatra ─una vez realizados los análisis y pruebas pertinentes─ determinó que aproximadamente 50 de las 100 personas eran enfermos, sin embargo el primero no había enviado ni un solo enfermo, todos eran sanos, le mintió ─el segundo psiquiatra “etiqueto” a 50 personas con una alteración que no tenían─.
¿Esto puede o pasa en la realidad?
Los pacientes institucionalizados en el centro se sienten rechazados por la sociedad, por su condición de diferentes a la mayoría: son marginados como indeseables para el sistema, no les sirve. Esta situación se agrava más si se tiene en cuenta que están recluidos de manera voluntaria. No parecen felices.
En un análisis más concreto, Randle McMurphy es el elemento perturbador de la sociedad, el que intenta cambiar y mejorar las normas, Louise Fletcher refleja la sociedad establecida, la imposición de las normas, la ley ─parece sana pero no lo está, sólo impone lo establecido sin pararse a pensar si está bien o mal, o si es mejorable o no─.
¿Quién es el gran jefe?
Es una persona que ha sido sacada de su medio natural, que se ha aislado, no habla, está sordo ─en apariencia─: sólo parece reaccionar ante Randle McMurphy. Vuelve a su medio como hubiese deseado su ya amigo Randle.
No olviden ver la escena de la televisión en la emisión “fingida”. Insuperable. Ante la negativa de poder ver la televisión, por parte de la enfermera, los pacientes fingen ver un partido, claro bajo el carismático Randle como líder.
Dr. Jose Vte Carmona Simarro
Dr. Carmona, siempre enseñando. Un abrazo.
Me encantan tus posts sobre Cine y Enfermería, Jose Vicente.
Enhorabuena y sigue ilustrándonos al respecto.
A ver si nos animamos con algo similar en fisioterapia.
¡Un abrazo!