Valencia, mes de marzo, llegan las fallas y con ellas la ofrenda a la Virgen de los Desamparados. Es la Virgen de los Inocentes, lo mártires, los desamparados, es la Patrona de los valencianos. La documentación existente al igual que las investigaciones realizadas sobre la fecha en la cual fue tallada la Virgen de los Desamparados dan como probable datación el año 1414. En 1416 ya constan documentos que describen dicha Imagen, teniendo en cuenta que en 1426 ya consta en los inventarios y documentos de la Real Cofradía.

 

En cualquier caso, con la llegada de cada semana fallera, los valencianos y falleros se visten con la indumentaria típica valenciana para visitar y rendir homenaje a nuestra Patrona. Los días 17 y 18 de marzo están marcados en el calendario para llevar a cabo esta ofrenda. Estamos hablando de uno de los actos más emotivos para cualquier fallero. Las calles de la paz y San Vicente quedan transformadas en todo un camino de emociones, ilusiones, peticiones y agradecimientos. Para todos aquellos que lo han vivido y que lo viven año a año supone un punto de reflexión.

 

Son dos días en los que no importa si eres creyente o no, si tienes devoción o no, pero todo el que va siente la adrenalina en su cuerpo y que la piel se le eriza. Son sentimientos y emociones muy difíciles de explicar. El encuentro con la Virgen de los Desamparados va acompañado de una petición o de un agradecimiento. Es un instante en el que te vienen a la mente personas, instantes, momentos, ilusiones, proyectos, todo un sinfín de circunstancias. Asisten niños y mayores, los que rezan por un familiar enfermo, los que miran a los ojos a la “Geperudeta” y ven reflejados en su mirada a sus seres queridos que ya no están. Los padres y madres que con orgullo presentan a la Patrona a sus hijos recién nacidos. Son miles de historias, de todos y cada uno de los falleros que tienen la oportunidad de hacer esta ofrenda. Es cierto que hay que vivirlo para poder entenderlo porque resulta difícil poder trasladar el sentimiento que se produce cuando piensas en este día y en la Virgen de los Desamparados.

 

Todo aquel que tenga la oportunidad de vivirlo que lo haga. Además, las flores que recibe en la plaza nuestra Patrona son las que forman el manto, cada año con una temática y significado diferentes. Estamos hablando de una ofrenda con gran afluencia de público por las calles por las que se desarrolla el acto hasta la llegada a la plaza de la virgen. Allí, en la misma plaza, son muchos los encargados de organizar que todo salga a la perfección. Es Junta Central Fallera quien se encarga de que todo salga según lo previsto. Muchos medios y periodistas alzan la voz ante un acto tan extraordinario y tradicional, convirtiéndose en testigos directos de lo que sucede para que los ciudadanos desde casa puedan disfrutar de la ofrenda valenciana por excelencia.

En el manto de la virgen quedan recogidos los deseos y agradecimientos de todos los que tienen la oportunidad de realizar esta ofrenda. Comienza una de las semanas más intensas del año, la fiesta grande de la ciudad de Valencia. Las fallas son historia, tradición, raíces, sentimientos, ilusiones, trabajo y dedicación. El mundo entero está invitado a vivir esta fiesta.

 

 

 

 

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