El pasado mes de Octubre, Diana defendió su TFG sobre la alcalosis metabólica en pequeños animales. Aquí os dejo un resumen de su trabajo, que os hará replantearos esta patología e instaurarla dentro de vuestros diagnósticos diferenciales si trabajáis en urgencias.
El equilibrio ácido-base es uno de los mecanismos homeostáticos más importantes del organismo y su principal función es el de mantener el pH dentro de unos límites estrictos.
Para el organismo de los seres vivos resulta tan importante mantener este equilibrio, que existen sistemas compensatorios preparados para equilibrar la más mínima alteración, ya sea vía sistema respiratorio (la vía rápida) o vía sistema renal (la vía lenta). No obstante, cuando un paciente viene a la consulta inestable, estos sistemas no son suficientes y necesita ayuda externa.
En el mundo de la medicina veterinaria, la alcalosis metabólica ocupa el tercer puesto de los desequilibrios ácido-base presentes en los pacientes de nuestras UCIs, siendo la más diagnosticada la acidosis metabólica. Esto es así porque el cuerpo ya tiende de por si a una ligera acidosis fisiológica y las patologías más comunes que llegan a una consulta de urgencia impiden esa regulación cotidiana antes explicada (Ej. Disnea, fallo cardíaco, diarrea, enfermedad renal, cetoacidosis diabética, intoxicaciones, uroabdomen…). No obstante, los problemas nunca vienen solos y no es común encontrarse con una sola alteración ácido-base. El diagnóstico y el pronóstico se complica cuando nos encontramos dos alteraciones principales o una alteración principal y una respuesta compensatoria en proceso.
Pero si la alteración más frecuente en veterinaria es la acidosis metabólica ¿Por qué hablamos de la alcalosis metabólica?
Porque su diagnóstico incorrecto provoca que el paciente no responda al tratamiento pautado, derivando en altas tasas de mortalidad. La alcalosis metabólica se presenta con un aumento del PH y un aumento del HCO3- normalmente asociado a una obstrucción intestinal proximal y otras patologías que provoquen la perdida de hidrogeniones.
Además, suele ir acompañado de un aumento en la pCO2 compensatorio y la disminución de electrolitos como el cloro, el sodio y el potasio que cronifican el estado del paciente si no se resuelve durante la hospitalización.
Tras una revisión bibliográfica de la alcalosis metabólica, tanto en medicina humana como en medicina veterinaria, nos llama la atención que en medicina humana la incidencia de la alcalosis metabólica sea del 50%, colocándose como la primera alteración ácido-base en el ranking.
Su protocolo hospitalario presenta una monitorización más exhaustiva que la presente en la hospitalización veterinaria y sus tasas de mortalidad son menores. También existe una marcada diferencia en los protocolos hospitalarios veterinarios de diferentes países, siendo la monitorización más intensiva en países con presencia de hospitales veterinarios grandes y veterinarios formados en la especialidad de urgencias.
Todo ello nos hace pensar que la especialización del veterinario en urgencias y el acceso a las gasometrías son variables a tener en cuenta en la incidencia real de la alcalosis metabólica.
Gracias Diana por compartir toda esta información con nosotros!!