ANTONINE DE BAUMÉ (1728-1804)
José María de Jaime Lorén (2010)
Datos biográficos
Químico y farmacéutico francés hijo de un humilde posadero que, a pesar de sus deficientes estudios primarios, impulsado por su afición a la ciencia entró en 1743 como aprendiz en una farmacia de Compiègne. Dos años después pasó a la del célebre Geoffroy de París, ciudad donde alcanzó el título de farmacéutico en 1752, después de seis años de prácticas y de necesitar la autorización personal del rey para efectuar el examen, pues la Corporación de Farmacéuticos de París se opuso al principio bajo el pretexto de no haber realizado todo su aprendizaje en la ciudad.
Se conoce en que consistió el examen práctico y vale la pena recordarlo para hacernos una idea de lo exigente del mismo, así como de las fórmulas más usuales en la farmacia de la época. Baumé tuvo que preparar para superar la prueba los diecisiete productos farmacéuticos siguientes:
- Jarabe de achicoria compuesto
- Orvietano
- Ungüento pompholix
- Polvo artrítico purgante
- Comprimidos de polvo artrítico purgante
- Emplasto divino
- Agua antinefrítica de Bellegarde
- Láudano
- Extracto de bayas de Enebro
- Polvo de víboras
- Plomo quemado
- Flores de cinc
- Espíritu volátil de sal amoniaco
- Quermes mineral
- Nitro fijo
- Sal de Seignette
- Espíritu de vino rectificado
Después de presentar las preparaciones, debía indicar el método seguido para realizarlas con sus ventajas e inconvenientes. Asociado con el médico Macquer y aficionado como él a la química, abrió una farmacia en la calle de Saint Denis, donde ambos comenzaron en 1761 a dar clases de química y de farmacia. Como no terminaron de irle bien las cosas, Baumé se trasladó a la calle de la Coquilliere donde instaló un laboratorio, almacén y fábrica de productos químicos, así como un local para seguir dando clases de química.
Las cosas ahora le fueron mejor económicamente, alcanzó una gran fortuna y cerró la fábrica en 1780, que luego perdió al estallar la revolución, lo que le obligó a abrirla de nuevo en la calle Moussy para explotarla junto a su yerno, también farmacéutico, hasta su muerte.
El Colegio de Farmacia de París, creado en 1777, lo nombró profesor de química. En 1772 fue designado miembro de la Academia de Ciencias, precisamente para cubrir la vacante dejada por Lavoisier. En 1796 ingresó en el Instituto de Francia, y en 1798 fue nombrado socio honorario de la Sociedad de Medicina. Por sus escritos y trabajos figuró al lado de los más eminentes científicos de su época.
En los cursos de química se mostró como un extraordinario técnico si bien atacó las nuevas teorías, sobresaliendo especialmente en sus enseñanzas prácticas, tanto en la elaboración de productos farmacéuticos como químicos para la industria.
Se le debe un nuevo sistema para teñir las telas, el perfeccionado de la tintura roja-escarlata usada en la fabricación de tapices, varios ensayos para mejorar las porcelanas, el modo de dorar las piezas de relojería, el blanqueado de la seda amarilla, la purificación del salitre, la extracción del principio amargo de la fécula del castaño de indias, la conservación de los trigos, e incluso un sistema para apagar incendios.
Teórico y práctico a un tiempo, y conocedor de los preceptos de la química expuestos por Lavoisier y Scheele, en su fábrica de productos químicos obtuvo la sal de amoniaco por primera vez en Francia, perfeccionó los termómetros y los areómetros o pesalíquidos de su nombre. Construyó asimismo sus pesaácidos, pesasales y pesajarabes, que se usan hoy para determinar la densidad de los líquidos más pesados que el agua.
Sus obras aparecieron todas publicadas en París, siendo las más importantes: “Dissertation sur l’ether” (1757) en la que examina los diferentes productos de la mezcla del alcohol con los ácidos minerales, “Eléments de pharmacie théorique et practique” (1762) cuya 9ª edición salió en 1818 y fue traducida y ampliamente difundida en España, “Manuel de Chimie ou exposé des opérations et de produits d’un tours de Chimie” (1765), “Memoire sur les argiles ou Recherches et Expériences chimiques et physiques sur le valeur des terres les plus propres à l’agriculture, et sur les mohines de fertiliser celles qui sont steriles” (1770), “Chimie expèrimentale et raisonnée” (1773), “Sur les accidents funestes ocasionnés par de vapeurs méphitiques” (1773), “Mémoire sur la meilleure maniere de construire les alambics et fourneaux pour la distillation des vins” (1778), “Sur les expériences failies pour procurer la décomposition et la recomposition de l’eau” (1787) y “Mémoire sur les marrons d’Inde”.
Especialmente importantes fueron sus “Elementos de Farmacia”, donde de forma clara y detallada va exponiendo una a una todas las principales operaciones farmacéuticas. Destacan sobre todos los capítulos dedicados a falsificaciones, la forma de reconocerlas, la descripción de productos clásicos como el maná, bezoar, mirra, otras sustancias químicas como el mercurio y otras de origen americano como quina, zarzaparrilla o tamarindo. La obra fue traducida al castellano por Domingo García Fernández en 1793, y en la portada figura Baumé como miembro de la Academia de Medicina de Madrid.
Electuario antiescrofuloso de Baumé
El electuario es una forma farmacéutica de consistencia pastosa, que se obtiene mezclando con miel diferentes polvos medicinales. Se preparan calentando la miel para fluidificarla, y añadiendo los polvos previamente tamizados y mezclados entre sí. Suelen ser medicamentos complejos, polifármacos, que gozaron antaño de gran celebridad, como la célebre Triaca, hoy en desuso. Comúnmente se llamaban Opiatas a los electuarios, pues la mayoría llevaban opio en su composición. En veterinaria todavía se hacen fórmulas magistrales de electuarios, para administrar a los caballos ciertos medicamentos con más facilidad.
El Electuario antiescrofuloso de Baumé aparece citado por la “Oficina” de Dorvault en la edición de 1859, lleva en su composición antimonio. Antes en la “Farmacopea universal” de Jourdan se citaba también este remedio secreto cuya composición era:
“ELECTUARIO ANTIESCROFULOSO (bo).
- Acetato de potasa, dos dracmas
- Polvos de esponja quemada, dos dracmas
- Polvos de mercurio dulce, doce granos
- Polvos de sulfuro de antimonio, dracma y medio
- Polvos de jalapa, diez y seis granos
- Flores de azufre, una dracma
- Jarabe común, c.s.
- Aconsejado por Baumé en los infartos escrofulosos de las glándulas linfáticas.- Dosis: de doce a veinte y cuatro granos dos veces al día”.
Gotas amargas de Baumé
Preparado medicinal en cuya composición interviene el Haba de San Ignacio o semilla de Strychnos Ignatii de la Farmacopea Española. Se obtenía haciendo macerar 500 gramos de habas de San Ignacio, con 5 de carbonato potásico y 1 de hollín en un kilo de alcohol de 60º. Se usaba como aperitivo en dosis de I a VIII gotas.
Tisana de Baumé
Citada entre las tisanas de Felz en la “Farmacopea” de Guibourt de 1840, en cuya composición intervenía el antimonio.
Reactivo de Baumé
Se utilizaba para la detección de taninos. Consiste en una disolución de 1 gr. de wolframato sódico y 2 de acetato sócido en 10 cc. Da un precipitado amarillo pajizo en disolución ácida o alcalina.
Pesalíquidos o densímetro de Baumé
Baumé inventó un aerómetro con su graduación correspondiente que se impuso en la industria química y en la farmacia. Apareció descrito en el “Avant Coureur” de 1768, y estaba destinado a determinar la riqueza alcohólica de los vinos y aguardientes. Luego sería perfeccionado por Cartier.
Baumea
Género de plantas de la familia Ciperáceas, incluido actualmente como sección Baumea Bth. en el género Mariscus Hall.
Bibliografía
ANÓNIMO (1988): Baumé (Antonio). Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, 7, 1235-1236. Madrid, Espasa-Calpe. BLAS, L. (1947): Biografías y descubrimientos químicos. Madrid, Aguilar, 145.
FOLCH JOU, G. (1986): Fin de la Yatroquímica. Historia general de la Farmacia. El medicamento a través del tiempo, 2. 425-426. Madrid, Sol.
JOURDAN, J.L. (1829): Farmacopea universal o reunión comparativa de las farmacopeas …, de los recetarios …, de las farmacopeas militares …, de los formularios y farmacopeas …, 3, 499. Madrid.
José María de Jaime Lorén
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Julio, 2010)