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LABORATORIOS VIGONCAL

LABORATORIOS VIGONCAL

ANTONIO FERNÁNDEZ DE SOTO Y FERNÁNDEZ DE SOTO (S.XX)
Eva Blanco Julve
José María de Jaime Lorén (2010)


Datos biográficos
A la publicidad sobre la historia de su laboratorio insertada en el boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, debemos conocer que en el origen de los Laboratorios Vigoncal se encuentran tres generaciones de farmacéuticos y médicos, que arrancan en 1897 cuando Antonio Fernández de Soto y Fernández de Soto abre su oficina de farmacia en el centro de Madrid, concretamente en la calle Preciados, en la que, además del despacho habitual de medicamentos, crea un laboratorio anejo para la fabricación a pequeña escala de las especialidades farmacéuticas más usuales de la época.

Con posterioridad se trasladó al naciente barrio madrileño de Salamanca, instalando ya una moderna farmacia con un amplio laboratorio en la calle Velázquez esquina a la de Goya, dándole un carácter nuevo a la parte dedicada a la dispensación, rompiendo con la imagen tradicional sin estanterías, ni almacenamiento de productos en botes, presentando una sobria y elegante estancia de estilo gótico, con vitrina tallada y amplios sillones fraileros de cuero, presidido todo por un tapiz representando “El alquimista” de Teniers, y un busto del maestro de la farmacia práctica Ricardo de Sádaba.

Mientras tanto, en 1922 su hijo Fernando Fernández de Soto Morales terminaba la carrera de Medicina como alumno interno del Hospital de San Carlos de Madrid, con las mejores calificaciones en la licenciatura y en el doctorado, incorporándose al Laboratorio paterno con sus conocimientos de Farmacología clínica, y con las nuevas ideas adquiridas durante los años que pasó pensionado en París, Londres, Edimburgo, Berlín, Darmstad, Heidelberg, Desden, Ámsterdam, Eindowen, Nueva York, Cornel, Yale, Harvard, Chicago, Caracas y Bogotá.

Con idea de completar su formación farmacológica, Fernando Fernández de Soto Morales, inició estudios de Farmacia en la Universidad de Madrid como alumno oficial, obteniendo asimismo la calificación de sobresaliente en la licenciatura y de premio extraordinario en el doctorado.

Posteriormente ingresó en el Instituto de Farmacognosia J.C. Mutis del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, siendo jefe de la sección de Farmacología Experimental, fundando la revista científica “Farmacoterapia actual”, en la que dejó abundantes artículos, además de los publicados en otras revistas profesionales de Farmacia y Medicina.

Asimismo asistió como delegado y ponente a diversos congresos internacionales de ciencias médicas y farmacéuticas.

En 1955 se incorporaba una nueva generación familiar de farmacéuticos en la persona de Antonio Fernández de Soto, y con él un importante grupo de jóvenes técnicos.

Laboratorios Vigoncal
No conocemos con seguridad el origen del nombre de los laboratorios que, en principio, nada tiene que ver con el de su fundador, por lo que hemos dudado a la hora de incluirlo entre nuestros epónimos, si bien vemos que descomponiendo las tres sílabas (Vi-Gon-Cal) no nos extrañaría que correspondiese al acrónimo del nombre y los dos apellidos de Vicente González de la Calle.


Este farmacéutico había nacido en 1882 en Navalmoral de la Mata (Cáceres), graduado de bachiller en el instituto de San Isidro de Madrid y de farmacéutico en la Universidad Central en 1903, se estableció en Madrid con oficina de farmacia y colaboró en varias ocasiones en la prensa profesional de la época.

En cualquier caso, en el nuevo establecimiento del barrio de Salamanca, con moderno utillaje y enorme entusiasmo, impulsó Fernández de Soto la fabricación de especialidades farmacéuticas como el acreditado tónico fosfocálcico Nurol, el Restaurador nervioso, también fosfatado y, especialmente, numerosas presentaciones en cápsulas gelatinosas antisépticas, antihelmíticas, pulmonares balsámicas; grajeas queratinizadas de yoduro sódico y potásico, y de salicilato sódico; píldoras plateadas de hierro; jarabes balsámicos, de hemoglobina y de yoduro ferroso; polvos alcalinos estomacales; elixir bismútico y clorohidropépsico, etc.

La incorporación de su hijo médico al Laboratorio supuso un fuerte impulso para el mismo y un nuevo traslado, esta vez a la calle Alcalá. Como resultado de esta labor científica y de las mejoras técnicas introducidas fue la obtención en 1933 de la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Medicina y Farmacia por la vitamina D2 cristalizada sintética preparada en España para sustituir a la ergosterina, siguiendo para ello las orientaciones de Bourdillon en Inglaterra, Vij en Holanda, Winterteins y Windaus en Alemania.

Estos trabajos supusieron una reorientación del Laboratorio que a partir de entonces se iba a especializar en la fabricación de vitaminas.

Tras la guerra civil española, en 1939 se hallaban nuestros industriales sin medios materiales y económicos para proseguir su actividad y debieron recurrir a la aportación de capitales ajenos. Lo que hasta entonces había sido un negocio familiar, a partir de entonces se constituyó como sociedad anónima bajo el nombre de Laboratorios Vigoncal y la dirección de Antonio Fernández de Soto y Fernández de Soto, el auténtico fundador de la saga, y sus hijos Fernando y Gonzalo Fernández de Soto y Morales.

De esta forma pudieron adquirir nuevos locales, renovar el utillaje y comenzar la adquisición de las primeras materias primas. Carlos Fernández de Soto a partir de entonces se encargará de reorganizar el mercado en la parte comercial y de propaganda científica, resurgiendo con fuerza la fabricación de vitaminas bajo las denominaciones de Vigoncal, Alfadelta, Vitalía, Begoncal, etc., así como quimioterápicos del tipo de Proctobismuto, Alfatiazol, etc., y los antibióticos penicilina, estreptomicina, cloramfenicol, etc.

Bibliografía

ANÓNIMO (1964): Historia de los Laboratorios Vigoncal, S.A. Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, 57, publicidad. Madrid.

ROLDÁN GUERRERO, R. (1958-63): Diccionario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles, 2, 214-216, 493. Madrid.

José María de Jaime Lorén
Eva Blasco Julve
Universidad Cardenal Herrera-CEU (Moncada, Valencia)
(Octubre, 2010)