Tiempo de cuaresma: Preparación y conversión

 

Un año más, se acercan los días grandes en los que vamos a celebrar el misterio de nuestra fe, el núcleo de lo que creemos y que da sentido a toda nuestra vida: La muerte y Resurrección de Jesús. Un año más vamos a poder vivir la importancia que tiene el sabernos amados por Dios hasta tal punto, que ha querido entregarnos a su Hijo para que no nos perdamos sino para que tengamos vida y una vida en abundancia.

Y como siempre, toda gran celebración necesita de una preparación que nos ayude a tomar conciencia de lo que vamos a vivir y a disponernos por dentro con las actitudes necesarias para recoger este gran regalo que el Señor nos va a dar. Sí, esto es un regalo, pero para recibirlo es necesario que sepamos levantar nuestras manos para que no caiga a tierra y se pierda.

Por eso, la Iglesia que es una Madre muy sabia, nos ofrece la posibilidad de prepararnos a través de este tiempo especial y privilegiado que es la Cuaresma. No es una cuaresma más. Es una cuaresma nueva que el Señor te regala para que prepares tu corazón a la gran experiencia de la Vida. ¿Cómo? A través de tres instrumentos muy útiles y necesarios: el ayuno, que nos permite darnos cuenta, existencialmente, de que sólo el Señor es nuestro alimento y nuestra fuerza; la limosna, que nos ayuda a saber desprendernos de los apegos que nos quitan libertad y a ser generoso con los más necesitados; y la oración, que es el medio que nos acerca a la intimidad con el Señor.

Queridos amigos, desde el servicio de Pastoral os animamos a vivir a fondo este tiempo de gracia. Es posible que la rutina, el cansancio, las dudas vayan poco a poco enfriando nuestra fe, y que la relación con el Señor se vaya debilitando. Pues bien, éste puede ser el momento para volver al Señor y empezar de nuevo una relación especial con Él, sabiendo que nos quiere y nos quiere felices.

¡Feliz y Santa Cuaresma!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí