Inicio Farmacéuticos PÍLDORAS ANTIVENÉREAS, POLVOS FEBRÍFUGOS DE VICENTE CALATAYUD

PÍLDORAS ANTIVENÉREAS, POLVOS FEBRÍFUGOS DE VICENTE CALATAYUD

PÍLDORAS ANTIVENÉREAS, POLVOS FEBRÍFUGOS DE VICENTE CALATAYUD

VICENTE CALATAYUD (S. XVIII)
José María de Jaime Lorén (2010)


Datos biográficos
Cirujano, sangrador y maestro de álgebra, Vicente Calatayud solicitó del rey en 1778 autorización para usar libremente un remedio secreto por él inventado para la curación del mal gálico, así como para fiebres cuartanas y tercianas.

Dicho producto lo había experimentado durante 29 años con sus pacientes, y también durante sus años como cirujano titular del Departamento de Carabineros de la villa de Daimiel. Respaldaba la petición con numerosos certificados de médicos y de otros testigos. Al efecto, el Protomedicato nombró una comisión de médicos para evaluar los remedios con resultado negativo.

Píldoras antivenéreas de Vicente Calatayud Estudiadas por el facultativo designado por el Protomedicato, estimaba que “los componentes no tenían nada de violentos, malos o nuevos, que pudiesen ser útiles ni provechosos si eran manejados por un profesor conocedor del caso y sus circunstancias, pues sus componentes eran los usuales y regularmente utilizados por los facultativos. La mezcla de los usados para la Lue Galica podía ser arriesgada por sí y por las dosis en que se prescribía”.

Polvos antifebrífugos de Vicente Calatayud
Algo parecido sucedía con estos polvos antifebrífugos que resultaban, asimismo, “arriesgado y sólo propios de médicos y muy prácticos; siendo ambos remedios de uso interno, necesitaban una exacta preparación por los farmacéuticos, y no se debía permitir que los trabajase nadie, y mucho menos los usase una persona no autorizada por las Leyes”.
Sostenía el autor del informe que este tipo de productos “estaban hechos a base de sales lixiviosas, extractos amasicantes, bien cargados del fiador de las promesas, que es la Kina …

Todas las pharmacopeas están llenas de estas recetas y no por eso se deben tener por arcanos y específicos singulares, inventados por esta casta de hombres, a quienes faltan los sólidos fundamentos para la racional aplicación de aquello con que brindan al incauto vulgo para librar en su credulidad los intereses con que poder vivir o enriquecerse”.

En resumen, que ninguno de los específicos propuestos por Vicente Calatayud, “no contienen nada nuevo y él personalmente carece de ciencia suficiente para dispensar los remedios que tiene por secretos”.

Bibliografía

VALVERDE, J.L.; PÉREZ ROMERO, J.A. (1975): Problemática para la autorización de remedios secretos en España en el siglo XVIII. Boletín Sociedad Española de Historia de la Farmacia, 102, 154-158.

José María de Jaime Lorén
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Julio, 2010)