Inicio Farmacéuticos CORALLATUM, ELIXIR ÁCIDO, EMPLASTO, LIRIO, POCIÓN PECTORAL DE PARACELSO, PARACELSISMO, PARACELSISTA, PARACELSO

CORALLATUM, ELIXIR ÁCIDO, EMPLASTO, LIRIO, POCIÓN PECTORAL DE PARACELSO, PARACELSISMO, PARACELSISTA, PARACELSO

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CORALLATUM, ELIXIR ÁCIDO, EMPLASTO, LIRIO, POCIÓN PECTORAL DE PARACELSO, PARACELSISMO, PARACELSISTA, PARACELSO

FELIPE TEOFRASTO BOMBAST DE HOHENHEIM PARACELSO (1493-1541) 

José María de Jaime Lorén
Rafael V. Martín Algarra (2010)


Datos biográficos
Médico y alquimista suizo de ascendencia alemana, posiblemente adoptó el sobrenombre de Paracelso para significar su oposición o su superioridad al médico romano Celso.

En 1502 su familia emigró a Corintia donde estudió rudimentos de medicina y de química. En 1506 pasó a la universidad de Basilea donde se perfeccionó en alquimia, marchando a continuación por Wurzburgo, Schwartz y por las principales universidades de Alemania, Francia e Italia.

Viajó también por España, Inglaterra, Turquía y Egipto, regresando de nuevo a Alemania al cabo de diez años. Allí se acogió a la protección de Ecolampadio que le proporcionó plaza de médico pensionado en Basilea, pasando luego a ser profesor de su universidad.

El comienzo de su docencia no pudo ser más revolucionario. Empezó quemando las obras de Avicena, Averroes o Galeno, salvándose únicamente a Hipócrates de los médicos clásicos, para demostrar que sus enseñanzas nada tenían que ver con las tradicionales, siguió impartiendo las clases en alemán para facilitar la comprensión de sus contenidos, en lugar de hacer en latín como exigía la costumbre.

Algunas curaciones felices, su elocuencia y el entusiasmo que ponía en su enseñanza, le valió al principio una gran popularidad, pero también la enemistad de sus colegas y de los farmacéuticos, cuyos abusos denunciaba frecuentemente. Toco ello creó una atmósfera en su contra, que estalló a consecuencia del altercado con un cliente que juzgó excesivos los honorarios que le cobraba.

Como las autoridades le dieron la razón al paciente abandonó cátedra y clientela para establecerse en las proximidades de Sttutgart, hasta donde también llegaron las persecuciones de sus enemigos.

Amenazado con la cárcel, emprendió una vida aventurera y miserable acompañado de algunos discípulos fieles, visitando Alsacia, Baviera, Suiza, Moravia, Tirol, Austria y Corintia, mientras vivía del mezquino producto de su actividad profesional. Víctima de una rápida enfermedad murió en una posada de Salzburgo.

Pocos hombres han sido tan discutidos como Paracelso. Para unos era un ser sobrenatural que todo lo podía, para otros no pasaba de charlatán. Su conducta y el misterio que rodeaba a sus procedimientos curativos, contribuyó a justificar ambas opiniones tan opuestas.

En cualquier caso, significó un profundo cambio en la medicina. Sobre todo en terapéutica al desterrar los polifármacos y simplificar la preparación de medicamentos. Hizo conocer las primeras preparaciones antimoniales, ferruginosas, mercuriales y salinas, y fue el primero en considerar que ciertos venenos, a dosis moderadas, podían convertirse en importantes medicamentos. Dio a conocer también algunas preparaciones vegetales que desde entonces se generalizaron. Sin embargo, además de las propiedades positivas de los medicamentos, admitía también otras propiedades ocultas que, por lo demás, usaba muy racionalmente.

Su idea de que sólo una pequeña parte de cada materia farmacéutica era la responsable de su virtud medicinal, el arcano, lo convertirá en el gran antecedente de los específicos farmacéuticos, en oposición a la panacea universal, pues consideraba que cada enfermedad debía tener su propio medicamento específico.

Es autor de una obra médica, farmacéutica y filosófica copiosa, si bien es difícil distinguir los escritos suyos de los de sus discípulos.

Corallatum de Paracelso
Se trata de uno de tantos remedios químicos que usaba este médico, en este caso el deutóxido de mercurio o Arcano coralino.

Elixir ácido de Paracelso
Tintura de aloe y azafrán, conocido también como Alcohol aloes compositum en la obra de Francisco Carbonell “Elementos de Farmacia”.

Emplasto de Paracelso
Para confeccionar el Emplasto de Paracelso, se recomendaba lo siguiente en uno de los textos recopilados por Augusto Jurado: “Echáranse en un perol el litargirio, aceite y agua común, se mezclarán bien, después se pondrán a un fuego fuerte, y se harán cocer, moviendo la materia sin cesar hasta que tenga la consistencia de emplasto, entonces se mezclará la cera hecha pedacitos, en estando derretida se apartará del fuego, y se le mezclará las gomas de bedelio, gálbano y opopónaco, disueltas en vinagre, y evaporando hasta la consistencia de cerato, y mixtas con la terebintina, en estando bien mixtas, se le mezclará la goma de limón disuelta en el aceite de laurel, y colada al fin, en estando casi frío, se mezclarán hechos polvos sutiles, la goma de amoniaco, la almáciga, la mirtha, el incienso, acíbar, raíz de aristoloquia rotunda, y la piedra calaminar, en estando bien mixtos, se hará magdaleones y se guardará para el uso”.

Lirio de Paracelso
Se trata de una tintura de flores de antimonio, conocida también como tintura lili que es otro medicamento químico de Paracelso. En el “Diccionario de ciencias médicas”, se presenta este producto de la forma que sigue: “LIRIO DE PARACELSO»: Preparación medicinal atribuida falsamente a Paracelso que se obtiene del modo siguiente. Se pulverizan y derriten juntos los régulos de antimonio marcial de cobre y de estaño, de cada cosa cuatro onzas, para formar el régulo de los metales; se pulveriza esta masa, y después se mezclan con ella diez y ocho onzas de nitro purificado e igual cantidad de tártaro pulverizado; se echa la mezcla en varias veces en un crisol, y se la hace detonar y liquidar a un fuego muy fuerte; entonces se saca la materia del crisol, se pulveriza groseramente, y se introduce caliente en un alambique, donde se la hace digerir en un baño de arena con alcohol durante muchos días, agitándola de cuando en cuando; luego que está saturada la tintura se decanta.

Esta tintura de los metales se tiene en general por una solución alcohólica de potasa cáustica. Nachet opina no obstante que recién preparada contiene óxidos metálicos en disolución. Es un estimulante muy enérgico, cuya impresión en el estómago activa frecuentemente las funciones del cutis y de los riñones. Se daba en otro tiempo en dosis desde veinte hasta cien gotas en un vehículo adecuado; mas no se usa en la actualidad”.

Poción pectoral de Paracelso
En sentido etimológico la palabra poción representa todo preparado farmacéutico usado como bebida, lo que antiguamente se conocía como Apotemas. Hoy en farmacia se da este nombre a una serie muy variada de preparados magistrales líquidos administrados por vía gástrica, en cuya composición entran siempre el disolvente o vehículo, generalmente agua destilada, la base que suele constituir el principio activo y por tanto es soluble en agua o alcohol, y el correctivo del sabor que casi siempre es un jarabe.

Citada por la “Oficina” de Dorvault en la edición de 1859 y también conocida como Lintis pectorales, la Poción pectoral de Paracelso lleva en su composición antimonio, y se usaba en afecciones del aparato respiratorio.

Paracelsismo
Doctrinas médicas y filosóficas de Paracelso.

Paracelsista
Seguidor de las ideas de Paracelso.

Paracelso
Grupo de islas y de arrecifes del mar meridional de China. Formado por la isla Tritón y cinco grandes atolones, apenas son visitadas por pescadores malayos y chinos dada la peligrosidad de su navegación.

Bibliografía

ANÓNIMO (1988): Paracelso. Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, 41, 1154-1156. Madrid, Espasa-Calpe.

BLAS, L. (1947): Biografías y descubrimientos químicos.Madrid, Aguilar, 102-105. Diccionario de ciencias médicas, por una sociedad de los más célebres profesores de Europa, 22, 395 (1824). Madrid.

FOLCH JOU, G. (1986): Renacimiento y farmacia. Historia general de la Farmacia. El medicamento a través del tiempo, 1. 273-289. Madrid, Sol.

JURADO, A. (2005): Aceite de oliva todo mal quita (desde la antigüedad hasta hoy). Textos recopilados por …, 187. Winner Ediciones, 314 p.

José María de Jaime Lorén
Rafael V. Martín Algarra
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Julio, 2010)