Los orígenes: El Certificado de Competencias.

Hemos estado presentando nuestro Ecosistema de Microcredenciales y su certificación mediante Open Badges V3.0, pero no hemos contado cómo empezó todo. Por eso, queremos compartir lo que para nosotros ha sido una historia apasionante. Porque se puede entender mucho mejor el presente si conocemos cómo hemos llegado hasta aquí.

Encabezado en inglés del Certificado de Competencias CEU

Como dijo Mons. García Aracil, uno de los fundadores del CEU en Valencia, “El camino apenas existía cuando comenzamos, por tanto, lo llamaremos aventura”. Esta frase nos inspira y representa porque hemos vivido un camino lleno de descubrimientos, aprendizajes, errores y muchos, muchos desafíos que hemos ido afrontando y superando. Un camino para el que no existían referentes, modelos o hitos a seguir y que hemos ido construyendo poco a poco. Un camino del que estamos orgullosos y para el que ahora estamos mejor pertrechados para así mantener nuestra posición de vanguardia en la certificación de las competencias de los estudiantes.


Todo empezó en el curso 2012-2013 con el primer modelo de Soft Skills CEU para estudiantes de Grado, que en 2015 nos llevó a nuestro primer Certificado de Competencias, el origen de nuestro actual Ecosistema de Microcredenciales.

Entonces, ya teníamos claro que el mercado de trabajo demandaba conocer qué competencias tenían los estudiantes, cuáles eran aquellos aprendizajes o experiencias que diferenciaban a un estudiante de otro y qué era necesario conocer en un proceso de selección de personal. Era el anticipo del Skills-based hiring que ahora es una de las buzzword en el área.

También sabíamos que los estudiantes desarrollan una diversidad de talentos y capacidades que complementan sus resultados académicos. Si sabes mirar, esto se hace evidente. Tuvimos conciencia de que en la Universidad debíamos facilitar que estas skills fueran visibles para mostrarlas al mercado de trabajo. Era un encaje perfecto.

Así nació el Certificado de Competencias, que tenía como finalidad mostrar las diversas competencias que los estudiantes adquirían en su paso por la Universidad y que iban más allá del tradicional aprendizaje de conocimientos y competencias disciplinares o técnicas. El Certificado lo planteamos como una herramienta de presentación que acompañaba al Título de Grado y al SET, y que ofrecía a los potenciales empleadores información de valor sobre el estudiante-graduado-candidato.

El Certificado de Competencias tenía las siguientes características:

  • Se basaba en competencias. No era una certificación tradicional de un hecho/evento de aprendizaje. Es decir, no certificaba títulos, seminarios o jornadas sino que informaba sobre lo que el estudiante había aprendido utilizando la descripción competencial, es decir, el código que utiliza y entiende el área de RRHH/Personas de las Organizaciones.
  • Tenía una estructura coherente con el perfil de egreso completo definido para los estudiantes CEU: Competencias derivadas de la propia titulación; competencias transversales o soft skills, competencias instrumentales y competencias de socialización laboral.
  • Cada competencia tenía unos campos con diversa información: Tipo de competencia, descripción, evidencia y curso de emisión. Cada competencia estaba disponible en tres idiomas, -español, inglés y francés-, para así atender las necesidades de empleabilidad global de nuestros estudiantes nacionales e internacionales.
  • Cada curso académico se publicaba el Catálogo de Competencias, que era la relación de competencias que los estudiantes podían conseguir.
  • Se creó una base de datos propia en la que cada curso académico se daba de alta el Catálogo y en la que se asignaba a cada estudiante la competencia que hubiera conseguido. Esto significaba que de cada estudiante se recolectaba la información que iba alimentando el Certificado curso a curso.
  • Cuando el estudiante finalizaba su Grado y solicitaba su Título, podía también solicitar el Certificado de Competencias. Es decir, solo se podía conseguir al terminar la titulación.
  • El Certificado se emitía como PDF, en español, inglés y francés, que recogía todas las competencias que el estudiante había obtenido a lo largo de su Grado. El Certificado era firmado por el Secretario Académico de la titulación.
  • El proyecto del Certificado de Competencias se presentaba todos los años al International Advisory Board de la Universidad, del que recibíamos feedback para su desarrollo y mejora.

Los principales aciertos que el Certificado ha mostrado tener son:

  • La mirada hacia la certificación de competencias antes de que se comenzara a hablar de ello.  
  • La aplicación de los criterios que se utilizaban en el área de la Psicología Organizacional: descripciones de competencias como conducta observable.
  • La identificación de los contenidos de cada competencia, -llamados Campos en la inicial base de datos-, que encajaban con los metadatos que se estaban desarrollando en los entonces incipientes Open Badges. Esto hizo fácil la transformación de los campos de las competencias a los metadatos de los badges digitales.
  • La anticipación de conceptos que se han desarrollado posteriormente y que en el Certificado se intuyeron:
    • Concepción modular: El Certificado tenía una estructura que puede equipararse a la concepción modular de las Microcredenciales. Es decir, mostraba gránulos de información, -utilizando la terminología de la literatura sobre el tema-, sobre las competencias de cada estudiante.
    • Acumulabilidad. Cada curso académico podían añadirse nuevas evidencias de cada competencia y también nuevas competencias.
  • Los estudiantes podían saber qué competencias habían adquirido cada curso, lo que les motivaba para seguir alcanzando más competencias o más evidencias de las que ya tenían. Eran los dueños de su aprendizaje y podían modularlo.
  • La emisión del Certificado en tres idiomas. Esto es coherente con la internacionalización de la Universidad, que tiene como una de sus metas la mejora de la empleabilidad de sus estudiantes en un mundo globalizado. Era tremendamente exigente y demandante de recursos realizar las traducciones a inglés y francés de todas las competencias, pero el esfuerzo ha valido la pena.

Las principales dificultades o puntos de dolor del proyecto han sido:

  • El andar por un camino no trazado, un camino sin referentes ni hitos. En el inicio ha sido un proyecto muy intuitivo y esto a veces produce inseguridad en el desarrollo. En los últimos años hemos visto que la intuición ha sido la correcta, pero aún hoy todavía nos sentimos un poco solos en la implementación del proyecto, al menos en nuestro entorno.
  • No siempre fuimos por caminos rectos. A veces teníamos que desestimar algunos conceptos y desarrollos que habían costado meses de trabajo.
  • Cada curso académico revisábamos la estructura y contenidos del Certificado. Esto suponía que nos tomaba varios meses hacer la revisión.
  • Cada curso publicábamos el Catálogo de Competencias en el que se basaba el Certificado. Pero debido al tiempo que nos llevaba hacer la revisión, la publicación se hacía cuando el curso ya estaba muy avanzado por lo que los estudiantes no tenían un conocimiento a priori del Catálogo.
  • La implementación fue tremendamente costosa. Hubo que desarrollar diversas aplicaciones para que el proyecto funcionara lo que supuso la necesidad de asignar recursos de IT, que todos sabemos que son siempre muy demandados. Otras dificultades fueron: la recolección de los datos de los estudiantes de Grado, alimentar la base de datos, la integración de las diversas aplicaciones, como por ejemplo la de la base de datos del Certificado y la plataforma de emisión de títulos, etc.
  • La comunicación ha sido uno de los desafíos más importantes: es muy difícil explicar un proyecto complejo y del que no hay referentes, y asegurar que todos los estudiantes y el resto de públicos lo conocen suficientemente.

Este fue el origen del Certificado de Competencias de la Universidad CEU Cardenal Herrera. Hoy este Certificado ya no existe. Fue la base para el salto posterior. En 2019 vivimos una importante transformación que se puede resumir en dos grandes hitos:

  • La transformación digital con la incorporación de los Open Badges como herramienta de certificación.
  • La transformación del concepto con la adopción del emergente término Microcredencial.

Pero esta ya es otra historia.

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