¿Cómo es el candidato perfecto? 6 características fundamentales

¿Qué requisitos y actitudes valoran las empresas a la hora de elegir a un candidato? ¿Qué se puede hacer para superar con éxito un proceso de selección?

La actitud es el factor fundamental para que un candidato supere con éxito una prueba de selección. Las empresas están empezando a situar las soft skills en el centro de sus políticas de recruiting.

Los departamentos de Recursos Humanos ya no buscan solamente buenos expedientes académicos, sino alumnos excelentes con habilidades diferentes.

Es fácil encontrar ejemplos de empresas que ponen a prueba –literalmente– a sus candidatos para conocer su comportamiento en situaciones difíciles. Un caso real: para cubrir el puesto de Jefe de Eventos y Patrocinios, una conocida marca de cerveza decidió sustituir la típica entrevista de trabajo con preguntas y respuestas, por una entrevista atípica donde sucedían cosas inesperadas: los responsables de la empresa cogían de la mano al candidato, el entrevistador fingía un desmayo repentino e incluso saltaba la alarma de emergencias y el candidato se veía en la tesitura de tener que ayudar a los bomberos a sostener una colchoneta elástica donde iba a caer una persona.

De esta manera, los responsables de reclutamiento de personal pudieron conocer las reacciones de los aspirantes ante situaciones incómodas o difíciles, en las que la toma de decisiones y la capacidad de trabajo en equipo tenían mayor peso. El candidato elegido resultó tener cualidades esenciales en cualquier puesto de trabajo: una actitud positiva, sinceridad, entusiasmo y capacidad de trabajo en equipo.

Este ejemplo demuestra que, para escoger a un candidato de entre un grupo de postulantes con una formación y experiencia similares, la única referencia que permite decidirse por uno u otro es la actitud.

De la mano de cuatro especialistas en captación de talento, con este artículo nos proponemos analizar las competencias y habilidades idóneas para alcanzar un empleo y responder a la ‘pregunta del millón’: ¿cómo es el candidato perfecto?

Los departamentos de recursos humanos ya no buscan solamente buenos expedientes académicos, sino alumnos excelentes con habilidades diferentes

1. SABE TRABAJAR EN EQUIPO

El candidato perfecto es una persona con habilidad para el trabajo en equipo. Es alguien capaz de establecer objetivos grupales y repartir tareas, colaborador y solidario. También debe ser un profesional con iniciativa para llevar a cabo proyectos, liderarlos y saber comunicarse eficazmente con el resto del equipo.

La gestión del ego es un aspecto fundamental que deben tener los aspirantes a cualquier puesto de trabajo. Pedro Sáiz, director de Recursos Humanos en Válvulas Arco, explica que la generosidad y la renuncia al ego personal a cambio del bienestar del equipo son cualidades primordiales. “Me gusta contar el caso de una escaladora italiana, Tamara Lunger, que no pasará a la historia por lograr la marca que se proponía (ser la primera mujer en coronar el monte Nanga Parbat en invierno, uno de los ochomiles más duros que existen), pero sí por su hazaña ‘humana’ con el equipo de escaladores que la acompañaban. A escasos 100 metros de la cima, Tamara, al límite de sus fuerzas físicas, entendió que intentar alcanzar su meta habría comprometido a sus tres compañeros de expedición, ya que tendrían que haberla asistido para poder bajar de la cumbre, situación que probablemente hubiera acabado en tragedia. Así que decidió comenzar el descenso por su propio pie y no coronar la montaña, permitiendo que el equipo de escaladores con el que emprendió la aventura consiguiera su objetivo sin ponerlos en peligro. Sin duda, el de esta atleta es un ejemplo vital de trabajo en equipo, gestión del ego y determinación, cualidades muy necesarias en cualquier organización”, concluye.

Las personas que integran los equipos de trabajo deben estar predispuestas a anteponer los intereses del grupo a los personales y a valorar las competencias de los demás, escuchando con respeto las opiniones de los otros para construir soluciones entre todos.

2. ESTÁ DISPUESTO A APRENDER

Otra habilidad de cualquier candidato es la capacidad de aprendizaje y, por tanto, de superación. “Si tú vienes con actitud de aprender y de hacer las cosas bien, tienes el éxito garantizado. La capacidad de superación es una competencia que se puede adquirir a lo largo de la vida estudiantil y profesional”, explica Raúl Sánchez, director nacional de la División de Technologies en Randstad.

El learning agility, es decir, la agilidad para aprender cosas nuevas, es clave, como explica Sylvain Boy, managing director en Catenon Worldwide Executive Search. “Dentro de cinco años existirán puestos de trabajo que ahora no imaginamos. Si miramos atrás, hace unos años no existían puestos de trabajo como mobile marketing o community manager. Por lo tanto, a lo largo de una carrera profesional uno va a tener que ocupar puestos que ahora no existen y los va a tener que aprender. Y, sin duda, ganará quien mayor capacidad de adaptación al entorno tenga. Estoy seguro de que promocionarán los que sepan aprender y desaprender, quienes tengan curiosidad y humildad. Es más importante ser un profesional ágil con el cambio y saber adaptarse a las nuevas técnicas, que ser un gran técnico per se”, sentencia Sylvain.

3. ES FLEXIBLE Y ACEPTA CAMBIOS

Al hilo del aprendizaje se encuentra también la flexibilidad. Hoy las organizaciones pueden sufrir cambios a una gran velocidad. Por ello, se necesitan personas flexibles, adaptables, aperturistas, que no sean estáticas. La plantilla de una empresa debe estar dispuesta a realizar funciones diferentes a las de su puesto. No se trata de saber hacer de todo, pero sí de tener predisposición para cambiar y ser polivalentes. “Tenemos que entender que la empresa puede necesitar de nosotros que realicemos tareas distintas en función de las necesidades. Esto es fundamental”, comenta Pedro Sáiz, y continúa “Por naturaleza, los humanos tenemos un cerebro que se ha construido sobre una base reptiliana que intenta protegerse; por eso, ante cualquier cambio o situación nueva o compleja, nos ponemos a la defensiva, pero la empresa necesita de nosotros que seamos flexibles”.

4. TIENE INICIATIVA Y SE ATREVE A INNOVAR

Los estudiantes de hoy tienen que navegar en este nuevo mundo con los códigos de sus padres:

‘encuentra un buen trabajo’, ‘aguanta mucho tiempo ahí’, ‘trabaja duro y espera a que te promocionen’… Pero el nuevo entorno no es así. El nuevo entorno se caracteriza por el ‘hazlo tú mismo, aunque te equivoques’, ‘hazlo sin pedir permiso’, ‘aprende haciendo’, en definitiva, ten iniciativa y atrévete a innovar.

“Los profesionales que llamamos digital native o millennials (aquellos que han crecido con las nuevas tecnologías) entienden los nuevos códigos y valoran la realización personal y profesional más que el estatus o el dinero. Esto les da más libertad para emprender. Sin embargo, los digital immigrants, es decir, personas que no han nacido con la tecnología y que probablemente han tardado años en llegar a ser jefes, tendrán tendencia a promocionar a quienes repliquen sus códigos, los de la cultura tradicional. No obstante, el mercado necesita los códigos nuevos de la cultura digital (ensayo y error, compartir la información, estructuras menos jerárquicas, libertad, teletrabajo…). ¿Cómo salvar ese desencuentro? Con una actitud colaborativa por parte de unos y otros. El digital native tiene que aprender de la experiencia del digital immigrant, pero éste tiene que adaptarse a los códigos de hoy”, explica Sylvain.

La tendencia de las empresas es buscar emprendedores, personas con capacidad de avanzar con autonomía.

La actitud es lo que nos va a permitir crecer profesionalmente y las mejoras o nuevas ideas son siempre bienvenidas en las organizaciones del siglo XXI, incluso cuando no puedan llegar a materializarse. Por ello, los profesionales que se atreven a innovar y no tienen miedo a proponer nuevas formas de hacer las cosas son bien valorados.

“el optimismo juega un papel fundamental en la productividad, por eso los empleadores prefieren personas positivas y alegres”

5. TIENE CAPACIDAD DE ANÁLISIS Y RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

José Luis Las Heras, director de Recursos Humanos de la unidad operativa Iberia de Thyssenkrupp Elevator, desde su puesto en esta multinacional con más de 50.000 empleados, encuentra entre las competencias más importantes de cualquier aspirante el análisis y la resolución de problemas. “Independientemente del puesto de trabajo a cubrir, los candidatos tienen que demostrar capacidad de análisis”. Comprender un fenómeno, sus causas, cómo le influyen los distintos factores y las consecuencias que puede tener si se resuelve de una u otra manera son aspectos fundamentales que cualquier profesional debe manejar.

La resolución de problemas y conflictos con serenidad, especialmente en situaciones de presión, es otra de las competencias mejor valoradas por los reclutadores de personal. La madurez de un candidato le va a permitir reconocer que existe un problema y encararlo. Después tratará de buscar todas las alternativas posibles de solución y analizará todas las variables, apoyándose en el criterio de su equipo para resolver. 

En el ámbito de los servicios tecnológicos, en el que se desempeña Raúl Sánchez, el trabajo en equipo y la toma de decisiones son fundamentales, porque afectan a muchas personas. “El trabajo como programador tiene una repercusión directa sobre un compañero. Depende de que yo termine mi parte para que mi compañero pueda empezar. Si mi parte se va a retrasar, tengo que detectarlo y pensar un plan de acción paralelo para que el trabajo final no se retrase. La parte de management es muy importante, porque debe haber mucha conversación técnica. Los proyectos suelen tener un componente de intensidad que va de menos a más. A medida que se va acercando el plazo de entrega de los hitos o la finalización del proyecto, la tensión sube y6ladisponibilidad es más alta”, comenta.

6. ES OPTIMISTA Y COMPROMETIDO

El optimismo es un rasgo común entre las personas exitosas. Los trabajadores positivos tienen un mayor rendimiento y alcanzan una mayor satisfacción laboral. Los empleadores saben que el optimismo juega un papel fundamental en la productividad, por eso siempre prefieren contratar personas optimistas y no pesimistas. “Las personas alegres, optimistas y con ánimo ante la adversidad tienen puntos a su favor a la hora de conseguir un empleo. Cuando se enfrentan a dificultades suelen ser más creativos y ven los problemas como oportunidades”, asegura Pedro Sáiz.

“Personalmente, valoro mucho demostrar integridad en los comportamientos y compromiso con la organización”, afirma José Luis Las Heras.

El compromiso laboral es un factor que influye directamente en el desempeño en cualquier organización. Aunque el trabajador tiene el deber de cumplir con su tarea de forma satisfactoria, cuando existen compromiso y apego hacia la empresa ese trabajador se esfuerza por realizarlo mejor cada día. Por ello, los candidatos que demuestran ser personas comprometidas con la empresa para alcanzar metas y objetivos son mejor valorados en cualquier proceso de selección. Por su vinculación afectiva con la empresa, estas personas poseen mayor intención de permanecer en la organización que otros trabajadores con niveles inferiores de compromiso.

A pesar de todas las competencias que hemos explicado, en función del puesto se requieren unas habilidades específicas y es importante tenerlo en cuenta, incluso comentarlo en la entrevista de trabajo. Pedro Sáiz nos lo aclara:

“Si necesitamos una persona para el departamento de Contabilidad, se le va a requerir que sea metódica y rigurosa; sin embargo, si demandamos un ingeniero para el departamento de Ingeniería de Producto, se necesitará una persona más dinámica y abierta, que proponga ideas”.

Por lo tanto, el perfil del candidato también varía en función del área al que se incorpore.

Texto extraído de la Revista digital CEU Views nº34

 

Cristina Ventura

Profesora de Diseño e Innovación.Responsable de CEU Emprende.