ANTONIO DOMÍNGUEZ (S.XVIII)
José María de Jaime Lorén (2010)
Datos biográficos
Labrador de profesión de Tacoronte, curandero por afición establecido en tierra de Los Rodeos, solicitó el 3 de julio de 1776 una compensación económica por haber descubierto una composición secreta que se reservaba, muy útil para la curación de chancros, tumores y úlceras, como podían acreditar los facultativos que la habían ensayado.
El Protomedicato ordenó a varios médicos que informasen sobre las curaciones con este medicamento realizadas en su presencia. Aunque hubo bastantes curaciones, hubo también algunos fracasos, no obstante el 13 agosto de 1776 se reconoció la “utilidad pública y la potencia de su acción, mucho más fuerte que cualquier otro de los medicamentos conocidos”, por lo que el tribunal “opinaba que este señor se había hecho acreedor a que se le concediese la gracia que pedía, y que fuese del real agrado del Rey, haciéndose la fórmula en la Real Botica”.
Ungüento del Canario
También conocido como Ungüento antichancroso, la Farmacopea de José Jacobo Plenck describe de esta forma este antiguo remedio secreto:
“UNGÜENTO ANTICANCEROSO» (VULGO DEL CANARIO).
R. De lana sucia blanca y fina quince libras. Se lavará en una arroba de vino blanco común que sea bueno, y que esté caliente; se exprime fuertemente la lana a pedazos hasta extraer de ella lo untoso que contiene, y se conoce en que al tacto se nota un poco áspera: luego se pone este vino impregnado de esta grasa en un perol proporcionado a la porción del licor, que cocerá a un fuego suave de carbón hasta que tome alguna consistencia, revolviéndolo siempre con una espátula de madera; estando en este punto se echarán seis onzas de cera virgen, meneándola al fuego hasta que adquiera la consistencia de ungüento: se aparta, se deja enfriar, y se guarda en vasija conveniente para el uso.
Usos y virtudes: este ungüento es bueno para digerir, cocer, deshacer y extraer verdadera materia hasta quedar las úlceras limpias, y de un color rubicundo o sonrosado, y alivia los dolores: luego que se aplica, causa un escozor que dura un cuarto de hora poco más o menos.
El modo de usarle es en esta forma: se tiene prevenido vino blanco cocido con hojas y flores de romero, o con las hojas solas: se lava la úlcera con este vino caliente, y se enjuga después blandamente con hilas la humedad que haya dejado el vino: luego se coge el ungüento con la espátula: y se cubre con él toda la úlcera juntamente con sus bordes, poniendo encima sus hilas y compresa de lienzo muy suave con su vendaje contentivo: esto se ejecuta siempre que se repita la curación, que será dos veces al día; si las úlceras son cavernosas o profundas, se deshace una porción del ungüento en dicho vino cocido, y se introduce con el ungüento en dicho vino cocido, y se introduce con una geringuilla.
Algunas veces ha sucedido que las úlceras se han destemplado en su circunferencia, causando dolor y comezón continuo por el material acre corrosivo: en este caso se deja de aplicar el ungüento, y en su lugar por dos o tres días se pone la composición siguiente: R. Ungüento de minio blanco, plomo y de tucia, de cada uno una onza. Mézclese.
Después de corregida la destemplanza se vuelve a aplicar el ungüento anti-canceroso (1)”.
En nota a pie de página añade al final del texto (1): “En una enfermedad es muy bueno dar interiormente el extracto de cicuta en píldoras, empezando por dos o tres granos. L.»
Bibliografía
PLENCK, J.J. (1819): Farmacología quirúgica o Ciencias de medicamentos externos e internos para curar las enfermedades de cirugía; con un tratado de Farmacia relativo a la preparación y composiciónde los medicamentos, 512-513. 3ª edición, Madrid.
VALVERDE, J.L.; PÉREZ ROMERO, J.A. (1975): Problemática para la autorización de remedios secretos en España en el siglo XVIII. Boletín Sociedad Española de Historia de la Farmacia, 102, 140-144.
José María de Jaime Lorén
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Julio, 2010)