Inicio Farmacéuticos BÁLSAMO TRANQUILO CHOMEL

BÁLSAMO TRANQUILO CHOMEL

BÁLSAMO TRANQUILO CHOMEL

¿PIERRE JEAN BAPTISTE? CHOMEL (1671-1740)
José María de Jaime Lorén (2010)


Datos biográficos
La circunstancia de existir en la misma familia varios médicos y botánicos importantes del mismo apellido, nos hace dudar a la hora de atribuir a uno en concreto la paternidad de este remedio secreto. Lo mismo que este Pierre Jean Baptiste al que concedemos el epónimo, pudiera corresponder el mérito a su hijo Jean Baptiste Louis o a su biznieto August François.

En cualquier caso, Pierre Chomel fue un médico y botánico francés que secundó a Tournefort en sus investigaciones botánicas, y fue también médico de Luis XIV. Fundó un jardín botánico en la parisina calle de Arbalete, que posteriormente pasaría a la Escuela de Farmacia de París.

En 1720 ingresó en la Academia de Ciencias y ocupó el decanato de la Facultad de Medicina, dejando escrito la obra “Abrégé de l’histoire des plantes usuelles, dans lequelon à donné leurs noms différents, tant français que latins et la manière de s’en servir” (París, 1712), obra que estuvo en boga durante mucho tiempo, y de la cual J.J. Duboisson hizo un resumen con el título de “Plantes usuelles” (París, 1809), va ilustrada con 102 láminas.

Bálsamo tranquilo de Chomel
Remedio secreto que según A. Jurado tenía la siguiente composición y uso: “Hojas verdes de beleño, de cinoglosa y de tabaco, a partes iguales diez y siete onzas. Se hierven en seis cuartillos de vino y se exprime fuertemente. Se añade igual cantidad de buen aceite de olivas, enseguida se hierve todo a un calor suave hasta que se reduzca a la mitad, se vierte luego suavemente este aceite en un barreño y se embotella después del enfriamiento.

Indicaciones: Esquinancias acompañadas de dolores vivos, neuralgias y reumatismos crónicos, bien friccionado en el cuello. Dosis: Cantidad suficiente para untar las barbas de una pluma con que se tocan las amígdalas. De una a dos dracmas y aún más, para fricciones.

Aunque entra el vino en la composición de esta fórmula, el medicamento que resulta le parece a Cadet preferible al Bálsamo tranquilo normal, porque éste, compuesto de más plantas aromáticas que narcóticas, goza indudablemente de propiedades opuestas; pero la práctica ha sancionado los buenos efectos del bálsamo tranquilo, cuya fórmula hemos tomado de Souberain, y que es la misma con ligerísima modificación que la de la Farmacopea Española”.

Bibliografía

JURADO, A. (2005): Aceite de oliva todo mal quita (desde la antigüedad hasta hoy). Madrid, 223.

José María de Jaime Lorén
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Julio, 2010)