Domingo XXX del Tiempo Ordinario
Hoy el Señor nos invita a centrar nuestra mirada. Para eso, contesta de una manera particular a la pregunta que le lanzan los fariseos, aprovechando que se acercan para probarlo. Así, la respuesta de Jesús a la pregunta del fariseo es una respuesta que ayuda a centrar nuestra atención, porque nos ayuda a discernir.
Para los creyentes de la religión judaica, existen 613 preceptos o normas a cumplir. Son muchas, es cierto, pero todas se contienen en la Escritura. Jesús nos invita a priorizar o jerarquizar estos preceptos, no por una cuestión legal, sino para que nuestra vida sea vida en plenitud. Es Jesús quien pone los acentos en nuestra vida, y nos pide que pongamos el acento en el amor a Dios y al prójimo, pues de lo contrario corremos el riesgo de perdernos en discusiones inútiles o en malgastar energías. Amar a Dios y amar al prójimo: puede ser difícil en ocasiones, pero es simple. Que el Señor nos ayude a centrar nuestro corazón en lo realmente importante.
Es Jesús quien pone los acentos en nuestra vida