¿Qué es el amor?, ¿Por qué celebramos San Valentín?, ¿Quién era San Valentín?

Cuando nos preguntan por el amor nos vienen muchas cosas a la cabeza. Un término fácil de identificar, pero nos resulta muy complicado poder definirlo en el momento en el que nos preguntamos por él. El amor son las cosas, las personas, lo que hacemos diariamente, es lo que depositamos en todo lo que desarrollamos, lo que ofrecemos a los demás y lo que la sociedad nos otorga a nosotros. El amor somos nosotros mismos, nuestros familiares, las personas que un día se convirtieron en amigos, los compañeros de trabajo, tu pareja e, incluso, esa persona con la que todavía no acabas de encajar.

Para el Papa Francisco el amor debe de estar presente en la vida cotidiana. No debemos de reservar el amor hacia el prójimo para momentos puntuales, el amor debemos de otorgarlo siempre, tiene que ser un «acto constante en nuestra vida». El Papa pone de ejemplo el amor de Jesucristo, el camino que debemos de seguir. “El amor de Cristo no es un sentimiento superficial, sino una actitud fundamental del corazón” que se manifiesta en vivir como él quiere. Y es por ello que el amor se debe realizar “en la vida cotidiana, en las actitudes y en las acciones” o de lo contrario “es solo algo ilusorio”.

Hay fechas marcadas en el calendario, ya sea por un motivo de celebración, por el recuerdo que te genera, por la experiencia vivida, por la exaltación de algo o de alguien. El 14 de febrero es una fecha marcada con bolígrafo rojo en la agenda de muchas personas como un día especial, el día de San Valentín. Pero, ¿quién fue San Valentín? Un médico romano que se convirtió en sacerdote y llegó a ser muy popular durante la época del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque según él los solteros que no tenían familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras. Pero Valentín consideró que este decreto era injusto y desafió al dirigente, celebrando en secreto matrimonios para jóvenes que estaban enamorados. El emperador Claudio II dio orden de que encarcelasen a Valentín tras no obedecer. El oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso poner a Valentín en evidencia y ridiculizarlo, por lo que le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó dicho reto y le devolvió la vista para sorpresa de todos.

Por este motivo, el día 14 de febrero representa para muchas personas el día de los enamorados. Está bien que hayan días señalados, pero el amor tiene que estar presente siempre, todos los días del año. El amor trae consigo experiencias buenas y malas, nos expone a idas y venidas, enfados, desengaños, pensamientos negativos, en definitiva, nos juega malas pasadas. Por ello, hay que saber perdonar, evitar enfados absurdos e innecesarios y pensar en lo que Jesucristo nos enseña.

El amor es inspiración y motivación. Hay que aprender a amar a quien nos ama y a cuidar a los que nos cuidan. Son valores que debemos de tener en cuenta todos los días del año y no solamente en fechas señaladas, el amor por compromiso no es amor. El amor no entiende de razas, culturas, sexos, política, economía o distancias entre territorios. El amor solamente sabe de esperanza, ilusión, lucha, fuerza, ganas, constancia y de las personas que adquieren estos valores. Celebremos este día de amor.

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