Una de las secciones de nuestro blog del Servicio de Idiomas se llama EXPERIENCIAS. Cuando este blog comenzó su andadura se nos recomendó recoger aquí los testimonios de estudiantes, de profesores o de usuarios de nuestro Servicio, experiencias que pudieran inspirar a los lectores del blog o que ilustraran cómo el conocimiento de idiomas puede mejorar la perspectiva profesional o el día a día de las personas. Y es cierto que algunas historias reales, vividas por nuestros estudiantes seguro que tienen un efecto motivador y son dignas de ser contadas.
Sin embargo, hoy queremos hablar de otras experiencias, las que los profesores del Servicio de Idiomas tuvimos la suerte de vivir con Pilar, una compañera apasionada por la vida, que supo aprovechar cada momento que esta le brindó. Siempre dispuesta a participar en cualquier actividad que promoviera el contacto con los alumnos fuera del día a día de clase, como aquellas visitas a la Valencia pre-fallera con estudiantes Erasmus, gymkana incluida. Muchas de las hermanas de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, estudiantes de Enfermería en la UCH, comenzaron su aventura particular con el idioma inglés de la mano de Pilar y, lo que en principio era un difícil requisito que cumplir de acuerdo a la normativa de la universidad, seguro que se convirtió en el inicio de una bonita amistad entre las hermanas y la lengua de Shakespeare. “¿Está Pilar?” era la frase con la que se presentaban cuando tímidamente llamaban a la puerta del Servicio. Lamentablemente en los últimos meses la pregunta se transformó en “¿Cómo está Pilar?” A buen seguro que utilizarán su influencia en el Cielo para que su querida profe tenga allí un sitio privilegiado.
Pero somos sus compañeros, los profesores y becarios de Idiomas, los que vivimos buenos y malos momentos con ella. Nos quedamos con los primeros, sin duda. Su naturalidad, sus risas, sus historias de los lunes, su cercanía con todos nosotros, su interés por contagiarnos su entusiasmo por la equitación, por la naturaleza, por el teatro, por los viajes… su empeño insaciable en llevarnos a su querido rincón en la montaña de Enguera… Allí pasamos algunas jornadas irrepetibles, imágenes que nos sacan una sonrisa cada vez que vuelven a nuestra mente.
Así permanecerá Pilar con nosotros, sonriente y natural. El musical Les Miserables era otra de sus pasiones, en inglés, no en español, como ella decía. Para los que conocimos a Pilar este fragmento del tema final no es solo un verso de una magnífica obra, sino el corolario del tiempo que compartimos juntos:
…and remember the truth that once was spoken: to love another person is to see the face of God…
Alicia, nos has emocionado con este post. Más nos ha emocionado la falta de Pilar. Descanse en Paz.