El arte de negociar: herramientas para un politólogo

El pasado martes, 10 de mayo, en el marco de la asignatura Fundamentos del Liderazgo Político (optativa de 4º curso del grado en Ciencias Políticas) los alumnos de Políticas recibieron un taller de negociación.

El taller contó con una parte teórica, impartida por el profesor Juan Zaera, que completó los contenidos que ya habían visto los alumnos conmigo en clases previas.

El profesor Zaera, jurista y Máster en Mediación, les explicó a los alumnos la diferencia entre el negociador duro y el negociador blando, o entre la negociación distributiva y la negociación colaborativa. Para entender claramente las diferencias, el profesor Zaera les puso extractos de distintas películas en las que estos tipos de negociación se daban.

Alumnos de Ciencias Políticas preparando el caso práctico

Alumnos de Ciencias Políticas preparando el caso práctico

Una vez expuestos estos principios, el profesor Zaera centró su atención en un conocido método de negociación que está en boga: el Método Harvard. El Método Harvard anima a dejar de negociar desde las posiciones y comenzar a hacerlo desde los intereses, lo que abre un amplio abanico de posibilidades para llegar a un acuerdo. En este sentido, preguntas como ¿por qué? o ¿para qué? resultan fundamentales. Este método incide en la importancia de separar las personas del problema ya que esto evita que un posible conflicto de intereses llegue a enquistarse.

Sentadas las bases de este tipo de negociación, planteamos en el aula un ejercicio práctico. Los alumnos, divididos en dos grupos «enfrentados», debían de ser capaces de llegar a un acuerdo. Todo apuntaba a que ambos grupos tenían un mismo objetivo ¿cómo conseguir un acuerdo? La clave, como ya se había avanzado, estaba en abandonar las posiciones y buscar los verdaderos intereses. 

Alumnos Ciencias Políticas en plena negociación

Alumnos Ciencias Políticas en plena negociación

Los alumnos experimentaron lo importante que es realizar una escucha activa y mostrar interés por conocer a la otra parte para poder llegar a un acuerdo, que finalmente… ¡podía haber sido beneficioso para ambos! Y es que, en la colaboración estaba la clave del éxito.

¡Muchas gracias Juan por tu inestimable colaboración! El año que viene… ¡Repetimos!

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