Reírse: terapias complementarias

Mi mascota
Mi mascota riéndose

No es lo mismo reír sólo que reír en compañía —como muchas otras actividades que realizamos en nuestro día a día—. La risoterapia es el tratamiento de alteraciones físicas y cognitivas a través de la risa, ya que se ha demostrado que produce beneficios en ambos planos. Algunos autores argumentan que no se puede curar a través de la risa por lo que no la consideran un terapia, pues según ellos no cura por si misma (a valorar).

El Dr. Robert Provine —Neurobiólogo de la Universidad de Maryland— afirma que la risa raramente se produce en soledad. Se inicia a los 4 meses de edad y según el autor, es una forma de comunicación innata, —los niño sordos y ciegos sonríen y se ríen— que se ha “heredado” de los primates y que está ligada estrechamente al lenguaje.

Cuando nos reímos en grupo compartimos, jugamos, vivimos el aquí y el ahora, es como un estado de meditación: nos proporciona paz.

“La sonrisa se puede considerar como una sutileza de la risa”

La medicina China indica que sonreír proporciona salud, felicidad y longevidad:

“La salud es proporcional a las veces que una persona se ríe al día”.

En la edad media los “bufones” tenían la misión de hacer reír para proporcionar una mejor digestión a los asistentes.

Chales R. Gruner profesor de la Universidad de Georgia afirmó que la risa es una reminiscencia del gripo de triunfo de un luchador tras ganar a un adversario, y va más allá, el lactante se ríe, no como manifestación de agradecimiento, sino porque ha conseguido lo que deseaba (más cosas a valorar).

John Morreal, Dr. en Filosofía piensa que el origen biológico de la risa se produjo como expresión compartida de alivio tras un peligro.

“La risa como signo de conducta que indica confianza al resto del grupo”

Celia
Celia

Sigmund Freud, relacionó las carcajadas en la risa con la liberación de energía negativa del cuerpo, catarsis que permitía una vida mejor.

Existe según Berk una relación entre la risa y el apetito: la risa aumenta el apetito, tal y como lo hace el ejercicio físico moderado: se produce una reducción del nivel de leptina y un aumento de grelina a nivel sanguíneo.

Primero hay que aprender a reírse de uno mismo, si aceptas esta premisa ya estás preparado para reírte en compañía y de todo. Esto hay que dejarlo muy claro, pues estamos acostumbrados socialmente a reírnos de los demás, y cuando se ríen de nosotros, nos enfadamos.

Con la risoterapia desdramatizamos situaciones, que a veces, damos mucha importancia, y adoptamos una mejor visión del momento, de la situación, del entorno, de nosotros mismos.

“La risa como comunicación”

La risa es contagiosa, al igual que el bostezo —ecoquinesia— podríamos decir, desde un punto de vista antropológico,  que es un comportamiento neurológicamente programado: se hace necesario en este caso el sincronizar el comportamiento grupal.

Otros autores opinan que la mujer se ríe de diferente manera al hombre. De esto no tengo duda. La risa de la mujer es mucho mejor que la del hombre.

Cuando reímos liberamos neurotransmisores que actúan como analgésicos. También se ha demostrado que se eleva la actividad de las células NK mejorando el estado inmunológico.

Les recomiendo el siguiente ejercicio

Reírse durante 60 segundos —1 minuto— tres veces al día: al despertar, tras comer y tras cenar (se recomienda en compañía, y no más de 1 minuto por posible intoxicación). Si no sale de forma espontánea la risa, podemos mirarnos al espejo como Robert de Niro en Taxi Driver y decir a la imagen que vemos…  ¿Hablas conmigo? ¿Me lo dices a mí? Eso sí, hay que poner voz de Robert de Niro. Todavía me río.

¿Preparados para reírse?

Risas
Risas
Más risas
Más risas
Bonita risa
Bonita risa
Risas en compañía
Risas en compañía
Risa fresca
Risa fresca
Trío de risas
Trío de risas
Risa en la hierba
Risa en la hierba
Risa intensa
Risa intensa
¿Risa?
¿Risas?

Dr. Jose Vte Carmona Simarro

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