PEDRO FULLOLA (S.XIX)
Rafael V. Martín Algarra
José María de Jaime Lorén (2010)
Datos biográficos
Vecino de Zaragoza en 1818, es el inventor de un remedio secreto en forma de bálsamo que había ensayado con éxito en muchas personas de esta ciudad y de Aragón, lo que nos indica que tuvo alguna relación con el mundo sanitario, muy posiblemente dentro del ámbito del curanderismo, pues dudamos mucho que se tratara de un médico o boticario, circunstancia que sin duda hubiera hecho saber en la publicidad de su medicamento.
Bálsamo anti-reumático de Fullola
Anunciado en la “Gaceta de Madrid” del 19 de marzo de 1818, aunque la fecha del anuncio es el 1 de enero del mismo año, contaba también con el privilegio del rey para su propaganda y venta que ya había obtenido su autor.
Se trata sin la menor duda de un remedio secreto inventado por Pedro Fullola, quien lo había ido perfeccionando tras su experimentación con personas dolientes de ambos sexos tanto de Zaragoza como de otros lugares de Aragón, “unos dolientes de muchos años, otros impedidos de todos sus miembros y complicados con otros males y aún de venéreo, (produciendo) en todos efectos admirables o increíbles, quedando sanos y fuera de los hospitales, desempeñando sus labores y oficios aunque con diferencia de tiempo y de unturas, de lo que darían, si fuese necesario, testimonio de fe”.
Señala en la nota publicitaria que solicitó permiso al rey para prepararlo y venderlo. Tras examinarlo y ensayarlo en los hospitales de la Corte, por cédula de 13 de abril de 1818 se dictaminaba: “Este Bálsamo, según las experiencias referidas y otras en muchas personas de la Corte, es admirable, utilísimo, vital que entre todos los remedios antirreumáticos conocidos, ninguno le iguala en la virtud ni en la celeridad para evitar los dolores de reuma”.
Dada su condición secreta, nada se dice de su composición. Se aplicaba al exterior en unturas, recomendado tan sólo tomar conjuntamente una tisana simple dulcificante, del tipo de zarzaparrilla, raíz de lampazo o de china, por algún tiempo, a dosis de un vaso por la mañana y otro por la tarde, y de cada seis u ocho días se debe practicar una purga suave, privándose el paciente de comer picante y de beber licores durante la curación.
Cuando Rafael Roldán comentaba este remedio en uno de los primeros volúmenes del Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, se escandalizaba de que las altas autoridades españolas protegieran de esta forma “a la clase curandera, pues hay que tener en cuenta que el anuncio del Bálsamo que publicaba la casa de Dª Josefa Clausellas, de Barcelona, con todo descaro y para guiar al público, dice en letras de molde que es en donde ha vendido la excelente Pomada ophtálmica de la viuda Farnier, de Burdeos”.
Bibliografía
FOLCH ANDREU, R. (1953): Específicos de antaño. Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, 14, 62-66. Madrid.
José María de Jaime Lorén
Rafael V. Martín Algarra
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Septiembre, 2010)