Las soft skills: más allá de los conocimientos técnicos

«Es de vital importancia la necesidad de sensibilizar a los principales
actores: estudiantes, graduados, empleadores e instituciones educativas sobre la importancia del desarrollo de habilidades blandas de los estudiantes para comprender mejor las expectativas de los empleadores, desarrollo que debe iniciarse desde el mundo académico, para que cuando los profesionales se enfrenten al mundo laboral ya tengan la capacidad de abarcar todas las necesidades de las organizaciones, así que es necesario implementar programas de aprendizaje basados en el trabajo como una forma de proporcionar a los estudiantes una experiencia laboral inicial y mejorar sus perspectivas laborales».

Succi, C., & Canovi, M. (2020). Soft skills to enhance graduate employability: comparing students and employers’ perceptions. Studies in Higher Education, 45(9), 1834–1847. https://doi.org/10.1080/03075079.2019.1585420

La diferencia en los procesos de selección está en las soft skills

Generación JASP, Millenials, generación X, generación Y, generación Peter Pan…, ¿Qué tienen en común todas estas personas? La mayoría de ellas tiene estudios superiores. El que no se matriculó en un máster al menos tiene una carrera, y los que no encajan en este perfil es porque decidieron estudiar formación profesional o al menos acabaron bachillerato. La conclusión de ello es que la gran parte de las personas que aplican a ofertas de empleo en la actualidad poseen hard skills. Las hard skills son habilidades duras, es decir, es el conjunto de conocimientos técnicos que se adquieren durante la formación y la experiencia profesional: programación, finanzas o cirugía son algunos ejemplos de hard skills.

Sin embargo, las soft skills no están explícitas en la formación en muchas universidades. Las soft skills diferencian a unos candidatos de otros en los procesos de selección, y muchas veces son la clave para decantarse por uno en concreto que destaca frente al resto.

Pero, ¿qué son las soft skills o habilidades blandas?

Las habilidades blandas o también llamadas no-cognitivas no son innatas del ser humano más bien son adquiridas y desarrolladas desde temprana edad, la infancia, con la ayuda de los padres desde casa y, posteriormente reforzadas en la institución educativa. El uso de dichas habilidades significa poner en práctica la aptitud, rasgos de personalidad y valores adquiridos que permitirán al ser humano trabajar en equipo, adaptarse de forma flexible a situaciones cambiantes, ser proactivos, autocríticos, empáticos, felices y, sobre todo exitosos: sin embargo, es necesario enfatizar que no son trabajadas de forma directa sino de manera transversal, es decir se dan en todos los contextos de la vida. Ortega Goodspeed, Tamara (2016). Desenredando la conversación sobre habilidades blandas.

En el siglo XXI, las habilidades blandas son importantes en todos los sectores. Así, mientras que las habilidades duras son conocimientos relacionados con la formación y nivel de experiencia, las habilidades blandas como habilidades no técnicas e intangibles (gracias a las cuales podemos continuar aprendiendo, afrontar cambios y oportunidades), determinan el potencial de una persona como un líder, comunicador, negociador, mediador de conflictos, etc., competencias altamente valoradas por las empresas en sus procesos de selección.

Las soft skills en las Universidades CEU

En las Universidades CEU acreditamos las soft skills de nuestros estudiantes de Grado a través de las microcredenciales, adquiriendo una serie de competencias personales y profesionales muy demandadas por los futuros empleadores, que aportan al estudiante un valor añadido en el competitivo y exigente mercado laboral. 

Más información sobre las soft skills que se pueden acreditar en CEU aquí.

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