THOMAS SYDENHAM, El Hipócrates inglés (1624-1689)
José María de Jaime Lorén (2010)
Datos biográficos
Médico inglés dotado de gran rectitud de juicio y de un talento de observación notable, ya se distinguió en su época de estudiante por su afición a los estudios prácticos, tratando de constituir la medicina en una disciplina científica.
Inspirándose en el empirismo de filósofos y naturalistas, Sydenham vertebrará la clínica médica en torno al concepto de especie morbosa, pues consideraba a la experiencia clínica como la única verdad en medicina, despreciando teorías galénicas o yatroquímicas. Ayudándose de un agudo ojo crítico, describió, tipificó y clasificó las enfermedades de acuerdo a caracteres no esencialistas, hallando principios causales, buscando remedios específicos, tal como había preconizado Paracelso.
Promovió en Inglaterra el empleo primordial de medicamentos de procedencia vegetal, diferentes en su constitución a la del cuerpo, que actuaban de forma específica contra numerosas enfermedades. Su acción debía ser suave pero continua, mientras que los medicamentos de procedencia mineral también eran de acción específica, aunque más enérgicos llegando a mostrar una acción destructora lo
mismo contra el morbo que contra el cuerpo del paciente.
Creyendo reconocer que ciertas epidemias eran de origen inflamatorio, las combatió por medio de un refrigerante antiflogístico que aplicó con éxito en el tratamiento de la viruela. Empleo como medicamentos sustancias antimoniales, mercuriales, purgantes salinos, sales de hierro y derivados vegetales, del tipo de extractos y tinturas. Se cree también que descubrió la forma de administrar la quinina en las fiebres intermitentes, prescribiéndola en el intervalo de los accesos febriles. Introdujo diversas mejoras en la práctica de la medicina, e inventó el láudano de su nombre que gozó de enorme fama.
Escribió diversas obras en inglés que luego tradujo J. Maplefot y S. Havers al latín, idioma en el que fueron editadas tras romper los manuscritos originales. Son las siguientes:“Methodus curando febres propriis observationibus superstructura” (Londres, 1666), “Epistola responsoria ad Rob. Brady, de febribus posteriorum annorum, et reumatismo” (Londres, 1680), “Dissertatio epistolaria ad G. Cole, des observationibus nuperis circa curationem variolarum confluentium, necnon de affectiones hysterica” (Londres, 1682), “Dissertatio de febre putrida variolis confuentibus superviviente, et de mictu sanguineo et calculo” (Londres, 1682), “De podagra et hydrope” (Londres, 1683), “Schedule monitoria de novae febril in gessu” (Londres, 1688), “Processus integri in ómnibus FERE morbis curandis” (9ª edición Londres, 1695, Edimburgo, 1750), “Opera omnia” (Londres, 1685, 21ª edición Londres, 1753).
Cocimiento blanco de Sydenham
En farmacia se entiende por cocimiento el líquido que resulta de hervir en agua durante cierto tiempo sustancias medicinales del tipo de leños, raíces, cortezas, hojas, etc.
En general materias que, por ser difícilmente penetrables por el agua, no ceden fácilmente sus principios solubles mediante la simple maceración o la infusión.
Con el fin de conseguir que el agua penetre completamente en el espesor de los tejidos de los materiales sometidos a decocción, se recomienda dividirlos y trocearlos convenientemente en una vasija adecuada, sobre los que se vierte la cantidad necesaria de agua destilada, y se calienta todo al baño de maría durante una media hora mientras se agita.
Según la naturaleza del material, puede luego hervirse a fuego directo durante un tiempo, y finalmente se separa el líquido del residuo sólido que todavía se somete en caliente a una expresión moderada. Por último se filtran en frío.
José Parés, en su obra dedicada a las enfermedades padecidas en las minas de cinabrio de Almadén, recomienda el cocimiento blanco de Sydenham en las afecciones respiratorias que padecían los mineros. Debían tomarlo “fresco o tibio, según mejor acomode al paciente, en cantidad de seis o de ocho onzas por mañana y tarde”.
A su vez el “Diccionario de medicina y cirugía” de Antonio Ballano, usaba también el cocimiento blanco de Sydenham en el tratamiento de la disentería crónica, “cuando no existe ningún signo de flegmasia en la porción superior … sin cuerno de ciervo, es una bebida extremadamente útil, como también el agua de arroz engomado”. Junto a catecú, opio o jarabe de meconio, el cocimiento blanco de Sydenham “forman una mezcla que prolonga la existencia del enfermo cuando la desorganización existe a punto de no poder esperar ya la curación”.
Láudano de Sydenham
Conocido también como Apocema blanco, el Cocimiento blanco de Sydenham es en realidad una tisana, esto es, una solución acuosa obtenida por la acción disolvente del agua sobre drogas vegetales, en un proceso de disolución extractiva. Las formas más concentradas reciben el nombre de apocemas.
Un ejemplo característico de apocema es el Cocimiento blanco de Sydenham, usado como antidiarreico. Su composición hoy es como sigue:
- Fosfato tricálcico, 10 gr.
- Goma en polvo, 20 gr.
- Agua de azahar, 1 gr.
- Jarabe simple, 100 gr.
- Agua, c.s.p. 1000 gr.
El láudano, del latín ladanu, es una tintura alcohólica de opio, que suele llevar también vino blanco, azafrán, clavo, canela y otras sustancias. Se usaba comúnmente para reducir cualquier tipo de dolor, desde el de la dentición infantil a los producimos por el cáncer y otras enfermedades terminales. También para somnolencia, ansiedad, diarrea, tos, etc. Su principio activo más importante es la morfina, aunque asimismo lleva cantidades menores de codeína y narcotina.
El láudano y el opio fueron durante siglos considerados los medicamentos más importantes, incluso alguno de sus usos todavía no ha sido superado por los fármacos modernos. El láudano de Sydenham todavía puede prescribirse en España como fórmula magistral. En 1925 se vendía en nuestras boticas al precio de 30 céntimos por gramo.
También conocido como vino de opio compuesto o Tinctura opio crocata, según la 7ª edición de la Farmacopea Española se prepara macerando durante varios días 100 gramos de opio, 50 de azafrán, 10 de canela, 10 de clavo de especia en 800 gramos de vino generoso. Se cuela el líquido y se vuelve a macerar el residuo con 200 gramos más de vino, reuniendo luego los dos macerados, filtrándolos y lavando con vino el filtro hasta completar 1.000 gramos de producto.
Otras farmacopeas presentan variantes que consisten generalmente en sustituir el vino por alcohol muy diluido, y la canela y la especie de clavo por pequeñas cantidades de las esencias correspondientes, manteniéndose constantes las proporciones de opio y de azafrán.
Este láudano tiene un color pardo amarillento oscuro, del cual bastan algunas gotas para teñir el agua de amarillo intenso. Debido a la cantidad relativamente grande de morfina que contiene, es muy activo y debe administrarse a dosis bajas. Con el tiempo pierde el color su intensidad, pues la croceína o materia colorante del azafrán se desdobla en un azúcar y en crocetina, como esta última es insoluble en agua se precipita dando un poso amarillo.
La “Farmacopea universal” de J.L. Jourdan, utilizaba el láudano de Sydenham como ingrediente en la preparación de pomadas antihemorroidales, ungüentos oftálmicos, linimento opiado alcanforado, anodino, antiespasmódico y jabonoso opiado, además de píldoras calmantes béquicas, narcóticas o cierto julepe calmante.
Píldoras antihistéricas de Sydenham
Para preparar cien de estas píldoras, se necesitan 5 gr. de asafética, 1’5 de mirra, 2’5 de gálbano, 1’25 de castoreo, y la cantidad necesaria de tintura de valeriana para formar la masa que al final se espolvorea con azafrán.
Corea de Sydenham
Enfermedad conocida también como Baile de San Vito, esta caracterizada por movimientos bruscos e involuntarios que se presentan de un modo irregular y alternativo en diferentes partes del cuerpo. Se trata de una corea epidémica complicada con fenómenos mentales delirantes. No hay región alguna indemne, y así se manifiestan las contracciones en los miembros como en el tronco, cabeza y cuello. A veces se presenta en forma de tics, o de desórdenes de la fonación, tos convulsiva, midriasis o palpitaciones. La imitación y el contagio mental desarrollan un gran papel patogénico como mostraron epidemias históricas, aunque por lo común se trata de degeneraciones mentales hereditarias.
Baile de San Vito o Corea de Sydenham
El diagnóstico de la enfermedad se establece por el carácter de la convulsión y la existencia de un gran número de casos clínicos. El pronóstico es benigno excepto en los casos de corea grave. El tratamiento incluye sobre todo el aislamiento y la sustracción del ambiente moral de sugestión morbosa. Bromuros, valeriana y la balneación tibia surten buenos efectos.
Laboratorios Sydenham
Con las oficinas generales ubicadas en Prol. Moctezuma, nº 58. Col. Romero de Terrero de México D.F.
Bibliografía
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FARMACOPEA ESPAÑOLA (1905) 7ª Edición. Madrid, 698 p.Ç
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PARÉS Y FRANQUÉS, J. (1778): Catástrofe morbosa de las minas mercuriales de Almadén del Azogue, 161-162. Ed. 1998, A. Menéndez Navarro. Cuenca.
José María de Jaime Lorén
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Agosto, 2010)