Un nuevo paradigma educativo: el lifelong learning

«El aprendizaje permanente ha dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad laboral».

Jay Samit, Asesor Estratégico Senior de LinkedIn y Vicepresidente independiente
Deloitte Digital, entre muchos cargos desempeñados.

Las necesidades actuales del mercado laboral: más allá de la formación inicial y la experiencia

Hoy en día el panorama laboral cambia rápidamente debido al avance de las tecnologías y la digitalización. Por esa razón, ya no basta con formarse y tener experiencia, también es fundamental reciclarse y continuar adquiriendo los conocimientos y habilidades que permitan ser empleable a lo largo de toda la vida laboral.

Para ello ha surgido un nuevo panorama educativo: el lifelong learning, que consiste en aprender durante toda la vida ajustando los conocimientos y las habilidades a las necesidades que demanda el mercado en cada momento.

¿Es lo mismo educación permanente que educación continua?

La respuesta es que no, son conceptos diferentes. Según Abel Pérez Rojas, la educación permanente «es una visión filosófica de la vida tendiente a desarrollar movimientos de formación individuales y colectivos liberadores;  se sustenta en el principio de educabilidad en el hombre».​ Por su parte, «la educación continua es una prolongación de los espacios formales y surge como un esfuerzo para atender las necesidades de especialización y actualización de las personas».

En otras palabras, La educación permanente ha surgido como un nuevo modelo educativo. Esta educación está dirigida a la persona y no a la institución. Hace no demasiados años, se entendía que el aprendizaje formal solo podía ser llevado a cabo por jóvenes pero gracias a este nuevo concepto, la educación permanente es un proceso para toda la vida.

En cambio, la educación continua está orientada en el perfeccionamiento profesional de los trabajadores, por lo tanto su objetivo final es aumentar la empleabilidad de los trabajadores en activo, pero sobre todo la de las personas desempleadas para aumentar sus probabilidades de reincorporación al mercado laboral, fomentando sus oportunidades de acceso.

Por lo tanto, podemos hablar indistintamente del Lifelong Learning como educación permanente y educación continua, puesto que:

  • Puede llevarse a cabo a cualquier edad.
  • Está dirigida a la persona y no a la empresa o institución.
  • Está orientada tanto a trabajadores en activo como a desempleados.

Los beneficios del lifelong learning en trabajadores en activo (reciclaje profesional)

El mercado laboral actual se caracteriza por una enorme incertidumbre y esto requiere una actualización continua de las habilidades para no quedar descolgados.

Para numerosas empresas, la formación permanente es una apuesta segura para no perder competitividad, por lo tanto, ser un trabajador actualizado en los conocimientos y áreas que requiera una empresa, tendrá más valor para la compañía que un trabajador con conocimientos obsoletos o falta de interés en reciclarse o actualizarse en las nuevas necesidades de la compañía.

Los beneficios del lifelong learning en trabajadores en desempleo

Se entiende como trabajador desempleado cuando la persona se encuentra en edad de trabajar, es decir entre los 16 años y la edad de jubilación y está buscando una oportunidad laboral pero no la encuentra.

Para cualquier persona desempleada, el lifelong learning es una necesidad para poder llevar a cabo el reciclaje profesional necesario para reincorporarse al mundo laboral.

 Este reciclaje no solo les permite actualizar conocimientos, sino que les permite adquirir y profundizar en nuevas áreas de trabajo, lo cual abre más posibilidades de crearse un nuevo perfil profesional mediante la formación.

Así, la persona podrá mejorar su empleabilidad, ya que estará preparado para desempeñar nuevos roles de forma eficaz y eficiente, gracias al tiempo que ha dedicado a su formación.

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