Descubriéndome a mi misma
Hace ya algunas semanas que desde Pastoral me propusieron vivir una experiencia única y fructífera, pero lo que yo no sabía es que la recompensa iba a ser tan grande. Como muchos sabéis, el fin de semana pasado, estuvimos en Madrid en el XX Congreso Católicos y Vida Pública. Fueron tres días en los que nos ofrecieron un sin fin de actividades cargadas de mensajes y reflexiones sobre la vida, el futuro, el mundo profesional, la Fe y los jóvenes.
El objetivo de estas jornadas se encontraba en todos nosotros, las futuras generaciones, el futuro de la Fe. Y por supuesto, consiguieron acercarnos al mundo de la meditación desde situaciones actuales que nos hicieran ver la importancia que todos nosotros tenemos.
Por la parte que me toca, como futura periodista, el mundo de los medios de comunicación se hicieron de notar a lo largo de las jornadas y las conferencias que se desarrollaron. Transmitir sensaciones, emociones y crear nuevas ilusiones, solamente se consigue con un proceso de comunicación adecuado y haciendo partícipes en todo momento a los protagonistas del Congreso, los jóvenes. No es una tarea sencilla, pero consiguieron hacernos llegar el mensaje desde el primer instante.
Después de todo lo vivido, te das cuenta que la reflexión, meditación y la convivencia con el resto es más importante de lo que pensamos. Llegué a Valencia con la sensación de haber descubierto nuevas inquietudes, ilusiones y las pilas cargadas para creer en mí, en nuestro futuro, en el de la juventud, recuperando o aumentando la Fe. Me quedo con esta frase que tres buenas amigas me dijeron:
«Paula, el año que viene volvemos». Sí, volveremos.
-Paula Hernández Torrecilla-