Desde muy pequeña, supe que la educación sería mi futuro. Comencé la carrera con ilusión y muchas ganas, siempre me preguntaba cómo sería estar dentro de un aula siendo algo más que una alumna… Pero no imaginaba lo que estoy viviendo a día de hoy.
Inicié a mis primeras prácticas un 6 de febrero de 2017, nerviosa, como suelo serlo en muchos aspectos de mi vida, entré en el Colegio CEIP Mestalla, en Valencia. Esperando en la puerta del colegio me preguntaba si tendría suerte con mi tutora, con los alumnos, si me llevaría bien con mis compañeros de prácticas… Cómo serían los docentes que forman parte de ese colegio… Pues bien, a día de hoy, creo que no podría haber tenido más suerte. Una tutora estupenda que me hace partícipe día a día en su aula, una gran diversidad dentro de esta hace enriquecer mi primera experiencia como futura docente y mucho cariño por parte de todos ha hecho que mi despertador a las 7:55 de la mañana no sea algo que se haga cuesta arriba, sino todo lo contrario.
Como he dicho anteriormente, mi clase se caracteriza por su diversidad. Pero eso no es un problema. Diferentes nacionalidades, dificultades de aprendizaje, ayuda logopédica, etc.
En especial, uno de los niños que pertenece a mi clase es autista, el cual pasa parte del tiempo en el aula ordinaria y la otra en el aula CIL, mi tutora ha ideado un sistema que se basa en que este niño tiene dos “mejores amigos”, y cada día va cambiando para hacer partícipes a todos los niños. Estos lo hacen con todo el cariño y ternura del mundo. Hasta tal extremo, que un día, le tocaba ir al aula CIL y no quería. Prefería quedarse con sus compañeros que tanto amor le daban. Puede parecer una tontería, pero es algo que me enterneció y nunca olvidaré.
La verdad es que de todos y cada uno de los niños que encuentro en mi aula me aportan algo positivo. Cada día, cuando salgo del colegio, cuento mi experiencia a mi familia y amigos con muchísima ilusión. Estoy segura que este es el camino que me complementa, cada día es mejor y cada día aprendo algo nuevo, ya sea de mi tutora o de cualquier pequeña persona que forma parte de esas cuatro paredes.
Andrea Vives Lorente.
Alumna de 3º de grado en Educación Infantil de