Agitando los brazos, el exuberante, hiperactivo actor y humorista italiano, Roberto Benigni, describe al Papa Francisco como un ministro magistral de la misericordia de Dios, que está siempre activo y siempre en movimiento.
Benigni arribó a la Santa Sede el 12 de enero, durante la presentación del nuevo libro-entrevista con Francisco: «El Nombre de Dios es la misericordia».
El actor, además de leer algunos extractos del libro, también ofreció sus propias reflexiones sobre la misericordia y algunos elogios al Santo Padre.
Cuando el actor recibió la llamada pidiéndole participar en la presentación del libro, dijo Benigni, el respondió: «Su Santidad, me gustaría» y dije de inmediato: «¡Sí!» sin dejarles terminar. Haría cualquier cosa, sería un guardia suizo, conduciría el papamóvil. Absolutamente cualquier cosa por este Papa»
«La Misericordia no es una virtud que está sentada en un sillón. Es una virtud activa, que se mueve. Basta con mirar al Papa, él nunca se queda quieto. Se mueve no sólo el corazón, sino con los brazos, piernas, talones, rodillas. Se mueve el corazón y el alma. Nunca se queda quieto», dijo el actor
«Me hubiera encantado ser sacerdote… Cuando era pequeño y la gente me preguntaba qué quería ser cuando fuese grande, yo respondía: «quiero ser el Papa» Debido a esta respuesta yo hacía reír a todos, comprendí entonces que tenía que ser un comediante. Si todos se hubiesen arrodillados, yo hubiese intentado ser papa», expresó Benigni
El padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo que «no hay duda de que la misericordia es un tema central del pontificado de Francisco»… El libro no es tanto una explicación de la misericordia, sino que en él se cuenta cómo el Papa Francisco ha experimentado la misericordia en su vida personal, su ministerio sacerdotal y su propia espiritualidad.
El Cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano, dijo que en la conversación publicada con el periodista Andrea Tornielli, que «esto es como si Francisco quiere llevarnos de la mano y conducirnos al gran y reconfortante misterio de la misericordia de Dios, un misterio que se siente lejano desde nuestra lógica humana y que sin embargo, es tan deseada por nosotros, los peregrinos perdidos en esta época de retos y pruebas».
Benigni expresó a las personas, en la presentación del libro, que el Papa Francisco demuestra claramente cómo la misericordia no es una virtud suave, una virtud sacarina, sino que desafía a la gente y que tiene dos implicaciones sociales y políticas, por la forma en que esta ofrece a las personas una segunda oportunidad y una mano amiga.
Información vía: Catholic New Services y Píldoras de Fe